Palabra musulmana
En el Ir¨¢n sin homosexuales de Ahmadineyad decenas de miles de mujeres son detenidas por no respetar las normas isl¨¢micas en el vestir: "La vida de una mujer vale la mitad que la de un hombre", dice la premio Nobel de la Paz Shir¨ªn Ebad¨ª, a quien la Rep¨²blica Isl¨¢mica apart¨® de la judicatura por su condici¨®n de mujer.
En Turqu¨ªa las feministas, sin velo, se manifiestan contra la reforma de una Constituci¨®n que no garantizar¨ªa la igualdad de las mujeres, impulsada por un flamante gobierno islamista que las equipara en su borrador con los discapacitados y los ni?os. "Una intolerable segregaci¨®n jur¨ªdica", advierte Selma Acuner, de la asociaci¨®n Kader.
En el Irak destripado por Bush (que afortunadamente no se pasa por Birmania a defender la democracia) las bailarinas de la compa?¨ªa nacional de baile ensayan clandestinamente pero no act¨²an p¨²blicamente por la presi¨®n ejercida sobre ellas por los partidos pol¨ªticos y las milicias radicales de ¨ªndole religiosa, que las consideran escandalosas. La blogger iraqu¨ª Riverbend, cuyo blog Bagdad Burning, convertido en libro, ha recibido varios premios, escrib¨ªa meses despu¨¦s de la invasi¨®n de Bagdad: "Para m¨ª junio qued¨® marcado como el primer mes en que no me atrev¨ª a salir de casa sin un hiyab (...) Ya no es posible conducir por Bagdad sin ¨¦l. Cuando digo conducir realmente quiero decir sentarse en el asiento trasero del coche (...) Hace tiempo que no conduzco, pues si eres mujer te arriesgas a ser atacada. Pasear con la cabeza descubierta tambi¨¦n pone a los miembros de la familia en peligro (...) Todav¨ªa no hay leyes que digan que tenemos que usar el hiyab, pero hay hombres con t¨²nica negra y turbante, los extremistas y fan¨¢ticos que fueron liberados por la ocupaci¨®n y, en cierto modo, te cansas de desafiarles".
"Esconderse no soluciona los problemas de una mujer", escribe Fatema Mernissi
En la rica y amistosa Arabia Saud¨ª, no existe el voto femenino pero s¨ª una polic¨ªa religiosa que vigila la indumentaria de las mujeres y la obligaci¨®n de que siempre salgan acompa?adas por un familiar. En ese pa¨ªs donde el cine est¨¢ prohibido, el primer cineasta es una mujer, Haifa Al-Mansour, cuyos cortos s¨®lo puede exhibir por Internet.
La escritora y profesora marroqu¨ª Fatema Mernissi (Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras 2003) recuerda a las mujeres de la tradici¨®n musulmana, como Zaynab Fawwaz (1860-1914), que "desde el har¨¦n, lo ¨²nico que pudo hacer realmente fue inundar la prensa ¨¢rabe con art¨ªculos y poemas en que desahogaba su odio al velo y condenaba la reclusi¨®n femenina. Ambos, seg¨²n ella, eran los principales obst¨¢culos de la grandeza musulmana y explicaban nuestra mediocre actuaci¨®n frente a los ej¨¦rcitos coloniales occidentales". Mernissi, autoridad mundial en estudios cor¨¢nicos y una de las voces m¨¢s elocuentes del feminismo islamista (controvertido por sus ambiguas posiciones frente a la cuesti¨®n del velo), escribe en Sue?os en el umbral, las memorias de su infancia transcurrida en un har¨¦n de Fez: "Taparte la cabeza y esconderte no servir¨¢ de nada. Esconderse no soluciona los problemas de una mujer. Simplemente la identifica como una v¨ªctima f¨¢cil. Tu abuela y yo ya hemos sufrido bastante con toda esta historia de cubrirse la cabeza. Sabemos que no funciona. Quiero que mis hijas vayan con la cabeza bien alta y caminen por el planeta de Al¨¢ mirando las estrellas". Y va m¨¢s all¨¢: "Los alemanes obligaban a los jud¨ªos a vestir de amarillo cuando sal¨ªan a la calle, del mismo modo que los hombres musulmanes piden a las mujeres que lleven velo".
La feminista Fadela Amara, francesa de origen argelino, advierte en Ni putas ni sumisas: "Ser¨ªa un error pensar que el velo es ¨²nicamente una cuesti¨®n religiosa. Recordemos que es, ante todo, un instrumento de opresi¨®n, de alineaci¨®n, de discriminaci¨®n, un instrumento de poder de los hombres sobre las mujeres (...) Hay que volver a decir a los j¨®venes que hoy en d¨ªa se puede ser musulmana sin llevar el velo. Yo soy practicante y no lo he llevado jam¨¢s".
El antrop¨®logo e islam¨®logo argelino Malek Chebel considera que "el velo significa una regresi¨®n de la mujer".
Y, en fin, el suf¨ª Sheik Hisham Kabbani, presidente del Consejo Isl¨¢mico de los Estados Unidos y consejero en asuntos isl¨¢micos de numerosos mandatarios occidentales, resume: "Cuando vives en un pa¨ªs determinado porque has emigrado all¨ª con tus hijos buscando refugio o mejoras econ¨®micas te has comprometido a cumplir las leyes de ese pa¨ªs. Si ese pa¨ªs impone leyes que requieren que hagas algo que no es aceptable para ti, entonces regresa al pa¨ªs del que procedes".
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