Tortura y otras violencias
El pasado d¨ªa 1 este peri¨®dico difundi¨® la noticia del posible enjuiciamiento de 13 funcionarios penitenciarios por los presuntos malos tratos infligidos a casi una treintena de presos de la c¨¢rcel de Quatre Camins tras los sucesos de abril de 2004. Se incluye entre ellos a los entonces director y subdirector m¨¦dico de la prisi¨®n. Los relatos de los internos, que en alg¨²n caso extrae el art¨ªculo, son estremecedores y parecen de otros tiempos. Sin embargo, se han producido aqu¨ª y ahora, y en su d¨ªa pudieron salir a la luz gracias al trabajo de algunas organizaciones sociales de defensa de los derechos humanos. Posteriormente, la justicia y el constante trabajo del equipo de abogados han ido tejiendo el camino de un proceso penal que esperamos que esclarezca estos episodios aberrantes.
Deber¨ªan realizarse visitas sin previo aviso a c¨¢rceles, comisar¨ªas y centros de menores
Lamentablemente, la investigaci¨®n que en su d¨ªa inici¨® el Departamento de Justicia concluy¨® con un archivo que dejaba en la impunidad unos hechos tan graves pese a reconocer que 26 presos hab¨ªan sufrido numerosas y acreditadas lesiones a manos de unos funcionarios a quienes esa investigaci¨®n administrativa no hab¨ªa alcanzado a identificar ni en un solo caso. Resulta absolutamente imprescindible, tambi¨¦n para el buen nombre de los profesionales penitenciarios que cumplen correctamente con su trabajo, que se establezcan las responsabilidades de quienes abusaron presuntamente de su posici¨®n para maltratar -en ocasiones brutalmente- a los presos cuya custodia les corresponde. Asimismo, ¨²ltimamente hemos tenido conocimiento de nuevos episodios de malos tratos en la c¨¢rcel de Bri?as que est¨¢n siendo investigados.
Antes del verano la prensa tambi¨¦n reflej¨® -esta vez incluso con im¨¢genes- los malos tratos causados en una comisar¨ªa de los Mossos d'Esquadra a un hombre y a una mujer detenidos. Asimismo, el ¨²ltimo Informe de la Coordinadora estatal para la Prevenci¨®n de la Tortura se?ala que en 2006 Catalu?a est¨¢ por primera vez a la cabeza de denuncias por torturas y malos tratos en toda Espa?a (v¨¦ase: www.prevenciontortura.org).
?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?C¨®mo es ello posible? Estas y similares preguntas se escuchan ¨²ltimamente. ?Hay algo que pueda hacerse para frenar, prevenir y sancionar semejantes formas de violencia institucional? S¨ª, hay caminos que recorrer en esa direcci¨®n.
El 22 de junio de 2006 entr¨® en vigor el Protocolo Facultativo de la ONU a la Convenci¨®n contra la Tortura. Entre algunas de las novedades m¨¢s sobresalientes cabe se?alar la creaci¨®n, a¨²n no realizada, de los llamados "mecanismos nacionales de prevenci¨®n" de la tortura y de los malos tratos. Especialmente prev¨¦ este protocolo que los Estados descentralizados como el espa?ol puedan crear mecanismos independientes como el se?alado. Estos mecanismos tendr¨¢n la facultad de visitar peri¨®dicamente todos los centros de privaci¨®n de libertad y realizar informes p¨²blicos con observaciones y recomendaciones. El Estado espa?ol es uno de firmantes de esta nueva normativa internacional que ha entrado en vigor, pero a¨²n no se ha desarrollado.
Despu¨¦s de haber realizado durante a?os una campa?a para la ratificaci¨®n del citado protocolo, esta Coordinadora para la Prevenci¨®n de la Tortura, tanto la estatal como la catalana, viene trabajando para que se pongan en funcionamiento los mecanismos de inspecci¨®n se?alados a fin de que se cumpla lo que manda el derecho positivo vigente. En este sentido, la coordinadora catalana ha presentado formalmente al Parlament, a los departamentos de Justicia e Interior y al S¨ªndic de Greuges, una propuesta concreta para la realizaci¨®n de esos mecanismos.
La asunci¨®n de competencias por parte de la Generalitat en numerosas materias que afectan a la privaci¨®n de libertad, justifica plenamente la creaci¨®n de estos mecanismos para las visitas de, al menos, los centros penitenciarios, los de menores, las dependencias de los Mossos d'Esquadra, de las polic¨ªas locales y de las unidades psiqui¨¢tricas penales. De acuerdo con el protocolo antes citado, que es un tratado internacional con plena validez jur¨ªdica, las visitas deben realizarse sin previo aviso y en estrictas condiciones de privacidad e independencia.
Esta ¨²ltima nota, la independencia -tan citada en la norma internacional-, creemos que s¨®lo puede garantizarse plenamente si son los organismos de la sociedad civil, con una acreditada trayectoria en materia de lucha contra la tortura, los que integren y trabajen efectivamente en los citados mecanismos nacionales de prevenci¨®n. Crear estos mecanismos sin el concurso efectivo de las organizaciones mencionadas ser¨ªa rebajar y devaluar absolutamente las expectativas que despierta la nueva normativa internacional.
El paradigm¨¢tico caso de las presuntas torturas de Quatre Camins sali¨® a la luz p¨²blica por el trabajo de las organizaciones sociales. ?stas tienen ahora la posibilidad, prevista en el nuevo ordenamiento jur¨ªdico, de trabajar con m¨¢s herramientas en la lucha por la erradicaci¨®n de la lacra comentada. Las autoridades pol¨ªticas tienen ya el proyecto presentado por esta coordinadora. La respuesta que se d¨¦ a ello, como todo el proceso de implementaci¨®n de los mecanismos de prevenci¨®n, ser¨¢ el escenario de representaci¨®n en que cada parte mostrar¨¢ su mayor o menor voluntad de trabajar en la direcci¨®n apuntada. La coordinadora catalana no trabaja s¨®lo en el ¨¢mbito de la denuncia -¨¢mbito imprescindible, desde luego-, sino tambi¨¦n en el de las propuestas positivas. Esperemos que, en esta ocasi¨®n, las autoridades pol¨ªticas sean verdaderamente sensibles a estas propuestas. Evitar episodios como el de las presuntas torturas en Quatre Camins se convierte en un aut¨¦ntico imperativo de una sociedad democr¨¢tica y de un Estado transparente.
I?aki Rivera y Montserrat Munt¨¦ son integrantes de la Coordinadora Catalana para la Prevenci¨®n de la Tortura, integrada por 17 entidades.
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