Un juez falla en contra de otra trabajadora con unas circunstancias parecidas

El caso de Luisa L¨®pez tiene otra cara. Su compa?era Silvia Rodr¨ªguez, que trabaja tambi¨¦n en el mismo servicio de bibliobuses desde 1996, no ha tenido tanta suerte con la justicia.

El 30 de mayo de 2004, Silvia dio a luz a mellizos y en septiembre de 2005 solicit¨® una reducci¨®n de su jornada continuada de una hora para entrar a las ocho de la ma?ana y salir a las dos de la tarde, en lugar de a las tres. Ese horario, como hab¨ªa ocurrido tambi¨¦n en el caso de Luisa, hab¨ªa sido permitido desde el 7 de enero por la misma subdirectora general de personal.

En marzo de 2006, justo despu¨¦s de la reuni¨®n de la Comisi¨®n T¨¦cnica de Bibliotecas, se le comunic¨® verbalmente que deb¨ªa cumplir su jornada partida en el horario de 10.30 a 18.30. Ante esa situaci¨®n impuesta, Silvia solicit¨® la reducci¨®n de jornada de dos horas para al menos salir a las 16.30 y, a la vez, interpuso una demanda en el Juzgado de los Social n¨²mero 26.

El juez, que considera esos hechos probados pese a que la letrada de la Comunidad asegur¨® que "nunca se hab¨ªa autorizado a la trabajadora a realizar una jornada continuada", desestim¨® sin embargo su demanda.

No presupuso, como s¨ª lo hab¨ªa hecho el magistrado que le toc¨® a Luisa, que el hecho de que se hubiera venido prestando un servicio adapt¨¢ndolo a las necesidades familiares de la trabajadora era suficiente para probar que no provocaba ning¨²n problema organizativo. Tampoco consider¨®, como s¨ª hizo el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en su argumentaci¨®n tras el recurso suplicatorio presentado por la Comunidad, la jurisprudencia existente con respecto a este tema tanto en el Tribunal Supremo como en el Tribunal Constitucional.

Muy al contrario, el juez que le toc¨® a Silvia entendi¨® que lo que ped¨ªa la empleada era un cambio de turno (jornada continuada frente a jornada partida) y no una reducci¨®n de jornada. Y consider¨® que la demanda "adolec¨ªa del defecto de inadecuaci¨®n del procedimiento". Seg¨²n este magistrado, "es incuestionable que en el servicio de bibliob¨²s rige horario partido de ma?ana y tarde". Y falla, advirtiendo de que no cabe interponer recurso alguno: "Que, desestimando la demanda interpuesta por do?a Silvia Rodr¨ªguez contra la Consejer¨ªa de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, debo absolver y absuelvo a la Administraci¨®n demandada de las pretensiones deducidas en su contra".

La realidad de Silvia ahora es bastante distinta de la que esperaba: "Me he tenido que pedir dos horas de reducci¨®n con la consecuente reducci¨®n de sueldo (400 euros menos) y contratar a una persona que est¨¦ en casa para que se ocupe de los ni?os mientras yo llego". "Adem¨¢s", dice, "con mellizos es complicado, y con un marido que trabaja en el mundo de la publicidad y no le veo el pelo. Si no est¨¢ de viaje, vuelve a las nueve de la noche a casa...".