El Pacto de la Vivienda pretende generar 150.000 empleos, tantos como pisos sociales
No fue antes de fin de junio, ni de las vacaciones, ni de que acabara septiembre, como afirmaron en su momento los responsables de Medio Ambiente y Vivienda. Ha costado, pero al final se ha logrado el consenso y el Pacto Nacional por la Vivienda 2007-2016 se firm¨® ayer en un pomposo acto que se celebr¨® en el Sal¨® Sant Jordi del Palau de la Generalitat. S¨®lo faltaron los dos principales partidos de la oposici¨®n, CiU y el PP. El resto de los 34 agentes sociales, desde C¨¤ritas hasta los promotores, pasando por los sindicatos, los colegios profesionales, las cajas de ahorro, las cooperativas de vivienda social y los vecinos, se reunieron en torno a una gran mesa para estampar la firma.
El gran escollo para lograr el acuerdo ha sido la discusi¨®n en paralelo de la Ley del Derecho a la Vivienda
El documento prev¨¦ una inversi¨®n directa de 8.200 millones de euros y estima la indirecta en 14.400 millones
CiU y el PP no se suman al consenso por su rechazo al alquiler forzoso de pisos vac¨ªos que prev¨¦ la ley en tr¨¢mite
El consejero de Medio Ambiente y Vivienda y jefe de cocina del pacto, Francesc Baltasar, estaba exultante ante lo que calific¨® de "hoja de ruta para resolver el principal problema del pa¨ªs". Baltasar record¨® que el pacto busca movilizar suelo para construir 250.000 pisos sociales, y de ¨¦stos, levantar 160.000 en 10 a?os, y lleva aparejada una inyecci¨®n de 8.200 millones de euros. El consejero estim¨® que generar¨¢ una inversi¨®n indirecta de 14.400 millones, cifras que permitir¨¢n crear 150.000 puestos de trabajo. Ayer, Baltasar ni siquiera quiso dar importancia a la negativa de CiU y el PP a firmar: "Son ellos quienes no est¨¢n y ellos quienes deben explicar por qu¨¦ se han desmarcado". El consejero s¨ª quiso reconocer p¨²blicamente el trabajo de la secretaria de Vivienda, Carme Trilla, en la consecuci¨®n del acuerdo.
El presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, se felicit¨® por un documento que "da respuesta colectiva a un problema colectivo" y destac¨® que todos los agentes "han cedido en alg¨²n detalle", al tiempo que apuntaba que "en el pacto cabe todo el mundo". "Los que est¨¢n aqu¨ª", dijo, "y los que por alguna raz¨®n no est¨¢n". De acuerdo con las grandes cifras del pacto, si se cumplieran todos los retos, dentro de una d¨¦cada se habr¨ªan beneficiado de sus medidas 800.000 familias catalanas. "Una de cada cuatro", subray¨® Baltasar.
No es exagerado afirmar que el de ayer fue un acto emotivo, que acababa con muchas semanas de fren¨¦ticas negociaciones y en el que no faltaron algunos de los responsables del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda que participaron en su gestaci¨®n y la de la Ley del Derecho a la Vivienda, que se est¨¢ tramitando en el Parlament, como el ex consejero y hoy diputado Salvador Mil¨¤, y el ex secretario de Vivienda y hoy directivo de la inmobiliaria Habitat Ricard Fern¨¢ndez.
El gran obst¨¢culo para lograr el consenso en el pacto ha sido precisamente la ley en tr¨¢mite, un texto en teor¨ªa independiente pero que en realidad ha sido utilizado como moneda de cambio por no pocos interlocutores. Como los promotores, que como patronal del ladrillo presionaron para rebajar las exigencias inicialmente previstas para los privados en las cesiones de suelo urbano para construir vivienda social, y en el lado opuesto, los sindicatos, que no dieron el s¨ª al pacto hasta que se aseguraron por escrito de que no se eliminar¨ªa el alquiler forzoso de viviendas vac¨ªas de la normativa que est¨¢ a punto de aprobarse. De hecho, la comisi¨®n que debe aprobar en ponencia el dictamen del texto se reunir¨¢ ma?ana por la tarde.
Su ponente relatora, la diputada Dolors Clavell (ICV), destac¨® ayer que si ambos textos han costado tanto y han sido tan pol¨¦micos y cuestionados es "porque tocan en lo m¨¢s hondo y quieren cambiar las cosas". En el resto del arco parlamentario, Miquel Iceta (PSC) defendi¨® el pacto para "dar respuesta a un gran problema" y critic¨® "la falta de sentido de la derecha catalana" al no firmar, y Joan Ridao (ERC) se?al¨® que "no hay ninguna excusa" para no firmar un documento "excelente" y calific¨® de electoralista la postura de CiU y el PP.
Quien, desde la oposici¨®n, s¨ª se ha sumado al pacto es Ciutadans. Su presidente, Albert Rivera, quiso diferenciar el pacto de la ley como dos herramientas que tienen caminos distintos. Pese a la adhesi¨®n al pacto, Rivera record¨® que votar¨¢ en contra de la ley por la misma raz¨®n que CiU y el PP: el alquiler forzoso.
Los grandes n¨²meros del Pacto por la Vivienda
- Movilizar suelo para levantar 250.000 pisos sociales, 160.000 de ¨¦stos en una d¨¦cada.
- Lanzar al mercado de alquiler 62.000 viviendas del parque desocupado mediante ayudas a la rehabilitaci¨®n e incentivos fiscales y garant¨ªas a sus propietarios.
- Ayudas directas al pago de la renta a 140.000 familias.
- Rehabilitaci¨®n de 300.000 viviendas.
- Instalaci¨®n de 10.000 ascensores.
- Ayudas para mejorar la accesibilidad y el estado de las viviendas de 35.000 personas mayores y 35.000 personas con discapacidad.
- Subvenciones para 60.000 hogares que est¨¢n en riesgo de quedarse sin una vivienda digna por motivos econ¨®micos.
- Erradicaci¨®n del fen¨®meno de los 'sin techo' y de la sobreocupaci¨®n con ayudas a 23.000 personas.
- Principio de solidaridad urbana: prev¨¦ que dentro de 20 a?os el 15% del parque de primeras residencias de todos los municipios sean viviendas de alquiler.
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