Toma 20.000 d¨®lares y pierde
Un ex mafioso explica c¨®mo se ama?an las apuestas en el tenis tras el 'esc¨¢ndalo Davidenko'
Janko Tipsarevic es un lector compulsivo. El tenista fil¨®sofo, le llaman. Un tatuaje con firma de autor recorre su cuerpo. "La belleza salvar¨¢ el mundo", que dijo Dostoievski. Dos palabras salen de su boca mientras aprieta el paso cada vez que un desconocido se le acerca y le ofrece "hacer un buen negocio". "?Por favor!", contesta escandalizado Tipsarevic, un tenista bueno pero no buen¨ªsimo, que gana dinero pero no much¨ªsimo dinero. El objetivo perfecto de la mafia de las apuestas ilegales. Igual que Dmitri Tursunov, que la semana pasada admiti¨® que durante el Master de Madrid le hab¨ªan prometido dinero por dejarse ganar. Lo mismo que el argentino Mart¨ªn Vasallo Arg¨¹ello, cuyo partido de agosto frente al ruso Nikol¨¢i Davidenko est¨¢ bajo sospecha: el ruso, n¨²mero cuatro, se retir¨® lesionado cuando ganaba. Nadie pensaba que Vasallo pudiera vencerle. Y, aun as¨ª, alguien apost¨® millones a esa posibilidad, usando una casa de apuestas por Internet... ?cuando Davidenko ya hab¨ªa ganado el primer set! El tenis, dicen los cr¨ªticos, est¨¢ cercado por la mafia.
El tenis, como deporte individual, es "extremadamente susceptible" de ser usado para apuestas
Davidenko se retir¨® lesionado despu¨¦s de que alguien apostase millones a que perd¨ªa el partido
"Hay varios factores que controlan la cantidad de dinero que se le ofrece al jugador", explica a EL PA?S Michael Franzese, antiguo capo mafioso de la familia Colombo en Nueva York. "Si est¨¢ endeudado, puede limpiar esa deuda en un solo partido, o m¨¢s. Si no est¨¢ en esa situaci¨®n, la mayor¨ªa de atletas universitarios estar¨ªan en 10.000 d¨®lares. ?se era el m¨ªnimo que ofrec¨ªamos a un jugador. Parece ser una cifra atractiva. Por supuesto, el que hace la oferta conoce c¨®mo es el jugador y sabe por adelantado qu¨¦ cifra captar¨¢ su atenci¨®n. Un tenista con un ranking bajo morder¨ªa el anzuelo de los 20.000 d¨®lares por un solo partido", contin¨²a. "Entrarles a los grandes jugadores, a los grandes nombres, tiene muy poco sentido, a no ser que se hayan enterrado en deudas de juego. Si no est¨¢n endeudados, ?cu¨¢l ser¨ªa su incentivo para ama?ar un partido? Ganan suficientes d¨®lares. Adem¨¢s, hay mucha atenci¨®n y escrutinio alrededor de esos grandes nombres y sus partidos. Recuerde, la idea es ganar ventaja en el partido sin llamar la atenci¨®n de las autoridades".
Franzese conoce a Rafael Nadal. Tambi¨¦n a Roger Federer. Se reuni¨® con ellos y los mejores tenistas del mundo durante el Master de Miami. Franzese ha estado en la c¨¢rcel. Ha dejado atr¨¢s su imagen de mafioso estilo Miami Vice, gafas de sol a?os ochenta y americana a juego. Ahora da conferencias sobre los peligros de un dinero tentador: es libre de impuestos y suele superar, por una derrota en primera ronda, lo que ese mismo jugador lograr¨ªa llegando a semifinales. La ATP le ha contratado.
"Las apuestas en el tenis eran el gran elefante en la habitaci¨®n", dice De Villiers, m¨¢ximo dirigente de la ATP. "Pues bien, el elefante ha salido fuera". "Hace tiempo que reconocimos que las apuestas por Internet eran una amenaza para la integridad, no s¨®lo del tenis, sino de cualquier deporte, y nos lo tomamos muy en serio. Tenemos programas rigurosos. Y multas severas. Podemos multar a un jugador hasta con 100.000 d¨®lares y toda la vida sin jugar. Cr¨¦anme, si encontramos a alguien, sea quien sea, se le impondr¨¢ la pena m¨¢xima. Va a haber tolerancia cero".
El problema del tenis es estructural. Como deporte individual, es "extremadamente susceptible" de ser usado para apuestas. "Un objetivo ideal", seg¨²n Franzese. El fen¨®meno de las apuestas es legal y global. Llega a todo el mundo a trav¨¦s de los ordenadores. Y, seg¨²n varias quejas de tenistas, su versi¨®n ilegal entra en los torneos por el mismo cauce: hay entrenadores que viven enchufados a Internet en las zonas de descanso.
"Les ha pasado a muchos jugadores", le dijo Tursunov a Sports Illustrated. "No s¨¦ si es la misma persona, pero creo que todos los jugadores son contactados. Y, contestemos lo que contestemos, es un problema".
?C¨®mo se identifica a un jugador susceptible de cooperar con la mafia? "Si un tenista empieza a hacer apuestas con un corredor ilegal, es muy posible que ¨¦ste se halle conectado con gente del crimen organizado", contesta Franzese. "En ese caso, el jugador ser¨ªa identificado como un objetivo potencial. Si ese jugador tuviera deudas con el corredor, que seguramente continuar¨ªa extendiendo su cr¨¦dito hasta que la deuda fuera muy grande, le visitar¨ªa alguien del crimen organizado para ofrecerle tres opciones: pagar, dejarse ganar o visitar el hospital. Si aceptan dejarse ganar para pagar su deuda, est¨¢n acabados, atrapados, y nunca podr¨¢n salir de ah¨ª. Su carrera entera est¨¢ en riesgo y, posiblemente, m¨¢s que eso. El potencial de que eso acabe mal es real. Es mi experiencia tras 17 a?os en ese tipo de vida".
"A nadie deber¨ªa sorprender que a los profesionales de cualquier deporte se les aproxime con este asunto", argumenta Kris Dent, portavoz de la ATP; "lo importante es lo que hacen cuando eso ocurre". "Nos tomamos este asunto muy en serio y, tras investigar toda la informaci¨®n que se nos ha presentado, hemos concluido que no hay ning¨²n problema de corrupci¨®n en nuestro deporte", a?ade Dent, quien reconoce que la ATP ha pedido consejo al organismo que vigila las apuestas de caballos en el Reino Unido. Adem¨¢s, se ha contratado a investigadores privados para esclarecer el caso Davidenko-Vasallo Arg¨¹ello. "Nunca he apostado en mi vida", dice el ruso. "Es muy duro que se diga eso de m¨ª. Ahora, todos los fans me ven como un mal t¨ªo".
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