Una ciudad sobre tuneladoras
Umberto Eco fabul¨® que las bocas de metro engullen a quienes por ellas se aventuran con promesas de viajes hacia mil lugares. Quiz¨¢ no sea cierto, pero s¨ª lo es que bajo tierra est¨¢ oculta parte de la historia: minas y minerales, viejas civilizaciones, restos de hombres que un d¨ªa miraron al sol de cara. Pero la tierra oculta tambi¨¦n miles de movimientos y quietudes. Sobre todo las ciudades que, desde tiempo ha, crecen bajo tierra. La acracia parisiense de 1968 cre¨ªa que bajo los adoquines de las calles hab¨ªa playas. Falso: hay alcantarillas, aparcamientos, s¨®tanos m¨¢s o menos utilizados. Y hay t¨²neles por los que se mueve la savia de la industria y los servicios: el hombre; t¨²neles que cruzan los metros y los trenes; a veces, incluso coches.
Las cocheras de Zona Franca y Can Zam est¨¢n pr¨¢cticamente listas y la tuneladora de El Prat se est¨¢ montando
El t¨²nel ya est¨¢ terminado en la zona de Santa Coloma y Badalona, un tramo que funcionar¨¢ a finales de 2009
La l¨ªnea 9 tendr¨¢ 48,191 kil¨®metros y ser¨¢ utilizada por unos 90 millones de pasajeros cada a?o
Barcelona construye ahora un t¨²nel de 48,191 kil¨®metros para una de las l¨ªneas de metro m¨¢s largas de Europa que mover¨¢ cada a?o 90 millones de personas. Ser¨¢ tan larga que tendr¨¢ dos nombres: l¨ªnea 9 y l¨ªnea 10, debido a que en sus dos extremos se bifurca y dirigir¨¢ unos trenes hacia un lado u otro: Badalona o Santa Coloma, en la zona norte y el pol¨ªgono industrial de la Zona Franca y el aeropuerto, cruzando la zona de ampliaci¨®n de la feria de muestras y el n¨²cleo urbano de El Prat, por el sur. De estos kil¨®metros, 3,2 discurren en viaducto. Otros 1.500 metros se han hecho m¨¢s o menos con m¨¦todos tradicionales. El resto, con tuneladoras: monstruos de m¨¢s de 100 metros que horadan y adosan a la pared dovelas de ocho toneladas.
El Gobierno actual hered¨® la obra casi ¨ªntegramente adjudicada por el ¨²ltimo Ejecutivo de CiU y ha paralizado el tramo central (que cruza Barcelona por el interior de la ciudad) a la espera de nuevos informes geol¨®gicos que, previsiblemente, estar¨¢n listos a finales de a?o. Mientras, se trabaja en los extremos con la intenci¨®n de ponerlos en marcha de forma independiente en cuanto se pueda. La zona de Santa Coloma y Badalona, hasta Sagrera, empezar¨¢ a funcionar en la segunda mitad de 2009, muy lejos del 2004 prometido por CiU.
"Ni una grieta"
El t¨²nel, en los extremos, est¨¢ ya concluido. En Santa Coloma, Can Zam ser¨¢ la ¨²ltima parada y tendr¨¢ cocheras. Parecen enormes catedrales desnudas, sembradas de pilastras ordenadas que separar¨¢n en el futuro las funciones. En el centro, las v¨ªas discurren vac¨ªas por debajo, de modo que puedan trabajar los operarios de mantenimiento. La zona estar¨¢ aislada, porque los trenes de esta l¨ªnea funcionar¨¢n sin conductor y no podr¨ªan parar si alguien estuviera en las v¨ªas por error.
El t¨²nel, de 12,6 metros de di¨¢metro, est¨¢ listo hasta el macropozo de Onze de Setembre, donde se cruzar¨¢ con la l¨ªnea 4 y con el desv¨ªo hacia la zona de reparaciones del tri¨¢ngulo ferroviario de Sant Andreu. En algunas zonas incluso se halla instalada la plataforma que divide el t¨²nel cil¨ªndrico en dos partes: por la superior, el metro discurre en un sentido y por el inferior, en el contrario. Las estaciones, en cambio, se han hecho a modo de pozos de profundidad variable, adaptada al suelo.
El metro no es una noria. La m¨¢xima inclinaci¨®n que admiten las v¨ªas es del 4%, es decir, muy baja. Badalona y Santa Coloma se encaraman a lomas de altura variable. El metro se eleva ligeramente, pero no sigue la elevaci¨®n del terreno. Cuanto m¨¢s sube ¨¦ste, m¨¢s profunda ser¨¢ la estaci¨®n. La que m¨¢s ser¨¢ la de Sanllehy, en Barcelona, a 80 metros de profundidad. Pero las de Santa Coloma no le andan a la zaga. La de Esgl¨¦sia, as¨ª llamada porque coincide con la iglesia m¨¢s antigua de la localidad, tiene 65 metros. La de Singherl¨ªn, 50 metros. Y ha sido excavada desde la superficie, bajo los balcones de los vecinos. Se empez¨® casi a mano y se sigui¨® con dinamita. "Ni una grieta", presume orgulloso Jordi Jubany, del Departamento de Pol¨ªtica Territorial. Y cruza con Josep Felices, ingeniero de la obra, una sonrisa de complicidad que parece un sarcasmo hacia quienes dudan de que pueda hacerse un t¨²nel junto a la Sagrada Familia. ?Si lo sabr¨¢ el propio Jubany que hizo dos: el de la l¨ªnea 2 y el de la l¨ªnea 5!
En Badalona el t¨²nel est¨¢ tambi¨¦n listo. La tuneladora lleg¨® hace dos semanas al pozo de Onze de Setembre tras pasar bajo viviendas. "Ni un cristal roto. Ni una grieta", vuelve a presumir Jubany. Ambas tuneladoras seguir¨¢n con los t¨²neles paralelos hasta Sagrera.
Luego, una de ellas se desmontar¨¢ y trasladar¨¢ hasta la Ronda Litoral, a la altura del paseo de la Zona Franca, para dirigirla hacia L'Hospitalet. All¨ª se halla ya casi construido el viaducto que recorre toda la calle A, es decir, toda la Zona Franca, con tres paradas y unas inmensas cocheras, poco despu¨¦s de las de los autobuses de TMB. Toda esta obra est¨¢ enormemente adelantada y ser¨¢ la pr¨®xima en entrar en funcionamiento, junto con el tramo que proceder¨¢ de El Prat. All¨ª se trabaja ahora en dos frentes. Donde se ubicar¨¢ la estaci¨®n de Mas Blau se ha abierto un pozo en el que se est¨¢ montando ya una tuneladora que se dirigir¨¢ hacia la zona de la Fira. En este punto hay un tramo de t¨²nel ya perforado con esa misma tuneladora, precisamente.
Desde el mismo pozo de ataque de Mas Blau, pero mirando en direcci¨®n contraria, se empezar¨¢ en cosa de meses a montar una segunda tuneladora que ir¨¢ hasta el aeropuerto, donde ya le espera la estaci¨®n bajo la nueva terminal Sur.
Un subsuelo de agua: unos cuatro metros contaminada, unos 15 metros de arcillas y debajo un acu¨ªfero que da de beber a El Prat y que no puede ser contaminado con las aguas superficiales. No hay problema, los ingenieros aceptan el reto de crear caminos bajo tierra sin por ello empeorar las condiciones de vida en la superficie.
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