"Sanidad se resiste a rehabilitar lesiones argumentando que es un problema social"
M¨¢s de 10.500 personas viven en Euskadi con da?o cerebral adquirido, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Una de las causas m¨¢s frecuentes es el traumatismo craneoencef¨¢lico causado por accidentes de tr¨¢fico, deportivos o laborales. Muchos son, por tanto, j¨®venes con una larga esperanza de vida que han de aprender a asumir y adaptarse a sus nuevas limitaciones. Una atenci¨®n sanitaria especializada e integral resulta imprescindible para ello pero, en Espa?a, donde la cifra global de afectados asciende a 210.600, s¨®lo Catalu?a y la Comunidad Valenciana cuentan con servicios concertados, y Madrid y Euskadi con centros privados. El psiquiatra Ignacio Quemada (Bilbao, 1962) dirige la Red Menni de Da?o Cerebral, un servicio del hospital religioso Aita Menni que atiende en el Pa¨ªs Vasco a una media de 300 pacientes anuales, provenientes de todo el norte de Espa?a.
"Ense?ar una t¨¦cnica concreta como andar o escribir es sencillo. Lo m¨¢s complicado es ayudar a entender, a sentir empat¨ªa"
"Habr¨¢ que ver c¨®mo se traduce a la realidad el principio de la ley de Dependencia del derecho universal a los servicios sociales"
Los pacientes con cuadros m¨¢s severos ingresan en la unidad hospitalaria que la red tiene en Mondrag¨®n, donde son tratados durante unos tres meses por un equipo multidisciplinar (logopedas, neuropsic¨®logos y fisioterapeutas, entre otras especialidades) que trata las diferentes secuelas que puede ocasionar la lesi¨®n: problemas de movilidad, de habla, de memoria, trastornos emocionales, cognitivos (dificultades de coordinaci¨®n y organizaci¨®n) y de conducta. "El 90% de los ingresados puede aprovechar nuestro programa terap¨¦utico. En el 10% restante nos centramos en asesorar a la familia para afrontar la situaci¨®n", explica Quemada.
Superada esta fase, el paciente es atendido de forma ambulatoria en el Centro de Neurorrehabilitaci¨®n de Bilbao: "Desde aqu¨ª podemos abordar el reaprendizaje de actividades cotidianas: viajar en metro, comprar el pan o el peri¨®dico, ir a la cafeter¨ªa solo..." Las t¨¦cnicas se centran en rehabilitar las funciones perdidas y, si no es posible, adaptarse al entorno sin ellas: los especialistas asesoran en el manejo de recursos que suplen la carencia y adaptan el hogar para que resulte m¨¢s f¨¢cil desenvolverse. "Ante p¨¦rdidas de memoria, les ense?amos a usar agendas o avisos del tel¨¦fono m¨®vil, y les pegamos en sitios visibles fotos con el contenido de los armarios, para que sepan donde tienen todo", precisa el psiquiatra. El centro se ayuda de tecnolog¨ªas como entornos de realidad virtual y sintetizadores de voz para mejorar estos m¨¦todos.
Muchos pacientes presentan conductas agresivas, incontinencia del llanto o de la risa o inhibici¨®n sexual. "El m¨¦todo que m¨¢s empleamos para controlarlas es el del premio y el castigo. Puede sonar infantil, pero es un recurso poderoso y, si lo pensamos, es del que parten medidas como el sistema de carn¨¦ por puntos", afirma. M¨¢s dif¨ªcil resulta combatir la apat¨ªa, otro trastorno frecuente: "Depende de la ductilidad del paciente. Podemos darle indicaciones para que haga tareas, pero si se resiste hay poco que hacer".
Los f¨¢rmacos s¨®lo se emplean en trastornos emocionales graves, como la depresi¨®n, porque "son menos pr¨¢cticos y humanos" que la psicoterapia. En el caso de que el paciente no sea consciente de su comportamiento, se recurre a grabaciones en v¨ªdeo, que a menudo son analizadas en din¨¢micas de grupo con otros pacientes. "Les permite darse cuenta de los comportamientos que no les gustan, y el feedback entre pacientes es m¨¢s valioso que lo que les puedan decir especialistas o familiares".
El centro tambi¨¦n trabaja con las familias e incluso con el entorno laboral o escolar del paciente. "Contactamos con los centros, y a veces ayudamos a decidir si el colegio al que iba el menor es el adecuado, porque en algunas escuelas la discapacidad se ve como algo enriquecedor, pero en otras molesta". El trabajo con las familias se reserva para los especialistas m¨¢s experimentados del equipo, a?ade: "Ense?ar una t¨¦cnica concreta como andar o escribir es sencillo. Lo m¨¢s complicado es ayudar a entender, a sentir empat¨ªa".
Pese a que la red se cre¨® en 1992 "con el convencimiento de que terminar¨ªa siendo un servicio p¨²blico", el Departamento de Sanidad "se ha mostrado muy resistente bajo el argumento oficial de que la discapacidad es un problema social", crtica el m¨¦dico. Alaba en cambio, a los servicios sociales vascos: "Aqu¨ª est¨¢n los centros de d¨ªa m¨¢s desarrollados de Espa?a".
La Red Menni cuenta con dos, en Bilbao y San Sebasti¨¢n, concertados con las diputaciones, que disponen de logopedas, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y neuropsic¨®logos que trabajan en programas especiales. El equipo de Quemada tambi¨¦n desarrolla dos l¨ªneas de investigaci¨®n para conocer m¨¢s sobre las alteraciones de conducta, y evaluar mejor las secuelas en funciones ps¨ªquicas y de conducta.
El psiquiatra espera que con la nueva Ley de Dependencia mejore en todo el pa¨ªs la atenci¨®n social a los afectados por lesiones cerebrales. "Introduce el derecho universal al acceso a los servicios sociales, lo que hasta ahora se consideraba algo opcional, pero habr¨¢ que ver c¨®mo se traduce a la realidad ese principio", sostiene.
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