La previsi¨®n se confirma
Hace ya meses, antes de que sobreviniera la crisis del mercado del cr¨¦dito, que los analistas venimos detectando un cambio suave de tendencia (de fase c¨ªclica) en la econom¨ªa espa?ola, com¨²n al conjunto de pa¨ªses desarrollados, pero que en nuestro pa¨ªs tiene el a?adido de la correcci¨®n del exceso de oferta de vivienda. La contabilidad nacional del segundo trimestre certific¨® dicho cambio con una ligera desaceleraci¨®n del PIB, que no hubiera sido significativa en otras circunstancias, pero que s¨ª lo es en la actual. En efecto, ha terminado el tercer trimestre y, aunque falta informaci¨®n importante por conocer, podemos constatar que esa desaceleraci¨®n ha continuado, m¨¢s o menos en los t¨¦rminos que hab¨ªa previsto el consenso de analistas, que contemplaba un crecimiento interanual del PIB del 3,8%, dos d¨¦cimas menos que en el trimestre anterior. Veamos los indicadores m¨¢s relevantes disponibles.
El consumo se desacelera y el sector exterior no toma el relevo de la demanda interna
Comenzando por los m¨¢s robustos, que son los de la oferta y el empleo, tenemos la fuerte desaceleraci¨®n de la producci¨®n industrial, con un crecimiento medio en julio-agosto del 0,8%, frente al 2,4% en el segundo trimestre y 4,2% en el primero (gr¨¢fico izquierdo). Es un dato importante y preocupante, pues el sector industrial, que parec¨ªa estar reemplazando a la construcci¨®n como motor del crecimiento, se para. Los datos de la construcci¨®n m¨¢s representativos o coincidentes con la actividad real, como el consumo de cemento o el empleo en el sector (gr¨¢fico central), tambi¨¦n muestran una pronunciada tendencia a la baja hasta el tercer trimestre, y los de car¨¢cter adelantado, como los visados y las viviendas iniciadas, auguran que tal tendencia continuar¨¢ en los pr¨®ximos. Los indicadores de producci¨®n de servicios son bastante heterog¨¦neos, pero si tomamos el indicador sint¨¦tico de servicios del MEH, vemos que el sector en su conjunto ha mantenido pr¨¢cticamente estable su crecimiento, lo cual es muy importante, pues dicho sector supone el 60% del valor a?adido bruto total.
A falta de conocer los datos de la EPA del tercer trimestre, los de la afiliaci¨®n a la Seguridad Social confirman, desde la ¨®ptica del empleo, la desaceleraci¨®n de la producci¨®n. Como se ve en el gr¨¢fico derecho, el crecimiento de los afiliados alcanz¨® un m¨¢ximo del 3,5% en el primer trimestre del a?o, para reducirse despu¨¦s al 3,2% y 2,9% en los dos trimestres siguientes, respectivamente. Esta ¨²ltima tasa nos indica que el aumento del empleo sigue siendo notable, pero que se aproxima ya al que registra la poblaci¨®n activa (incorporaciones netas de nuevos trabajadores al mercado laboral), lo que significa que ya no hay apenas margen para que descienda el paro, a no ser que se desacelere la poblaci¨®n activa, algo improbable a corto plazo. Esto y el hecho de que los inmigrantes regularizados en los a?os anteriores puedan registrarse, si devienen parados, como demandantes de empleo, explica que el paro registrado, en t¨¦rminos desestacionalizados, cambiase su tendencia descendente en el segundo trimestre y haya continuado al alza (con altibajos en agosto y septiembre) en el tercero.
Desde el punto de vista de la demanda, los indicadores van m¨¢s retrasados y son menos robustos, pero todo indica que el consumo se desacelera y que el sector exterior no toma el relevo de la demanda interna. En resumen, mi primera estimaci¨®n es que el crecimiento de la econom¨ªa espa?ola se ha reducido dos o tres d¨¦cimas en el tercer trimestre respecto al 4% registrado en el segundo.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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