Un espacio para pensar
La filosof¨ªa catalana habla castellano y dice cosas muy parecidas a las del resto de Occidente. No es una anomal¨ªa. Durante siglos habl¨® griego y luego lat¨ªn. Y m¨¢s tarde, el fil¨®sofo m¨¢s importante de los territorios de habla catalana (Ramon Llull) escribi¨® tambi¨¦n en ¨¢rabe. Ya en ¨¦pocas de idiomas diversificados (tras el triunfo de Babel, que la Biblia presenta como una maldici¨®n), el propio Leibniz era alem¨¢n pero escrib¨ªa en franc¨¦s. Por cierto, si hay una conexi¨®n clara entre Alemania y Catalu?a es, precisamente, la que hay entre Leibniz y Llull. El alem¨¢n se bas¨® en la combinatoria luliana para su proyecto de l¨®gica universal.
La caracter¨ªstica principal de la filosof¨ªa que se hace hoy en Catalu?a no tiene que ver con la lengua vehicular sino con el espacio en que se ejerce. Catalu?a acoge especialistas universales a los que la inmensa mayor¨ªa de los catalanes ignora y otros que han cultivado su presencia p¨²blica, por encima incluso de su actividad en las aulas. Siguiendo una distinci¨®n inaugurada por Manuel Sacrist¨¢n, se podr¨ªa decir que hay fil¨®sofos acad¨¦micos y otros mundanos, aunque en no pocos casos lo que se da es una presencia en ambos mundos.
Un ejemplo: Miguel ?ngel Granada, profesor en la Universidad de Barcelona es uno de los principales expertos mundiales en el Renacimiento, pero m¨¢s all¨¢ de los muros universitarios es casi desconocido. Se halla, en cierto modo, en las ant¨ªpodas de lo que represent¨® el jesuita Miquel Batllori, capaz de una profunda erudici¨®n y, a la vez, de mantener una presencia constante en los debates p¨²blicos. Batllori es heredero de una l¨ªnea de eruditos que, partiendo de Llull, enlaza con el valenciano Juan Luis Vives (catedr¨¢tico en Oxford) y el vicense Jaume Balmes y Eugeni D'Ors.
Ya en la contemporaneidad, destacan las diversas generaciones de pensadores que se han dado en la Catalu?a posterior a la posguerra civil. Hay unos maestros generalmente reconocidos, aunque su influencia sea muy diferente en cada cual. Son Emilio Lled¨®, hoy afincado en Madrid; Manuel Sacrist¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde y Josep Fontana. Es, este ¨²ltimo, un historiador, no fil¨®sofo en el sentido profesional, pero su influencia en el pensamiento contempor¨¢neo es claramente perceptible: tanto por su capacidad para aportar una visi¨®n global como por su actividad como editor al frente de una de las colecciones de la editorial Cr¨ªtica.
La generaci¨®n siguiente se forma en los a?os sesenta y setenta. Si no se tratara de un t¨®pico excesivo, se podr¨ªa decir que est¨¢ atravesada (en su fase de formaci¨®n) por el movimiento que, de un modo u otro, sintetiza el Mayo del 68. Posteriormente, parte de estos hombres coincidieron en el Colegio de Filosof¨ªa. Su almas impulsoras fueron, en primer lugar, Xavier Rubert de Vent¨°s (que ya era conocido y apreciado por sus aportaciones en el campo de la est¨¦tica), Eugenio Tr¨ªas, Josep Ramoneda y Miguel Morey, adem¨¢s de Jordi Llobet.
Pero al mismo tiempo iba emer
giendo la tarea de otros pensadores, no siempre desconectados de las preocupaciones filos¨®fico-sociales del Colegio de Filosof¨ªa. El m¨¢s distante, por intereses y actividad, Jes¨²s Moster¨ªn, impulsor a la vez de la l¨®gica matem¨¢tica, la filosof¨ªa de la ciencia y de un cierto racionalismo ¨¦tico. En su estela, aunque con trabajos muy diferentes pero dando cierta continuidad a la filosof¨ªa de la ciencia, se sit¨²an Anna Estany y David Casacuberta.
Un trabajo diferente, pero no lejano a los intereses de los pensadores cercanos al Colegio de Filosof¨ªa es el que ha realizado V¨ªctor G¨®mez Pin, tan relevante por su propia obra como por el empe?o que ha puesto en sacar adelante los varios congresos de ontolog¨ªa, lo que no le impide una presencia p¨²blica. Es el caso tambi¨¦n de Josep Ramoneda, quiz¨¢s m¨¢s conocido por sus aportaciones al an¨¢lisis pol¨ªtico o por la direcci¨®n del CCCB (Centro de Cultura Contempo¨¢nea de Barcelona) que por su tarea como profesor y a veces ensayista en el campo de la estricta filosof¨ªa.
