Impresiones camino de Esauira
Un viaje de ocho d¨ªas del exotismo de Marraquech a las playas de la costa atl¨¢ntica
Cinco adultos, seis ni?os, ocho d¨ªas, dos destinos (Marraquech y Esauira) y un ¨²nico objetivo: intentar que todo el mundo lo pase bien.
Casi 1.500 kil¨®metros al sur de Madrid, nuestra ¨¦poca parece retornar siglos atr¨¢s, y el orden y la asepsia occidentales se transforman en un ex¨®tico caos de aromas ¨¢rabes. En Marraquech pasaremos casi tres d¨ªas; tiempo suficiente para que los que todav¨ªa no conocen la ciudad tengan un primer e interesante contacto con ella, y los que ya han estado all¨ª alguna vez recuperen todas sus esencias. Entre la amplia oferta de hoteles funcionales, grandes hoteles de lujo y otros con encanto (riad), nosotros nos hemos inclinado por esta ¨²ltima opci¨®n. Los riads son antiguas casas palacio construidas alrededor de bellos patios o jardines interiores, con fuentes, que se han transformado en peque?os establecimientos hoteleros.
Hacemos un recorrido por los principales lugares que no habr¨ªa que dejar de ver para hacerse una idea de lo que es y ofrece Marraquech: el circuito de las murallas, deteni¨¦ndose en algunas de sus puertas m¨¢s importantes; el jard¨ªn de Agdal, enorme y precioso, repleto de olivos, naranjos, higueras..., que los reyes almor¨¢vides crearon en el siglo XII; la Kutubia, una de las m¨¢s hermosas mezquitas no s¨®lo de Marruecos, sino de todo el mundo ¨¢rabe (su minarete es uno de los grandes s¨ªmbolos de la ciudad y una de las m¨¢s exquisitas obras de su tiempo, torre pr¨¢cticamente gemela a la posterior giralda de Sevilla), y el mausoleo de los pr¨ªncipes Saad¨ªes, que exhibe algunas de las decoraciones en madera de cedro y mosaico m¨¢s ricas y delicadas de Marraquech.
Entre los muchos palacios que tambi¨¦n merece la pena visitar est¨¢n los de El Badi, Bahia y Dar si Said. M¨¢s all¨¢ de las murallas, habr¨ªa igualmente que conocer el jard¨ªn de Majorelle, un delicioso lugar lleno de estanques, palmeras, buganvillas..., creado en los a?os veinte por el pintor franc¨¦s Jacques Majorelle; La Mamunia, un hotel construido en 1923 y que hoy sigue siendo uno de los m¨¢s suntuosos palacios del mundo, y, finalmente, el jard¨ªn de La Menara, que, entre otras cosas, posee un gigantesco estanque en el que por la noche se realizan llamativos espect¨¢culos de luz y sonido.
Despu¨¦s de esta agitada jornada, los chavales se quedan en la piscina del hotel y los mayores aprovechan para pasear por la quintaesencia de Marraquech: el zoco y la bulliciosa y singular¨ªsima plaza de Yemaa el Fna.
Al d¨ªa siguiente, muy temprano, y mientras los dem¨¢s todav¨ªa duermen, uno tiene un par de horas para curiosear c¨®mo se despierta Marraquech, y c¨®mo se inicia todo en la gran plaza y en el zoco. Restos de la noche anterior por todas partes, carromatos repletos de enormes pir¨¢mides de naranjas, y bereberes vestidos de blanco que te ofrecen un delicioso zumo reci¨¦n exprimido; limpiabotas que aguardan impacientes a que lleguen los zapatos generosos que les ayudar¨¢n a subsistir; carros repletos de higos secos, d¨¢tiles, almendras..., que exhiben con orgullo colorista y geom¨¦trico su tentadora mercanc¨ªa.
Esauira-Mogador, la playa
Acabada nuestra estancia en Marraquech, nos vamos a Esauira, a un centenar de kil¨®metros hacia la costa atl¨¢ntica. La ciudad actual, m¨¢s all¨¢ de las murallas, no deja de crecer, mientras la Esauira de siempre est¨¢ confinada en el interior del recinto fortificado que alberga la vieja medina; desde 2002, Esauira es patrimonio de la humanidad.
Del sitio de Esauira se tiene noticia desde el siglo VIII antes de Cristo, cuando los fenicios ya recalaban en sus costas. M¨¢s tarde, en el siglo I, Esauira y sus islas se hicieron famosas por su producci¨®n de p¨²rpura. Un tipo de molusco llamado murice segrega la sustancia que coloc¨® durante siglos a Esauira en un destacado lugar dentro del mapa del Imperio Romano.
M¨¢s tarde, el emplazamiento pas¨® a ser bereber y conocido como Amogdur, hasta que, a partir del siglo XV, los portugueses lo toman como base de su comercio africano y lo rebautizan como Mogdura. Tiempo despu¨¦s, los espa?oles lo llamaron Mogador. La actual denominaci¨®n de Esauira, que quiere decir lugar fortificado, se la dio Mohammed Ben Abdal¨¢ en el siglo XVIII, cuando transform¨® y amurall¨® el enclave.
