Roma, del celuloide al asfalto
La Fontana de Trevi de Fellini, el cine de Nanni Moretti y otros rincones de pel¨ªcula
El cine es un arte urbano. Desde la salida de los obreros de la f¨¢brica Lumi¨¨re, las pel¨ªculas han mostrado las ciudades de una forma distinta del resto de las manifestaciones art¨ªsticas. Ya se ha hablado muchas veces del Nueva York de Woody Allen y Martin Scorsese, el Madrid de Pedro Almod¨®var o la Roma de Federico Fellini. Lo cierto es que cada uno de estos directores ha ido creando una urbe particular, con elementos de la realidad, pero tambi¨¦n con mucho de su propia imaginaci¨®n y experiencia. Sin embargo, el imaginario urbano colectivo no lo crean s¨®lo los grandes cineastas, sino tambi¨¦n otras pel¨ªculas m¨¢s populares.
En muchos de los quioscos romanos es f¨¢cil comprar dos p¨®steres: en uno, Anita Ekberg se ba?a en la Fontana de Trevi; en el otro, Gregory Peck lleva en su Vespa a Audrey Hepburn. Evidentemente, se trata de La dolce vita, de Fellini, y de Vacaciones en Roma, de William Wyler.
Muchos a?os despu¨¦s hay otra Vespa famosa, la que conduce Nanni Moretti en Caro Diario por barrios de la ciudad como Garbatella, sin que se lleguen a ver los habituales monumentos tur¨ªsticos. Por cierto, Moretti se encuentra a su musa Jennifer Beals -la de Flashdance- en la muralla Aureliana, muy cerca de donde se le apareci¨® Jesucristo a san Pedro mientras hu¨ªa de Roma.
Pero volviendo a la historia de la princesa y el periodista, ambos recorren todos los lugares t¨ªpicos y t¨®picos, como la inevitable Fontana de Trevi, objeto de una cinta filmada ya en 1896 por un operador de Lumi¨¨re y protagonista de Creemos en el amor, extra?a traducci¨®n de Three coins in the Fountain. Otro lugar cinematogr¨¢fico es el Pante¨®n, donde en un inexistente caf¨¦ al lado del edificio, la protagonista fuma su primer cigarrillo -eran otros tiempos y los personajes pod¨ªan fumar-.
Lugares t¨ªpicos
En esa misma plaza, el anciano protagonista de la terrible Umberto D tiene que ponerse a pedir limosna. Y en El vientre del arquitecto, de Peter Greenaway, despu¨¦s de una cena en la plaza, los comensales, delante del Pante¨®n, le aplauden, porque, como dice uno de ellos, "la buena arquitectura siempre debe aplaudirse".
Otro lugar de cine: la plaza de Espa?a, en la que la princesa
se come un helado, y por donde unos soldados nazis pasan en formaci¨®n al principio de Roma, ciudad abierta, estableciendo con un solo plano el tiempo y el espacio de la narraci¨®n.
En el T¨ªber, bajo el castillo de Sant'Angelo y sobre una barcaza donde bailan los Hepburn y Peck, en las orillas del r¨ªo est¨¢n las prostitutas de Las noches de Cabiria; adem¨¢s, por all¨ª un padre y su hijo buscan desesperados una bicicleta en El ladr¨®n de bicicletas.
Y, por ¨²ltimo, la Bocca della Verit¨¤, la cara de piedra con un agujero en su boca que, seg¨²n cuenta la leyenda, si uno miente y mete la mano, la perder¨¢, como parece sucederle a Peck, aunque todo sea una broma tonta del periodista.
Antes se hablaba de Fellini, y lo cierto es que la mayor¨ªa de sus pel¨ªculas que suceden en Roma est¨¢n rodadas dentro de los estudios de Cinecitt¨¤ (Via Tuscolana, 1055). No es f¨¢cil acceder a este emporio creado por Mussolini, porque a¨²n se construyen ficciones en sus terrenos y afortunadamente los italianos no han convertido sus estudios en parques tem¨¢ticos. Dentro se pueden ver los restos de Ben-Hur, el Casanova de Fellini, Gangs of New York... En una de sus paredes cuelgan cuadros de los escen¨®grafos que han trabajado en el estudio, es decir, los mejores de la profesi¨®n; entre ellos hay un cuadro firmado por el espa?ol Benjam¨ªn Fern¨¢ndez, unos bocetos de P¨¢nico en el t¨²nel, porque aquel subterr¨¢neo neoyorquino por el que vagaba Sylvester Stallone tambi¨¦n se construy¨® entero en Cinecitt¨¤.
