EL PA?S cambia con sus lectores
El peri¨®dico modifica el orden de sus secciones, potencia la mirada propia y abre ventanas a nuevos formatos y lenguajes. El objetivo: dar claves para comprender
Si no entendemos lo que est¨¢ pasando ah¨ª fuera, moriremos". El diagn¨®stico es de Bill Keller, director de The New York Times. Cuando dice "ah¨ª fuera" se refiere a la revoluci¨®n de las comunicaciones; cuando pronostica que "moriremos" est¨¢ hablando de la prensa escrita. Los grandes peri¨®dicos, que conocieron su edad de oro durante el siglo XX, est¨¢n sometidos a fuertes presiones: la extensi¨®n de Internet, la prensa gratuita y local, las modificaciones en los h¨¢bitos de consumo de informaci¨®n... Los diarios cambian porque todo a su alrededor cambia, se reinventan para seguir siendo relevantes. El periodismo entra en una etapa nueva. EL PA?S, que revolucion¨® el panorama de la prensa espa?ola cuando naci¨®, hace m¨¢s de 31 a?os, y que se convirti¨® en muy poco tiempo en uno de los grandes diarios internacionales de referencia, est¨¢ en el mismo debate que esos grandes medios y cambia; para abordar mejor los nuevos retos y para elegir las informaciones que tienen sentido para los ciudadanos, las informaciones que les ayuden a entender el porqu¨¦ y el c¨®mo de lo que pasa, las consecuencias para sus vidas, las grandes y peque?as historias, todo aquello que los poderes no quieren que se sepa. Cambia para hablar mejor con sus lectores.
EL PA?S ya ha evolucionado a lo largo de su historia. Sus profesionales han modificado el diario hasta lo que es ahora. La diferencia es que, hace meses, cuando se puso en marcha el proceso, se detect¨® un consenso m¨¢s amplio que en otras ocasiones para asimilar y ordenar lo que ya estaba cambiando en la pr¨¢ctica, para reflexionar sobre las nuevas exigencias a la hora de informar y para profundizar en la adaptaci¨®n de nuevos formatos.
El comit¨¦ para el cambio nombrado por el director en febrero de este a?o analiz¨® el peri¨®dico, recogi¨® opiniones y experiencias, tuvo en cuenta de manera decisiva lo que piensan sus lectores y ex lectores gracias a un profundo estudio de campo realizado en oto?o de 2006 y avanz¨® en dos direcciones: formular recomendaciones sobre las nuevas formas de escribir, de mirar la realidad, de comunicarla, y sobre las distintas posibilidades de poner todo ello en las p¨¢ginas.
El primero y m¨¢s importante de los cambios -el m¨¢s dif¨ªcil tambi¨¦n, porque lucha contra la inercia- es una apuesta que trata de aplicarse a diario para conseguir "ser escuchados en medio del ruido", en palabras de Tom Rosenstiel, director del Project for Excellence in Journalism, que cree que en estos momentos el periodismo es "m¨¢s dif¨ªcil" y que los profesionales "tenemos que saber m¨¢s de las cosas, tenemos una mayor responsabilidad".
Para llevar a cabo el segundo cambio, el comit¨¦ trabaj¨® con los brit¨¢nicos Terry Watson y Ally Palmer, un equipo puntero en dise?o de prensa. Desde marzo hasta estos ¨²ltimos d¨ªas antes del lanzamiento, la clave fue abrir el diario a los ojos nuevos y las propuestas refrescantes de Watson y Palmer, pero incorporando al proceso de manera protagonista a los profesionales y dise?adores del peri¨®dico para mantener las l¨ªneas b¨¢sicas, el aire, el estilo y la elegancia de EL PA?S. "?ste es un proceso colaborador de ida y vuelta en el que nosotros desarrollamos las ideas iniciales a partir de lo que nos contasteis hasta tener un dise?o b¨¢sico que satisfaga a todos", en palabras de Terry Watson.
Lo que el comit¨¦ suministr¨® a los dise?adores externos se bas¨® en esta reflexi¨®n: tenemos un buen peri¨®dico, nos gusta, pero queremos que sea mejor; tenemos un buen peri¨®dico que en sus mejores p¨¢ginas est¨¢ muy bien, pero que debe evolucionar. ?Hacia d¨®nde? Hacia presentaciones m¨¢s atractivas, con una mayor variedad de formatos, donde cada informaci¨®n tenga el espacio y los recursos que merece; unos formatos en los que se superen antiguas divisiones entre informaci¨®n y color para dar m¨¢s relevancia a otros criterios: la exclusividad, la calidad, el inter¨¦s de lo que se cuenta. Unas p¨¢ginas en las que el texto sea central, pero en las que haya un espacio mucho m¨¢s decidido que hasta ahora para la informaci¨®n visual, gr¨¢fica e infogr¨¢fica.
El comit¨¦ reflexion¨® tambi¨¦n sobre el orden interno del peri¨®dico y propuso un cambio notable: agrupar en una primera parte la informaci¨®n internacional, nacional y econ¨®mica, con la idea de afianzar las caracter¨ªsticas propias del diario y hacer una informaci¨®n sobria y directa; apoyada en los nuevos formatos y lenguajes, pero con la contundencia que tiene un peri¨®dico que da a sus lectores claves para comprender el mundo que les rodea.
De la informaci¨®n sobre lo que pasa, sobre sus consecuencias y su an¨¢lisis -porque cuando los datos b¨¢sicos son accesibles a millones de personas v¨ªa Internet es m¨¢s necesario que nunca el contexto, el an¨¢lisis, la explicaci¨®n- se llega a la reflexi¨®n sobre lo que pasa. En la secci¨®n de Opini¨®n, una zona que acent¨²a su relevancia en la prensa, se encuentran los puntos de vista del diario y de sus firmas invitadas, y las cartas de sus lectores.
El peri¨®dico entra despu¨¦s en otra dimensi¨®n para abordar de una manera distinta las realidades m¨¢s cercanas al lector, las que tienen que ver con la vida y con las enfermedades, con la ciencia y el medio ambiente, con la gastronom¨ªa, el ocio y la diversi¨®n; con la cultura, el entretenimiento y el espect¨¢culo; con los medios que se multiplican y est¨¢n en la base de la explosi¨®n informativa, con las nuevas redes sociales, con el ecosistema de comunidades en las que lo hiperpersonal es la clave: las pantallas a trav¨¦s de las que nos vemos, nos hablamos, nos comunicamos.
Son territorios nuevos, y es dif¨ªcil hacer previsiones. ?Qu¨¦ situaci¨®n habr¨¢ dentro de dos o tres a?os? ?Por d¨®nde van a ir las cosas? "Ni idea", confiesa Len Downie, director de The Washington Post. Respuestas casi exactas se escuchan estos d¨ªas a otros directores de grandes peri¨®dicos. "Ni siquiera sabemos qu¨¦ es lo que estar¨¢ ocurriendo a finales del a?o", exagera Downie. