Alemania paga por el dopaje de la RDA
El Comit¨¦ Ol¨ªmpico germano indemniza a 157 atletas por la trama delictiva del pa¨ªs comunista
Casi tres millones de euros para intentar compensar los ni?os que nacieron muertos. El c¨¢ncer. Los problemas psicol¨®gicos. Las medallas de oro. El odio y el desprecio de los vecinos. Los r¨¦cords.
El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Alem¨¢n (DOSB) anunci¨® ayer que indemnizar¨¢ con 2,9 millones de euros a 157 ex atletas, una m¨ªnima muestra de los 10.000 deportistas que fueron v¨ªctimas sin saberlo de la trama delictiva de dopaje dirigida por el gobierno de la extinta Rep¨²blica Democr¨¢tica alemana (RDA). Cada deportista, cada una de las 157 vidas rotas por las jud¨ªas azules, el Oral-Turinabol -un esteroide anabolizante que hizo de su existencia una tragedia y que convirti¨® a la RDA en una potencia mundial del deporte-, recibir¨¢ casi 20.000 euros.
Un estudio refleja que el n¨²mero de abortos entre ex atletas fue 32 veces m¨¢s alto de lo normal
El acuerdo definitivo ha tardado meses. El DOSB, como heredero del Comit¨¦ Ol¨ªmpico de la RDA, y Jenapharm, la farmace¨²tica que produc¨ªa masivamente el Oral-Turinabol, pactaron en diciembre de 2006 el pago de 3,2 millones en indemnizaciones. Desde entonces, tensa espera. Ex¨¢menes periciales de los cuerpos doloridos, las mentes transtornadas y las vidas rotas por los anabolizantes. Investigaciones m¨¦dicas para demostrar la uni¨®n entre enfermedad y dopaje en cada caso. Y 370.000 euros menos de los inicialmente pactados. No todos los atletas pasaron el corte, aunque el dinero se destinar¨¢ a un fondo para los casos especialmente graves.
Aceptar la indemnizaci¨®n implica renunciar a futuras reclamaciones. El drama, sin embargo, sigue vivo. La defensa, encabezada por el abogado Michael Lehner, bas¨® su estrategia en la presentaci¨®n de casos individuales. Pusieron ante las c¨¢maras a Ines Geipel, ex velocista transformada en escritora, que declar¨® que su r¨¦cord alem¨¢n con el cuarteto del relevo corto "no era justo para las nuevas generaciones". Que era un r¨¦cord impulsado por la qu¨ªmica. Y la qu¨ªmica, claro, produjo vidas tr¨¢gicas, como demuestra un estudio conducido por el historiador Giselher Spitzer, de la Universidad de Humboldt, a cuyas conclusiones preliminares ha accedido EL PA?S.
"Las consecuencias del dopaje masivo en la RDA fueron muy graves", explic¨® a trav¨¦s de un correo electr¨®nico Spitzer, que entrevist¨® a 52 atletas para su estudio. Las cifras asustan: un cuarto de los afectados desarroll¨® c¨¢ncer. El 93% presenta da?os ¨®seos. El 50% de las mujeres sufren enfermedades ginecol¨®gicas y, a causa de su aspecto masculino -fruto de los anabolizantes que, por ejemplo, generan bello en cara y pecho-, perdieron su identidad femenina. Veinte de los 52 atletas encuestados admitieron odiarse a s¨ª mismos por su aspecto. El 38% fueron declarados ps¨ªquicamente d¨¦biles y "muchos" admitieron haber pensado en el suicidio. El gran drama del dopaje en la RDA, sin embargo, lo vive la segunda generaci¨®n. Los hijos de los atletas. Los ni?os que como Corina, hija de la ex nadadora Jutta Gottschalk, nacieron ciegos. Seg¨²n el estudio de Spitzer, los hijos de los atletas enferman con una frecuencia m¨¢s alta que la media. Y el n¨²mero de abortos entre los 52 encuestados fue 32 veces m¨¢s alto que entre la poblaci¨®n normal.
Los deportistas de la Alemania comunista viv¨ªan militarizados. Se entrenaban en castillos, separados por sexos y deportes, aislados. S¨®lo importaban las marcas. Las ¨®rdenes de los entrenadores. La gloria de la RDA. Geipel record¨® sus a?os como atleta para este peri¨®dico en septiembre de 2006, cuando se inici¨® la demanda que culmin¨® en las indemnizaciones concedidas ayer. "Era una vida para el deporte. Madrug¨¢bamos y entren¨¢bamos hasta las ocho de la tarde. ?bamos con el entrenador, que era un viejo fr¨ªo, enfermo y alcoh¨®lico que no se enteraba de nada. ?bamos al fisioterapeuta, al psic¨®logo... form¨¢bamos parte de un gran programa m¨¦dico porque ¨¦ramos el grupo especial de sprinters. Todos los d¨ªas ten¨ªamos que ver al m¨¦dico, que era el que nos daba todo. ?l nos dec¨ªa: 'no comas esto, hoy es mal d¨ªa para vitaminas, come esto otro... y le hac¨ªamos caso porque quer¨ªamos mejorar y ganar", continu¨®. "El atletismo no es un deporte de grupo. Luchas s¨®lo por ti. Por eso no nos fij¨¢bamos en lo que les pasaba a los otros. Y nadie te dec¨ªa 'no me siento bien, tengo un problema' porque en atletismo no te puedes mostrar d¨¦bil".
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