Si adem¨¢s de recorrer los lugares donde se rodaron las pel¨ªculas, interesa leer libros de cine, en Roma se encuentra una de las librer¨ªas m¨¢s antiguas dedicadas al espect¨¢culo, Il Leuto (Via di Monte Brianzo, 86), al lado del T¨ªber. En este peque?o local, entrando a la derecha, est¨¢n las estanter¨ªas con los vol¨²menes dedicados al teatro, y a la izquierda, los de cine; vale la pena visitarla por su aspecto algo vetusto y con un ambiente peculiar.
Librer¨ªas del s¨¦ptimo arte
Si se desea una librer¨ªa m¨¢s moderna -aunque casi nada es moderno en el centro de Roma- y m¨¢s grande, el lugar es Fahrenheit 451 (Campo de Fiori, 44), rodeada de trattorias, en una de las plazas m¨¢s bellas de la ciudad; es un establecimiento con libros de otros temas, pero con especial dedicaci¨®n al s¨¦ptimo arte. El reci¨¦n creado Festival de Cine de Roma tiene su sede en uno de los edificios modernos m¨¢s interesantes de la ciudad. El Auditorium Parco della Musica es obra de Renzo Piano; sus tres salas cubiertas por cascarones de madera, que se asemejan a cascos de barco invertidos, tuvieron que desplazarse cuando, al hacer el movimiento de tierras, se descubri¨® el yacimiento de una villa romana. La soluci¨®n fue mantenerlo e incluir las piezas halladas en un peque?o museo que se encuentra en el propio interior del auditorio.
Ya que se empezaba con Nanni Moretti, bueno ser¨¢ acabar con ¨¦l. Sacher es una tarta de chocolate y tambi¨¦n el nombre de la productora de Moretti, pero adem¨¢s, en el Trastevere, muy cerca de Porta Portese -donde se celebra un inmenso rastro los domingos-, hay un edificio de dos plantas, el Nuovo Sacher (Via Largo Ascianghi, 1), el cine de Moretti. Inaugurado en 1991, en su sala se proyectan las pel¨ªculas m¨¢s comprometidas, siempre en versi¨®n original. Con suerte, quiz¨¢ se pueda ver el jard¨ªn trasero, lleno de gatos, y un maravilloso anfiteatro con sillas met¨¢licas azules; en verano proyectan pel¨ªculas al aire libre.
Cada uno nos llevamos una Roma diferente despu¨¦s de haberla visitado, pero en todas ellas se encuentran esas im¨¢genes que vimos en la pantalla y que son dif¨ªciles de olvidar.
Jorge Gorostiza. (Santa Cruz de Tenerife, 1956) es arquitecto e investigador cinematogr¨¢fico; su ¨²ltimo libro es Gerardo Vera, reinventar la realidad (Fundaci¨®n Autor de la SGAE)
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- www.comune.roma.it.- Turismo de Roma (0039 06 48 89 91 y0039 06 82 05 91 27; www.romaturismo.it).C¨®mo ir- Ida y vuelta a Roma (tasas y gastos incluidos) con aerol¨ªneas de bajo coste: Easyjet (www.easyjet.com;807 26 00 26), desde Madrid, a partir de 48,98 euros; Vueling (902 33 39 33; www.vueling.com), desde Madrid y Barcelona, a partir de 50 euros; Ryanair (www.ryanair.com; 807 22 00 32), desde Madrid y Barcelona, 25,98 euros. Vuelan tambi¨¦n a Roma Iberia (902 400 500; www.iberia.com), con ofertas de 109 euros desde Madrid y 72 desde Barcelona; Alitalia (www.alitalia.es; 902 100 323), desde Barcelona a partir de 99, y Air Europa (www.aireuropa.com; 901 40 15 01), desde Madrid, a partir de 123,83.Visitas- El Auditorium Parco della Musica (www.auditorium.com;0039 06 80 24 12 81). Pietro de Coubertin, 30. Reserva de entradas 0039 199.109.783.- Cinecitt¨¤ (www.cinecitta.com; www.cinecittaworld.it). Los escenarios s¨®lo se pueden visitar una vez al a?o, en la Noche en Blanco.- Festival de Cine de Roma (www.romacinemafest.org; 0039 06 454 68 37 90). Del 18 al 27 de octubre. Las entradas (entre 3 y 10 euros por pel¨ªcula) se pueden comprar online.
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