El mejor rondo de Espa?a

Con el atrezo de los mejores estilistas, la selecci¨®n espa?ola le hizo un rondo a Dinamarca y, tras meses de zozobra, enderez¨® el rumbo hacia la Eurocopa 2008. Lo consigui¨® con un triunfo muy meritorio, en el momento preciso, en una cita exigente, cuando m¨¢s desconfianza destilaba el equipo. El grupo de Luis Aragon¨¦s se sobrepuso a tiempo, supo competir en el alambre y lo hizo con el ideario que predomina en el ecosistema del f¨²tbol espa?ol, con jugadores de toque sutil cuyo sustento principal es la pelota. Alrededor de Xavi, Iniesta y Cesc, la selecci¨®n gobern¨® el encuentro con solvencia. Un ejercicio coral que desgast¨® a los daneses, finalmente, despe?ados cuando apareci¨® Tamudo, un futbolista en la reserva de Luis que ayer result¨® demoledor.

El gol de Ramos fue un lujo: 28 pases durante 1m 13s con nueve jugadores combin¨¢ndose

Como acostumbra en su equipo, el capit¨¢n del Espanyol fue extraordinariamente puntual en un duelo de enjundia, de esos que marcan de verdad. Primero amortigu¨® con eficacia un centro muy bien medido por Iniesta. El bal¨®n lleg¨® al ¨¢rea un tanto desinflado, pero, pillo como es, Tamudo ejecut¨® el cabezazo con la delicadeza y precisi¨®n que requer¨ªa la jugada. El chico no tiene un gran f¨ªsico, tampoco es el m¨¢s r¨¢pido de la escuela, ni el mejor regateador, pero es un fil¨®n. Es astuto e imprevisible, y en el ¨¢rea rival tiene cuajo como pocos.

El segundo tanto, tambi¨¦n con Tamudo de protagonista, retrat¨® el juego de Espa?a: 28 toques seguidos durante un minuto y trece segundos con la participaci¨®n de todo el equipo salvo Casillas y Albelda. Un carrusel de pases con una resoluci¨®n magn¨ªfica. Se anim¨® Sergio Ramos, Tamudo le asisti¨® con una pared y el lateral madridista super¨® a Sorensen, el portero local, con la categor¨ªa de los mejores delanteros, con el empeine derecho de palanca para alojar la pelota en la red. Sergio Ramos es algo m¨¢s que un defensa con aire de espartaco y cuando se relaciona con el bal¨®n no se le anudan los pies.

Los dos goles de Espa?a acentuaron la palidez de Dinamarca, que desde el arranque del encuentro se mostr¨® muy contemplativa, demasiado respetuosa con el adversario. Entre rondo y rondo de los espa?oles, los daneses apenas se arrimaron a Casillas salvo en jugadas a¨¦reas, donde impusieron su mayor techo frente a Albiol y Marchena.

Menos volc¨¢nico de lo que se esperaba, el conjunto de Morten Olsen siempre se vio obligado a remar, en el juego y en el marcador, y cuando quiso aumentar el voltaje, ya en el segundo periodo, se midi¨® con Casillas. Mala noticia para cualquiera. Sobre todo para el gigante Bendtner, compa?ero de Cesc en el Arsenal, al que desvi¨® con el pie un remate a un metro. Y para Rommedhal, al que frustr¨® un mano a mano. Para entonces, Dinamarca ya era un equipo desesperado, sin br¨²jula, mientras su rival a¨²n era una amenaza: Tamudo y Joaqu¨ªn estuvieron al borde del tercer gol visitante.

Pese al tanto de Tomasson en el ¨²ltimo suspiro, Espa?a aguant¨® con firmeza y manej¨® el partido con sentido hasta el final, cuando Riera baj¨® la persiana con un golazo. Un broche estupendo a muchos meses de desatinos y f¨²tbol rutinario. Un desahogo para una selecci¨®n de baja autoestima y un sosiego para un t¨¦cnico que lleva tiempo en erupci¨®n. Un punto de partida para un equipo que, desde la templanza, puede crecer. En Aarhus expuso su mejor gui¨®n y plantilla no le falta como para mantenerse en alza por esa v¨ªa. Por el sendero que abren jugadores del perfil de Iniesta -hoy d¨ªa el espejo de Espa?a-, de Xavi -que se conoce de memoria esta partitura- y Cesc -es cuesti¨®n de tiempo que mute su versi¨®n londinense-; el equilibrio que ofrecen pretorianos como Ramos, Albelda y Casillas; y la chispa de aparentes secundarios como Tamudo y Riera. Desde ayer, la pauta est¨¢ fijada. Por fin hay pistas positivas para una reconciliaci¨®n con la hinchada.