El azar subvierte los museos
Los museos ya no son lo que eran porque se ha abandonado la idea de que eran para toda la eternidad. Hoy, hasta los m¨¢s necesariamente conservadores -como es el caso paradigm¨¢tico del Museo del Prado- est¨¢n empe?ados en cambiar a¨²n en el terreno en el que no pod¨ªan ni deb¨ªan cambiar, que es el de la exposici¨®n de las colecciones. Para captar todav¨ªa mejor la intensidad de ese cambio habr¨ªa que comparar las astucias de que se valieron las autoridades de hace 30 a?os para eludir el cumplimiento del deseo expreso de Picasso de que su Guernica fuese expuesto definitivamente en el venerable edificio de Juan de Villanueva, con la tranquilidad con la que actualmente promueven que los cuadros de la colecci¨®n del Prado se codeen con exposiciones de artistas espa?oles contempor¨¢neos o de fotograf¨ªas del artista igualmente contempor¨¢neo Thomas Ruff. Eso para no hablar de las audacias muse¨ªsticas que nos aguardan gracias a que nuestras autoridades han levantado la veda de lo inmutable all¨ª donde parec¨ªa a salvo de cualquier contingencia.
MARIO TORRES GARC?A
Galer¨ªa Elba Ben¨ªtez
San Lorenzo, 11. Madrid
Hasta el 15 de noviembre
EUGENIO AMPUDIA
Galer¨ªa Max Estrella
Santo Tom¨¦, 6. Madrid
Hasta el 3 de noviembre
Y para corroborar estos te
mores -o estas esperanzas- basta darse una vuelta por las exposiciones en Madrid de dos artistas que tienen en com¨²n la misma actitud subversiva ante el museo. El primero es el mexicano Mario Torres Garc¨ªa, quien proyecta en la galer¨ªa de Elba Ben¨ªtez un v¨ªdeo que incluye la c¨¦lebre secuencia de la pel¨ªcula Banda aparte, de Jean Luc Godard, en la que uno de sus personajes recorre el Museo del Louvre entero en apenas 9 minutos y 45 segundos. Bertolucci rindi¨® homenaje a esa secuencia en su pel¨ªcula Los so?adores y Torres Garc¨ªa tambi¨¦n lo ha hecho mostrando c¨®mo un tr¨ªo de j¨®venes corre vertiginosamente por las salas del Museo de Bellas Artes de M¨¦xico para imponer un nuevo r¨¦cord.
El segundo es Eugenio Am
pudia, quien incluye en su exposici¨®n el v¨ªdeo Impression. Soleil levant, el mismo t¨ªtulo de ese cuadro de Monet que dio pie a que a dichos pintores fueran calificados de impresionistas. El homenaje al impresionismo es evidente en la elecci¨®n de esas olas rompiendo contra unas rocas situadas cerca de la playa pero igualmente lo es el desparpajo con el que se trata a un museo como el benem¨¦rito Museo d'Orsay cuyas obras maestras, apiladas ilusoriamente junto a las rocas, son arrastradas por las olas de una en una a la playa. El museo ya no es solamente abierto y cambiante sino que, adem¨¢s, est¨¢ tan librado al azar como cualquier le?o arrastrado por las olas, nos viene a decir Ampudia con una obra que por lo mismo resulta muy reveladora.
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