Gordon Brown renuncia a anticipar las elecciones ante el auge de la oposici¨®n
El primer ministro brit¨¢nico da marcha atr¨¢s debilitado por una crisis creada por ¨¦l mismo
Gordon Brown descart¨® ayer la convocatoria de elecciones anticipadas en el Reino Unido. La decisi¨®n es una bomba pol¨ªtica tan significativa como si hubiera convocado los comicios: supone una tragedia para ¨¦l y le deja pol¨ªticamente debilitado en su partido y ante la opini¨®n p¨²blica. Ante su partido, porque las especulaciones que ¨¦l mismo ha alentado han restaurado la moral y expectativas de los tories. Ante la opini¨®n p¨²blica, porque tanto al impulsar como al renunciar a los comicios ha parecido m¨¢s preocupado por s¨ª mismo que por el inter¨¦s nacional.
Cameron y Osborne pueden convertirse en la pareja Blair-Brown de los conservadores
Seg¨²n las encuestas, el primer ministro se arriesgaba a perder los comicios
Las elecciones no s¨®lo han quedado descartadas para este oto?o, sino tambi¨¦n para la pr¨®xima primavera. La fecha m¨¢s probable parece ahora la primavera de 2009, aunque legalmente pueden ser en 2010, cuando expira la legislatura. Brown no hizo ayer m¨¢s que sacarse la cuerda que ¨¦l mismo se hab¨ªa enrollado al cuello en las ¨²ltimas semanas. En una entrevista al periodista de la BBC Andrew Marr, que ser¨¢ emitida hoy pero cuyo pasaje m¨¢s significativo fue divulgado ayer, Brown confirm¨® su decisi¨®n de renunciar a anticipar las elecciones. "Tengo una visi¨®n para el cambio en el Reino Unido y quiero ense?ar a la gente c¨®mo el Gobierno la est¨¢ aplicando", argument¨®.
La verdad es un poco menos grandiosa. El ¨¦xito del congreso de los conservadores en la semana que ahora acaba, mostr¨¢ndose compactos detr¨¢s de su l¨ªder, David Cameron, y logrando un inmediato repunte en los sondeos, hizo dudar por primera vez al primer ministro, al que los asesores m¨¢s veteranos advert¨ªan contra la euforia de asesores m¨¢s j¨®venes y le recordaban los peligros de convocar unas elecciones en oto?o sin que hubiera m¨¢s explicaci¨®n que las buenas perspectivas del partido del Gobierno.
El factor definitivo que ha decidido a Brown a descartar los comicios han sido los sondeos sobre las circunscripciones en las que el voto est¨¢ m¨¢s ajustado. El Partido Laborista ha hecho sus propios an¨¢lisis, pero tambi¨¦n el diario News of The World, que hoy publica un sondeo en el que los conservadores aventajan a los laboristas por seis puntos en esas circunscripciones marginales (44% a 38%).
Eso significa que Brown hubiera tenido muchos problemas para mejorar su actual mayor¨ªa de 60 de diputados y que incluso se arriesgaba a perder las elecciones. En ese caso se hubiera convertido en el primer ministro m¨¢s breve de la historia del Reino Unido tras el tory George Canning (1827), que muri¨® a los 119 d¨ªas de haber sido nombrado.
Gordon Brown, cuya imagen subi¨® como la espuma en el momento de acceder al cargo tras a?os esperando la jubilaci¨®n pol¨ªtica de Tony Blair, puede haber arruinado su prestigio de forma quiz¨¢s irreversible, aunque ahora tiene por delante mucho tiempo para recuperarse.
"Estaba andando sobre el agua y ahora est¨¢ hundido", explic¨® gr¨¢ficamente el ex pol¨ªtico conservador Michael Portillo. Brown no se ha ahogado, no est¨¢ pol¨ªticamente muerto, pero sin duda ha arruinado la luna de miel que viv¨ªa con la prensa y con el p¨²blico. Ahora se parece m¨¢s al Brown de antes de llegar al 10 de Downing Street. El patinazo cuestiona la fama de competente que siempre ha tenido.
Ha quedado debilitado ante la opini¨®n p¨²blica porque ha arruinado uno de los aspectos que m¨¢s le hab¨ªan empujado al alza en los ¨²ltimos meses: su compromiso de renunciar al llamado spin, la manipulaci¨®n de la agenda medi¨¢tico-pol¨ªtica.
El rumor de elecciones, hasta convertirse en fiebre, fue esparcido por su gente y ¨¦l mismo ha colaborado a extenderlo: por pasiva, al no desmentirlo; y por activa, con gestos electoralistas como su viaje a Bagdad en medio del congreso conservador para anunciar una simb¨®lica, por esperada, reducci¨®n de tropas en Irak, rompiendo el pacto no escrito de no reventar informativamente el congreso del partido rival y expandiendo la fiebre de elecciones anticipadas.
El retraso en las elecciones permite a Gordon Brown consolidar su imagen como primer ministro y le da tiempo al partido laborista para preparar una respuesta a la atractiva propuesta de reducci¨®n de impuestos lanzada esta semana por los tories.
Pero su mayor efecto ha sido quiz¨¢s reforzar al d¨²o que forman David Cameron y George Osborne al frente del Partido Conservador. Cameron llegaba al congreso de Blackpool debilitado por el mete¨®rico ascenso de los laboristas en los sondeos desde junio, tras el nombramiento de Brown como primer ministro. El ala derecha del partido, que no comulga con el programa centrista de Cameron pero no ten¨ªa m¨¢s remedio que aceptarlo porque hab¨ªa llevado al partido hacia arriba, hab¨ªa empezado a cuestionarle p¨²blicamente. Incluso Osborne, el joven canciller del Exchequer (Tesoro) en la sombra, parec¨ªa dispuesto a distanciarse de Cameron.
Pero el peligro de elecciones anticipadas oblig¨® al partido cerrar filas. Osborne encandil¨® a las bases tories con una propuesta para recortar cerca de 5.000 millones anuales en impuestos y Cameron redonde¨® la faena clausurando el congreso con un atrevido discurso sin notas. Cameron y Osborne pueden convertirse en la pareja Blair-Brown de los buenos tiempos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.