Poussin y sus paisajes morales
El Museo de Bellas Artes de Bilbao muestra c¨®mo plasm¨® el pintor franc¨¦s la naturaleza
Las escenas b¨ªblicas, la mitolog¨ªa cl¨¢sica y los pasajes de la historia antigua se ven en algunas pinturas de Nicolas Poussin (1594-1665), el fundador del clasicismo franc¨¦s, rodeadas de un paisaje imponente. La armon¨ªa de un entorno imaginado o los elementos que el ser humano se muestra incapaz de dominar protagonizan la exposici¨®n Poussin y la naturaleza, que ayer se inaugur¨® en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. "Cuentan una historia, son paisajes que al final de su vida se llenan de contenido moral", explic¨® Pierre Rosenberg, comisario de la muestra y presidente-director honorario del Museo del Louvre.
La exposici¨®n se acerca por vez primera a la forma en que Poussin abord¨® el paisaje a trav¨¦s de 32 pinturas y 53 dibujos. Entre estos ¨²ltimos se encuentra una colecci¨®n cuya atribuci¨®n a Poussin debaten a¨²n los especialistas. Tras pasar por Bilbao, Poussin y la naturaleza ir¨¢ al Metropolitan de Nueva York.
Poussin llev¨® a sus cuadros alusiones a la mitolog¨ªa, la literatura y la historia antigua
Rosenberg ha ordenado las obras cronol¨®gicamente. En su juventud, Nicolas Poussin utiliz¨® el paisaje como fondo de escenas sensuales, bajo la influencia del rico colorido de Tiziano, Giorgione o Bellini. A partir de 1630, el pintor, ya afincado en Roma, la ciudad donde desarroll¨® la parte m¨¢s importante de su carrera, empez¨® a dar m¨¢s importancia a la naturaleza, convertida en un espect¨¢culo grandioso que llega a eclipsar las figuras.
Con el paso de los a?os, Poussin se transform¨® en un artista m¨¢s meditativo. Sus paisajes ganaron protagonismo en las composiciones y se cargaron de un tono melanc¨®lico. Los "paisajes heroicos", con sus reflexiones sobre las vicisitudes del ser humano, dan paso en la exposici¨®n a los "paisajes po¨¦ticos", realizados en los ocho ¨²ltimos a?os de su vida. El autor alcanz¨® entonces el punto m¨¢s alto en el uso simb¨®lico de la naturaleza para plasmar valores morales, destaca el comisario. Las encinas, por ejemplo, aluden a la fuerza y el coraje; los ¨¢lamos se relacionan con el duelo.
Rosenberg advirti¨® de que la pintura de Poussin es dif¨ªcil. El artista, quien recibi¨® el calificativo de pintor-fil¨®sofo, realiz¨® intrincadas composiciones, llenas de alusiones a la mitolog¨ªa, la literatura y la historia. Descifrarlas, subray¨® el comisario, requiere cierta formaci¨®n -"nunca insistiremos suficiente en la importancia de la escuela", repet¨ªa- y tiempo. "No son cuadros de una mirada; se deben analizar lentamente porque incluyen los problemas del ser humano, la vida y la muerte", a?adi¨®. "Lo que hace Poussin es lo justo, sin excesos ni ambages".
Poussin fue valorado por sus contempor¨¢neos. Los reyes de Francia y Espa?a incorporaron sus pinturas a las colecciones reales y fue especialmente apreciado por los coleccionistas m¨¢s cultivados. Y ha sido, sobre todo, un pintor admirado por otros pintores, desde Delacroix a Ingres, Turner, Constable, Reynolds, C¨¦zanne, Matisse y Balthus. Picasso tambi¨¦n se interes¨® por su trabajo, pero m¨¢s por las figuras que por los paisajes.
El comisario de la exposici¨®n defendi¨® que los pintores "adoran" a Nicolas Poussin porque plantea las preguntas que todos los artistas se hacen. "Es un dios para otros pintores, porque est¨¢ mostrando c¨®mo emocionar, c¨®mo contar una historia sin palabras, s¨®lo con un pincel", explic¨®.
Una cita de C¨¦zanne le sirvi¨® a Pierre Rosenberg para avalarlo: "Quisiera, como Poussin, impregnar la hierba de raz¨®n y el cielo de llantos".
Babelia
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