El delegado del mill¨®n de euros
Jos¨¦ Mar¨ªa N¨²?ez reclama al Athletic mediante dos demandas la cantidad blindada en su contrato por despido improcedente y da?os f¨ªsicos y morales
El pr¨®ximo d¨ªa 25, los socios compromisarios del Athletic tendr¨¢n que decidir en asamblea ordinaria sobre un punto inusual en el orden del d¨ªa: la asunci¨®n o no de la demanda del ex delegado del primer equipo, Jos¨¦ Mar¨ªa N¨²?ez, que reclama el blindaje de su contrato tras ser despedido por la nueva junta directiva. El tema parecer¨ªa menor si no fuera porque Txato N¨²?ez ha presentado dos demandas en el Juzgado de lo Social y reclama 1.151.518,16 euros en virtud del contrato blindado que firm¨® en 1998 -ahora rescindido unilateralmente por el presidente, Garc¨ªa Macua- y por lo que considera da?os morales y f¨ªsicos causados por la negativa del club a aceptar dichas condiciones. Cada cual juega sus cartas: el ex delegado y ex jugador -milit¨® en el Athletic entre 1971 y 1986- ha acudido a los tribunales con los papeles de su contrato blindado y la junta directiva acude a los socios para que metan presi¨®n al ex empleado si finalmente es reprobado por la masa social.
El ex presidente Arrate dice que ¨¦l no ide¨® ni elabor¨® el documento, aunque s¨ª lo firm¨®
La duda, sin embargo, permanece. ?Qu¨¦ extra?a raz¨®n movi¨® a la junta directiva que entonces presid¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Arrate a blindar el contrato de un delegado? Es el gran misterio. Arrate asegura: "Yo ni ide¨¦ ni elabor¨¦ ese contrato, y no tengo de momento m¨¢s que decir". Reconoce que lo firm¨®, pero que no lo elabor¨®, lo que implica o a su antecesor, Txetxu Lertxundi, o a su sucesor, Javier Ur¨ªa. Lertxundi contrat¨® a N¨²?ez como empleado tras ganar unas elecciones en las que ¨¦ste fue un activo agente electoral. "Y hasta ah¨ª lleg¨® todo, con un sueldo muy normal en el club", afirma Lertxundi. Pero N¨²?ez tambi¨¦n tuvo id¨¦ntica actividad a favor de Ur¨ªa, que luego sucedi¨® a Arrate en el cargo.
Lo cierto es que N¨²?ez consigui¨® un contrato blindado insospechado para un empleado de ese nivel, y de esa manera se convirti¨® en el delegado de equipo mejor pagado probablemente del mundo. Am¨¦n del blindaje de su contrato, los emolumentos de su salario estaban pactados con un crecimiento que lleg¨® a exceder del IPC y que alcanzaron al final la cifra de 200.000 euros anuales, una cantidad extra?a en el nivel jer¨¢rquico de su cometido.
A efectos oficiales, el trabajo de un delegado tiene que ver con la log¨ªstica del equipo: plan de viajes, equipaje correcto, imprevistos, atenci¨®n a los ¨¢rbitros y sustituciones. A N¨²?ez esta labor le mereci¨® un contrato blindado que, por otra parte, fue una pr¨¢ctica habitual en la ¨¦poca de vacas gordas en el Athletic de los felices a?os noventa.
A¨²n perdura la reclamaci¨®n de cantidades del ex gerente, Fernando Ochoa, que tambi¨¦n firm¨® con Arrate un contrato vitalicio que le garantizaba una indemnizaci¨®n por su rescisi¨®n de 1,8 millones de euros y un sueldo vitalicio de 6.000 euros al mes. El ex gerente a¨²n pleitea por esa segunda cantidad no abonada por el Athletic y que pende sobre sus cuentas.
No es la ¨²nica. Una decisi¨®n unilateral de Fernando Lamikiz, presidente entre 2004 y 2006, para la contrataci¨®n del futbolista Iban Zubiaurre, de la Real Sociedad, se ha saldado, de momento, con una sentencia condenatoria contra el Athletic, que deber¨ªa abonar cinco millones de euros al conjunto donostiarra. El fallo est¨¢ recurrido por ambas partes y la Real reclama los 30 millones de euros que figuraban en su cl¨¢usula de rescisi¨®n. Sin duda, la decisi¨®n judicial es otra losa sobre las cuentas del Athletic.
Antes hubo otras. Por ejemplo, el fraude fiscal descubierto por la Hacienda foral en cuanto a los pagos a la plantilla (cantidades no declaradas), que ascend¨ªa a unos siete millones de euros (cuatro hab¨ªan prescrito cuando se advirti¨® el delito).
El pen¨²ltimo caso es el contencioso que mantiene la junta directiva con Julen Guerrero. Un desencuentro absoluto que vuelve a tropezar con una especial relaci¨®n contractual. Ni el jugador ni el club dan el paso que resuelva la indefinici¨®n. Hoy es un empleado sin trabajo. El coste del despido de Guerrero, sin embargo, ser¨ªa m¨¢s bajo que el del delegado. Demasiadas situaciones que derivan de casos o decisiones personales, casi todas gestadas en la bonanza de los 90 (con los primeros contratos televisivos) y los buenos resultados deportivos.
Hoy en d¨ªa, nadie sabe qu¨¦ extra?a raz¨®n pudo exigir un contrato blindado al delegado de un equipo. Lo ten¨ªa tambi¨¦n el m¨¦dico Sabino Padilla (otra de las v¨ªctimas de la actual directiva), que, sin embargo, renunci¨® al blindaje y acept¨® una rescisi¨®n a 45 d¨ªas por a?o trabajado. En su d¨ªa, con Lamikiz como presidente, tambi¨¦n Andoni Zubizarreta renunci¨® a parte de los emolumentos pactados cuando el presidente le anunci¨® su decisi¨®n de prescindir de sus servicios. Lo de N¨²?ez, el delegado del mill¨®n de euros, acabar¨¢ en el juzgado, pasando por la asamblea de socios. Todo un espect¨¢culo.
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