Paletorro
Lo ¨²nico que no le perdono a Jos¨¦ Coronado es que haya llamado "paletorro" al doctor Grissom, el padre sabio de la criatura. Todo lo dem¨¢s se puede tolerar: que la serie RIS de la cadena espa?ola Telecinco sea un remake del RIS (Delitti imperfetti) de la Telecinco italiana, que a su vez es plagio mediterr¨¢neo de ese CSI norteamericano que desde hace temporadas lidera las audiencias globales, incluidas las nuestras. Incluso le perdono a Coronado que para esta ocasi¨®n se haya disfrazado de ejecutivo hortera de la city de Mil¨¢n (traje de luto con camisa negra, corbata gris) y que le otorgue m¨¢s importancia a la ciencia blanda de la psicolog¨ªa que a las ciencias duras del siglo XXI.
Pero Grissom, ante todo, es cualquier cosa menos "paletorro" y su ¨¦xito mundial no reside en solucionar m¨¢s casos criminales que el mism¨ªsimo Sherlock Holmes utilizando ciencias diversas (no s¨®lo la l¨®gica, la psicolog¨ªa y las huellas dactilares), sino toda la Ciencia. El doctor Grissom y el doctor House, desde sus rigurosas metodolog¨ªas, saben muy bien de lo que hablan y sus ¨¦xitos mundiales tienen mucho m¨¢s que ver con las ¨²ltimas conclusiones de laboratorio que con las oportunistas declinaciones locales de sus respectivos g¨¦neros televisivos.
La gran diferencia entre Grissom y Coronado, o entre House y Hospital Central, es que en cada cap¨ªtulo nos conectan y sincronizan de la misma manera que las revistas de divulgaci¨®n tipo Science o Nature, mientras que este RIS berlusconiano o los dramas cl¨ªnicos de nuestros hospitales caseros, ay, est¨¢n muy al margen de esa famosa comunidad cient¨ªfica a la que siempre se refiere Eduardo Punset con tanta reverencia.
El doctor Grissom es justamente lo contrario a un "paletorro", querido Coronado, y de la misma manera que lo es el doctor House en su lucha contra las supersticiones m¨¦dicas. Pero dispuestos a comparar, que es de lo que se trata, estos o parecidos remakes espa?oles ante todo son muy paletos y encima no aportan nada a las series originales. Excepto dar trabajo a nuestros actores.
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