Bombas en direcci¨®n contraria
Tr¨¢fico considera que la conducci¨®n 'kamikaze' es fruto del error o la enajenaci¨®n
El agente Rub¨¦n, silencioso y cavilante, apenas se altera cuando recuerda al ¨²ltimo individuo que detuvo por desafiar el sentido de la circulaci¨®n. Fue el pasado mes de enero. Lo localizaron por las pantallas, cruzaron sus c¨®digos, -"?Alfa Charlie!"-, desplazaron a los coches patrulla y presionaron los botones adecuados de sus veh¨ªculos oficiales.
El agente avanz¨® y vio al conductor, que estaba "acurrucadito y con una gran borrachera"
"Es curioso, pero casi siempre el que se salva es el que va mal", dice un guardia civil
Entonces, la autopista qued¨® congelada en el sentido correcto, la madrugada se llen¨® de destellos de colores y el agente Rub¨¦n avanz¨®, cubierto por sus compa?eros, hacia el veh¨ªculo rebelde, que ya se hab¨ªa detenido en el arc¨¦n. No se ve¨ªa a nadie. El guardia avanz¨® con sigilo y entonces s¨ª lo vio. Estaba reclinado en el asiento. Dormido y roncando, "acurrucadito y con una borrachera tremenda".
El sargento Queipo, que durante el servicio no tiene nombre propio, mueve ciego el dedo ¨ªndice por el salpicadero del coche patrulla. Ya lo tiene. La pantalla l¨ªquida se ha fijado en la frecuencia musical apropiada: Kiss FM. El motor arranca y el agente Rub¨¦n, natural de B¨¦jar, provincia de Salamanca, se abrocha el cintur¨®n. Comienza la jornada. Una ruleta "impredecible" que les mantendr¨¢ ocho horas patrullando, arriba, abajo y por los costados, en la autov¨ªa A-3.
"Esto no son matem¨¢ticas", advierte el sargento Queipo, 20 a?os al volante de un veh¨ªculo de la Guardia Civil de Tr¨¢fico. "Nunca sabes lo que te vas a encontrar", insiste, antes de enmarcar unos de sus aforismos acu?ados en dos d¨¦cadas de asfalto: "Nada es raro en la carretera. Hay cosas que no son frecuentes... pero nada sorprende".
Por ejemplo, como Rub¨¦n en enero, ni se inmutan si se topan con alguien que circula a contramano. "Pasa bastante ¨²ltimamente", confirma el sargento sopesando el adverbio. La percepci¨®n a pie de obra del mando de la Guardia Civil, que se las sabe todas, coincide con las estad¨ªsticas no oficiales de los distintos organismos: "Ha aumentado en los ¨²ltimos dos meses", explica un funcionario de Tr¨¢fico. S¨®lo en septiembre hubo tres casos: murieron cuatro personas. Todos los fallecidos fueron los de los coches que iban en la direcci¨®n correcta. "Es curioso", vuelve a tirar de experiencia el sargento Queipo, "casi siempre el que se salva es el que va mal". Las ¨²ltimas estad¨ªsticas datan de 2004 y se?alan 91 casos en toda Espa?a que acabaron en los jueces.
"?Quiero aclararlo de una vez: los conductores kamikaze son una leyenda! Son gente que se equivoca o que tiene problemas mentales", zanja el director general de Tr¨¢fico, Pere Navarro.
"No hay kamikazes, ?me entiende? Eso lo usan los medios", explica con la voz cargada de paciencia el comandante Seco, de la Guardia Civil. Son, insisten, CCC. ?sa es la terminolog¨ªa adecuada: CCC (conductores en circulaci¨®n contraria).
Las cifras hablan de que m¨¢s del 95% de los implicados en estos casos, o sea, los CCC, transporta en la sangre mucho m¨¢s alcohol que el permitido (0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado). Beben y se emborrachan. Despu¨¦s se despistan. O deciden que su vida ya no vale la pena -"y la de los otros tampoco, son unos criminales", apostilla Ana Mar¨ªa Campo, presidenta de la asociaci¨®n Stop Accidentes- y se lanzan retando a las se?ales invertidas que encuentran a su paso suicida.
"Algunos se dan cuenta y cuando llegamos ya han dado la vuelta", explica el sargento Queipo. Tampoco es raro, dice, que las llamadas que advierten de que hay un CCC sean falsas. Hay camioneros que lanzan alarmas para que la patrulla se desplace y no les pille a ellos. Otros, tras ver el operativo que despliegan los agentes -varios coches se ponen a su altura avis¨¢ndoles- se detienen sin que suceda nada. "Se quedan fr¨ªos, muy asustados. En realidad se han confundido", describe el sargento Queipo, que viendo los recovecos de "su" autopista, se pregunta: "?C¨®mo se podr¨¢n confundir, si a veces es dificil¨ªsimo y hay que hacer hasta maniobras?".
Por ejemplo, la chica que el pasado 27 de septiembre se estamp¨® en direcci¨®n contraria en la carretera de Castilla contra un BMW cuyo conductor, de 19 a?os, falleci¨®. Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados, ve "casi imposible" que fuera un error. "Era m¨¢s dif¨ªcil ir mal que bien", se?ala. Arnaldo compara la alarma que desatan los kamikazes con "un aviso de bomba". Una bomba que ya casi nunca es por una apuesta, como sucedi¨® a finales de los ochenta y que motiv¨® el primer cambio de legislaci¨®n al respecto en 1989. Ahora, llega el segundo: los infractores tendr¨¢n tiempo para reflexionar. Podr¨¢n pasar hasta cinco a?os en la c¨¢rcel.
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