Entre los disc¨ªpulos de Lled¨® destacan Manuel Cruz y Jos¨¦ Manuel Bermudo. Inicialmente, ambos ten¨ªan una actividad acad¨¦mica (docente y editorial) notable. Con el tiempo, Bermudo se ha recluido m¨¢s en el ¨¢mbito acad¨¦mico y Cruz, sin dejarlo, ha mantenido tambi¨¦n una constante presencia en los medios de comunicaci¨®n, adem¨¢s de su actividad como director de colecciones editoriales.
Fuera de Barcelona, la filosof¨ªa tiene menos presencia. Pero la lista no quedar¨ªa completa sin dos pensadores que realizan su actividad vinculados a la Universidad de Girona. El primero, Josep Maria Terricabras. Excelente traductor de Popper y animoso impulsor de la C¨¢tedra Ferrater Mora, por donde han pasado, entre otros, Quine, Bunge o Chomski, tiene luego una presencia como animador pol¨ªtico nacionalista de escasa consistencia te¨®rica. El otro es Xavier Antich, autor de diversos ensayos de factura erudita y colaborador desde los ¨¢mbitos period¨ªsticos en un tono que no esconde una acendrada voluntad de pensar.
La otra influencia es la que procede directamente del pensamiento marxista, representada por Manuel Sacrist¨¢n. Entre sus sucesores en el pensar, con trayectorias no siempre coincidentes con el maestro, estar¨ªan, en primer lugar, Paco Fern¨¢ndez-Buey, capaz de trabajar tanto en el ¨¢mbito de la sociolog¨ªa de la ciencia como en el pensamiento pol¨ªtico. Tambi¨¦n, en cierto sentido, Toni Dom¨¦nech, vinculado a la revista Sin Permiso, y Miguel Candel. Y, en otra l¨ªnea muy diferente, con influencias cruzadas del pensamiento cr¨ªtico y las preocupaciones est¨¦ticas de Valverde, Rafael Argullol, cuya presencia es triple: pensador habitual en los diarios, pero tambi¨¦n ensayista y novelista reconocido.
Queda outsider, en la medida en que su trabajo se produce fuera de las academias: Salvador P¨¢niker. Tras unas primeras aproximaciones acad¨¦micas, se ha movido mucho m¨¢s en el campo de ciertas pr¨¢cticas cr¨ªticas.
Gotas de Historia
Narc¨ªs Comadira (1942), poeta, pintor, dramaturgo, ensayista. Se inici¨® reivindicando a Foix i a Carner y aplicando el arte sabio de la m¨¦trica a la poes¨ªa de lo cotidiano. Ha traducido a Leopardi y reunido en volumen algunas de sus colaboraciones semanales en las p¨¢ginas de este diario.
Jaume Fuster. La necesidad de una literatura "normal" hizo que una generaci¨®n se profesionalizase y experimentase con todos los g¨¦neros: novela social, de fantas¨ªa, g¨¦nero negro, cuento, guiones... Jaume Fuster (1945-1998), extraordinario activista cultural, fue el paradigma del trabajo constante y el mejor ejemplo de normalizaci¨®n de la literatura catalana.
Quinta del 47. Catedr¨¢ticos, estudiosos, periodistas, escritores profesionales. Se entregaron a la literatura de j¨®venes, corrieron ante los grises, viajaron, rompieron tab¨²es. Han dignificado la profesi¨®n de escritor en un pa¨ªs con menos lectores de los que se merecen, aunque ya todos est¨¦n traducidos a varias lenguas. Son Jaume Cabr¨¦, Jordi Coca, Josep Piera, Jaume Pont, Pere Rovira, Josep Maria Sala-Valldaura.
Biel Mesquida. Agitador cultural, telqueliano, prosista en constante renovaci¨®n, el mallorqu¨ªn Biel Mesquida (1947) es la vanguardia ligada a la tradici¨®n. Con L'adolescent de sal cambi¨® la perspectiva de la novela moderna.
Voces femeninas. Estirpe de novelistas. Empezaron reivindicando la voz femenina, el protagonismo de sus recuerdos, de su historia, de la de todos. Han acabado dominando la narrativa, se han ganado la empat¨ªa de los lectores, han diversificado los recursos y los discursos. Montserrat Roig (1946-1991), Carme Riera (1948), Maria Barbal (1949), Maria Ant¨°nia Oliver (1946), Imma Mons¨® (1959), Empar Moliner (1966), una estirpe de narradoras.
Monz¨® y P¨¤mies. Sus cuentos, cada vez m¨¢s breves, nutren a toda una generaci¨®n de lectores. Quim Monz¨® (1952) y Sergi P¨¤mies (1960) han alcanzado la simplicidad de dicci¨®n, el rizo del absurdo, y el humor de la metaliteratura. Brillan como articulistas en la prensa y en la radio.
Maria-Merc¨¨ Mar?al. Bandera de la literatura de mujeres, Maria-Merc¨¨ Mar?al (1952-1998) se defini¨® como "tres veces rebelde" por ser mujer, de clase humilde y de naci¨®n oprimida. Poeta, traductora, novelista. Hoy est¨¢ en el centro de los estudios interculturales y de g¨¦nero.
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