El germen de la escultura
Figura clave en la reformulaci¨®n del campo de la escultura en el curso de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas y uno de los creadores espa?oles de su generaci¨®n que mayor reconocimiento han cosechado m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras, Susana Solano (Barcelona, 1946) ha venido dedicando, todo a lo largo de su trayectoria, una muy f¨¦rtil e insistente atenci¨®n a la cuesti¨®n del potencial impl¨ªcito en el di¨¢logo entre el imaginario escult¨®rico y la escena urbana. Una faceta decisiva dentro de la po¨¦tica de la artista que, sin embargo, no hab¨ªa sido hasta la fecha revisada en su conjunto, en inexcusable laguna que esta exposici¨®n viene ahora tan oportuna y como felizmente a colmar.
Comisariada por Clara Sol¨¤-Morales, responsable asimismo del muy sugerente y eficaz dise?o del montaje, la muestra desvela, a partir de sus maquetas, bocetos o fotomontajes originales, el germinar de las intervenciones de Solano en el espacio p¨²blico. Una secuencia que se abre a mediados de los ochenta, todav¨ªa en resonancia de la morfolog¨ªa del paisaje natural, con piezas como Anna o la poderosa versi¨®n de Colinas huecas para el Museo Utsukushigahara de Tokio, para de inmediato, con las dos propuestas, inicial y definitiva, para el Skulptur Projekte en M¨¹nster -cita de referencia que, junto a su participaci¨®n en S?o Paulo o la primera en Dokumenta, ese mismo verano de 1987, sit¨²an la temprana consagraci¨®n internacional de la artista catalana- dar paso ya a esa enigm¨¢tica y sofisticada par¨¢frasis arquitect¨®nica que recorre por entero, y no s¨®lo en la escala de lo p¨²blico, la invenci¨®n de su escultura. Una senda que se torna, en la etapa de las mallas, m¨¢s ingr¨¢vida, gr¨¢cil y transparente, como se nos muestra en las formulaciones ideadas para La balsa de la Medusa, hasta concluir, desmaterializada al fin en puro trazo de luz, en el muy atractivo subrayado de las estancias del Palacio de Pedralbes.
SUSANA SOLANO
Museo Colecciones ICO
Zorrilla, 3. Madrid
Hasta el 6 de enero de 2008
En rigor, la noci¨®n de "proyectos" que despliega esta propuesta se expande, a partir del eje principal de la intervenci¨®n escult¨®rica en el entorno urbano que ambos planos comparten, con inflexiones diversas en el marco de la propia exposici¨®n y en el del libro-cat¨¢logo publicado con ocasi¨®n de la misma. En el ¨¢mbito de la muestra, y como prolongando el umbral de intimidad asociado a la gestaci¨®n del desarrollo creativo al que las propias maquetas remiten, dicha expansi¨®n re¨²ne -am¨¦n de varios v¨ªdeos documentales sobre la ejecuci¨®n y ubicaci¨®n definitiva de algunos de los trabajos expuestos- componentes de orden muy diverso: conjuntos fotogr¨¢ficos que acotan una particular percepci¨®n del territorio, series de dibujos o de peque?os elementos modulares, en metal u otros materiales, que antes que como obras en s¨ª mismas se sit¨²an a modo de registros del proceso de ideaci¨®n del que brota finalmente, ya como concreci¨®n espec¨ªfica, la escultura. Y, junto a todo ello, otra vertiente igualmente poco conocida del hacer artista, que insiste a su modo en el horizonte de lo ¨ªntimo, a saber, una hermosa colecci¨®n de joyas que, mediante una suerte de inversi¨®n radical de la escala, viene a reformular, como visto ahora desde el extremo opuesto de un catalejo, el di¨¢logo entre la escultura y el cuerpo.
La publicaci¨®n por el contra
rio, que aporta un t¨ªtulo sin duda b¨¢sico a la bibliograf¨ªa de la artista y se articula en torno a un extenso estudio redactado por la arquitecta Marta Llorente, establece con pleno acierto una lectura que hace confluir por igual en el horizonte de propuestas de escultura p¨²blica de Susana Solano tanto las obras monumentales que corresponden a las maquetas reunidas por la exposici¨®n como aquellas instalaciones y piezas escult¨®ricas que, por su escala y orientaci¨®n estrat¨¦gica, establecen, con rango plenamente equiparable, ese di¨¢logo con la arquitectura, a partir de la inscripci¨®n en sus escenarios interiores.
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