En Esauira, los hoteles m¨¢s funcionales y al gusto occidental est¨¢n m¨¢s all¨¢ de las murallas. Sin embargo, los alojamientos con m¨¢s car¨¢cter y sabor son los riads, situados dentro de la Ciudadela. Como en el interior de la medina y en todo el recinto amurallado, no est¨¢ permitido circular con veh¨ªculos. Para trasladar el equipaje es preciso utilizar el servicio de porteadores que, con carretillas o carros, se mueven por el intrincado mundo de angostos pasadizos y callejuelas de la medina vieja.
Esauira tiene una preciosa y casi inacabable playa que se inicia al final del puerto y se prolonga en direcci¨®n sur hasta donde la vista pierde cualquier referencia. La arena es fina y dorada, y los alisios hacen de la zona un aut¨¦ntico para¨ªso para la pr¨¢ctica o el aprendizaje del windsurf y el kitesurt, hacer footing matinal o caminatas vespertinas, o dar largos paseos diurnos o nocturnos en caballo o dromedario. Otra sugerente opci¨®n es alquilar un quad para disfrutar de una larga y maravillosa excursi¨®n por las dunas que flanquean la playa.
Ya en la ciudad, en cualquier momento del d¨ªa, los paseos por la medina dar¨¢n la oportunidad de curiosear toda clase de tiendas, puestos y tenderetes, y de comprar alguna pieza de fina marqueter¨ªa en la que los artesanos de la zona son especialistas. En la juder¨ªa o por los viejos zocos y casbahs, es posible que nos crucemos con alg¨²n grupo de m¨²sicos y danzantes interpretando antiguas canciones bereberes.
Ca?ones del siglo XVIII
Una vuelta por las murallas viendo la magn¨ªfica colecci¨®n de ca?ones del siglo XVIII o la visita al puerto nos dar¨¢n la ocasi¨®n de disfrutar de algunos de los momentos y algunas de las im¨¢genes m¨¢s espectaculares y con m¨¢s sabor de todo el viaje.
El puerto de Esauira es uno de esos lugares que inspiran y siempre dejan ver algo distinto y sorprendente. Los viejos barcos pesqueros de apariencia arcaica se amontonan en apretadas formaciones junto a un ej¨¦rcito de peque?as barcas que, en abigarradas acumulaciones, lo llenan todo de desgastados blancos y azules.
El puerto est¨¢ poblado por la m¨¢s ruidosa y numerosa colonia de gaviotas imaginable. Ingr¨¢vidas como cometas, se columpian en el aire, esperando el descuido de un pescador o el despiste de alg¨²n vendedor callejero, para arrebatarles cualquier pieza o despojo.
Hacia el suroeste, escasamente a media hora en lancha desde el puerto, se encuentra la isla de Mogador. Cuenta con una fortificaci¨®n, una mezquita y una antigua prisi¨®n; pero, sobre todo, alberga, juntamente con el resto de las islas de la P¨²rpura, una de las mayores reservas de halcones de Eleanora del mundo.
Ya de vuelta a la medina, podemos tomar un respiro visitando un hamann, el t¨ªpico ba?o moro donde relajarte, recibiendo un agradable masaje. Un buen sitio es el del hotel L'Heure Blue, un riad relais ch?teaux que, en cualquier caso, merece la pena visitar para tomar algo o cenar, porque pasa por ser el mejor establecimiento de Esauira.
Si quedan tiempo y ganas, podemos realizar alguna excursi¨®n por las proximidades de la ciudad. Relativamente cerca est¨¢ Diabat, peque?o pueblecito bereber donde vivi¨® Jimi Hendrix y lugar de cita de los hippies de la ¨¦poca. Algo m¨¢s lejos est¨¢ Safi, una interesante poblaci¨®n costera con fortaleza portuguesa del siglo XVI. A 170 kil¨®metros hacia el sur, Agadir, una moderna ciudad y un tradicional destino tur¨ªstico desde los a?os sesenta. Y si lo que preferimos es un lugar un poco m¨¢s lejano, pero muy evocador, est¨¢ Sidi Ifni, la capital de la antigua provincia espa?ola del S¨¢hara Occidental.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- Turismo de Marruecos en Espa?a (915 42 74 31; 934 53 20 38; www.turismomarruecos.com).- www.essaouira.com.- www.essaouiratourisme.com.C¨®mo ir- Easyjet (www.easyjet.com; 807 26 00 26) vuela a Marraquech desde Madrid, a partir de 52,98 euros. - Air Europa (www.aireuropa.com; 902 40 15 01), ida y vuelta desde Madrid y Barcelona, a partir de 101,24 euros, tasas y cargos incluidos. - Iberia (www.iberia.com; 902 40 05 00), vuelos directos desde Madrid y Barcelona, 113 euros. - Royal Air Marroc (www.royalairmaroc.com;902 21 00 10) vuela desde Madrid y Barcelona. Ida y vuelta desde Madrid, a partir de 103,17 euros, todo incluido.- Ryanair (www.ryanair.com; 807 220 032), a partir del 2 de noviembre, entre Girona y Marraquech, ida y vuelta, desde 98,56 euros.Visitas- La Kutubia. Ave Mohammed V.- El jard¨ªn de Majorelle (www.jardinmajorelle.com; 00212 024 30 18 52). Yacub al Mansur.- El jard¨ªn de La Menara (00212 024 30 18 52). Avenida de la Menara (al oeste de Hivernage).- El jard¨ªn Agdal. Entrada gratuita. Abre de 8.30 a 17.30.
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