Marketing viral
En el primer semestre de este a?o la inversi¨®n publicitaria en Espa?a alcanz¨® los 3.800 millones de euros, con un incremento cercano al 10% sobre el a?o anterior. Un negocio que va como una moto. Pero lo mejor es que ah¨ª no cuenta un tipo de marketing que causa furor y condiciona m¨¢s al consumidor que la mejor de las campa?as cl¨¢sicas: el llamado marketing viral.
?Y qu¨¦ es eso? Pues, como el lenguaje moderno lo define, se trata de crear un virus que v¨ªa Internet, m¨®viles, boca-oreja o mera percepci¨®n ciudadana multiplique exponencialmente el mensaje comercial (o pol¨ªtico) hasta que alcanzar a millones de personas. El contenido del propio mensaje permite que se propague por s¨ª mismo.
Ejemplos: el disco de Luis Aguil¨¦ sobre Castell¨®n y Marina d'Or, el inexistente disco de Amo a Laura, el v¨ªdeo del Bloc en YouTube sobre el PP en plenas elecciones municipales, el Espa?a se rompe de Aznar o el v¨ªdeo de las Juventudes Socialistas sobre la pijer¨ªa de los j¨®venes del PP. Y la lista pod¨ªa ser interminable en Internet o en el origen de aquel famoso P¨¢salo en v¨ªsperas de las elecciones del 14 de marzo de 2004, citado como ejemplo hasta en el Wikipedia.
El marketing viral se impone por encima del marketing convencional, entre otras cosas porque es muy barato y alcanza de pleno al cliente deseado. El v¨ªdeo de las Juventudes Socialistas lo ver¨¢n los suyos y los otros, y entre estos p¨²blicos y los colaterales tendr¨¢ el efecto buscado. Es marketing viral incentivado por las circunstancias competitivas del momento.
Por ejemplo, la utilizaci¨®n de la frase "Gobierno de Espa?a" al final de todas las campa?as de propaganda del Gobierno actual es pura y simplemente marketing viral encubierto. Se suma al tr¨¢fico, al agua o una carretera, pero es lo que queda en el destinatario que se busca. Al fin y al cabo en Moncloa tienen tambi¨¦n la base de datos donde explican c¨®mo pensamos los espa?oles.
C¨®mo pensamos y c¨®mo compramos. Porque este marketing viral es la respuesta al an¨¢lisis de los ¨²ltimos resultados electorales. Hay millones de ciudadanos que les importa un carajo si el que se presenta es verde o colorado. Zapatero o Rajoy. ?Usted qu¨¦ me da? ?Qu¨¦ asegura del futuro de mis hijos? Son los votantes entre 30 y 50 a?os que est¨¢n desideologizados y, sin embargo, muy interesados por su presente y futuro: "?Qui¨¦n me quita el agua y el AVE?". Pragm¨¢ticos y emocionados con el valor de uso de ellos mismos y que no se creen la habitual retah¨ªla de promesas pol¨ªticas.
Por eso, los 240 euros por vivienda alquilada o los 6.000 euros de Andaluc¨ªa para aliviar el fracaso escolar tienen destinatario directo. No hay que gastar en vallas, pero funcionan como marketing viral. Y les aseguro el ¨¦xito. Entre otras cosas porque el PP todav¨ªa cree que la catarsis de la construcci¨®n tambi¨¦n va a llegar a la pol¨ªtica y los buenos ser¨¢n premiados y los malos castigados por la gracia de Dios. Am¨¦n.
Obviamente, este marketing viral tiene su caldo de cultivo en la inseguridad jur¨ªdica que vive esta naci¨®n de naciones desde hace unos a?os. Cualquiera pueda hacer lo que quiera sin penar sus culpas. Da lo mismo quemar una fotograf¨ªa del Rey que una maniobra para quedarse con los activos de una empresa valenciana. Pues como el marketing viral permite publicidad sin hacer responsable a la empresa anunciadora, pues todo vale. ?Qui¨¦n pide una indemnizaci¨®n porque unos encapuchados salgan en el v¨ªdeo de Rajoy en la TVE?
?Y por qu¨¦ s¨®lo el PSOE tiene marketing viral? El PP mantiene una estructura de agit-prop parecida a la que Adolfo Su¨¢rez y Josep Meli¨¢ montaron hace mil a?os en UCD. La tienda de Zapatero es m¨¢s efectiva con los p¨²blicos concretos. Aunque Camps juega con un virus muy efectivo en su mensaje universal: "Qu¨¦ mal nos trata Zapatero". Por si acaso el jueves apost¨® en las Cortes por la molienda frente a Joan Ignasi Pla, a sabiendas de que como ¨²nica alternativa a s¨ª mismo en el PSPV-PSOE lo prefiere d¨¦bil para cuando tenga que batirse en duelo con Sevilla o Puig.
www.jesusmontesinos.es
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