Treinta y tres metros bajo tierra
La curiosa catedral de la Sal, en una mina cercana a Bogot¨¢
Existen muchas catedrales, las hay g¨®ticas y barrocas, peque?as y majestuosas, pero todas tienen en com¨²n que el sol y la lluvia pueden alcanzar sus muros. Todas, excepto una: la catedral de la Sal de Zipaquir¨¢, en Colombia, construida en una mina, en las profundidades de una monta?a.
Zipaquir¨¢ se encuentra en la sabana de Bogot¨¢, a 49 kil¨®metros de la capital. El centro hist¨®rico de la localidad es elegante, con iglesias y casas coloniales de amplios balcones y calles de adoquines. Aunque es conocida por sus minas de sal -m¨¢s del 70% de este producto que se consume en el pa¨ªs sale de aqu¨ª-, lo que la ha hecho m¨¢s famosa es la catedral.
Seg¨²n la historia, fue Daniel Rodr¨ªguez, un minero de principios del siglo XX, quien tuvo la idea de hacer una Virgen en terracota para rendirle culto dentro de la mina. De esta adoraci¨®n surgi¨® la idea de construir un templo en honor de Nuestra Se?ora del Rosario de Guas¨¢, patrona de los mineros. En 1951 comenzaron las obras bajo la direcci¨®n del arquitecto Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Concha. La explotaci¨®n de las salinas se realiza por medio de un sistema de c¨¢maras y socavones en el interior de la mina, y Zipaquir¨¢ se distingue por tener tres niveles de explotaci¨®n. La primera catedral fue construida en el primer nivel, aprovechando las c¨¢maras y pilares ya existentes, que fueron convertidos en naves y columnas para reproducir la arquitectura de las iglesias cristianas. Pero debido a la explotaci¨®n desordenada comenzaron los derrumbes, que obligaron al cierre definitivo del lugar en 1992.
Pero la catedral de la Sal ya hab¨ªa hecho historia y no se pod¨ªa renunciar a ella. As¨ª pues, tras un concurso en el cual fue seleccionado el proyecto del arquitecto Roswell Garavito Pearl, comenz¨® la construcci¨®n de la nueva catedral, que fue ubicada en el tercer nivel de explotaci¨®n e inaugurada en 1995.
M¨²sica sacra
Apenas atravesada la entrada, un t¨²nel conduce a las profundidades. Para no perderse en el laberinto de pasillos y escaleras, un gu¨ªa dirige el recorrido. La catedral es enorme, y sus naves alcanzan los 10 metros de ancho, 16 de altura y hasta 72 de largo. Sugestivas luces artificiales iluminan el trayecto, animado por m¨²sica sacra.
La catedral est¨¢ dividida en tres sectores. El primero comprende el V¨ªa Crucis, donde se encuentran las 14 estaciones simbolizadas con cruces (algunas en bajorrelieve) y que est¨¢n se?aladas por n¨²meros romanos tallados en madera y pintados de color oro. El segundo sector est¨¢ formado por la c¨²pula, de 11 metros de altura, de la cual penden peque?as estalactitas; el coro, circular y tallado completamente en la roca salina, y el atrio que da entrada a la iglesia. Aqu¨ª, el gu¨ªa invita a elegir entre tres caminos: el de los puros, el de los pecadores perdonados o el de los impuros. Una vez elegido el camino llegamos al tercer sector, situado a 33 metros de profundidad y formado por tres grandes naves. La del nacimiento cuenta con una pila bautismal tallada en roca salina y un pesebre cuyas esculturas, como la mayor¨ªa de las de la catedral, est¨¢n hechas en piedra arenisca (la roca salina no permite tallas minuciosas). En la nave de la muerte y resurrecci¨®n destaca la Sagrada forma, hecha en vidrio. Pero la m¨¢s impresionante es la nave central, con sus cuatro columnas de ocho metros de di¨¢metro y la obra La creaci¨®n de Ad¨¢n, en m¨¢rmol de Carrara, que homenajea el fresco de Miguel ?ngel en la Capilla Sixtina. Resalta adem¨¢s la cruz del altar mayor, con 16 metros de alto y 10 de ancho. En esta nave, adem¨¢s de las ceremonias religiosas, se realizan conciertos sinf¨®nicos.
El recorrido dura una hora, y cuando volvemos afuera, a la luz solar, podemos tropezar con un minero que sale del trabajo, porque en otra parte, la mina sigue activa. Si no existieran los carteles indicativos, ser¨ªa f¨¢cil pasar de largo sin conocer el prodigio que se esconde en el vientre de esta mina.
Karla Su¨¢rez (La Habana, 1969) es autora de La viajera (Roca, 2005) y Silencios (Lengua de Trapo, 1999)
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- Catedral de la Sal de Zipaquir¨¢ (www.catedraldesal.gov.co; 00571 852 98 90). Visitas a la catedral, de 9.00 a 16.30 (los fines de semana, hasta las 17.00). Entrada, 4,20 euros (ni?os, la mitad). Entrada al Museo de la Salmuera, 0,50 euros.- Municipio de Zipaquir¨¢ (www.zipaquira.gov.co).- Turismo de Colombia (www.turismocolombia.com).
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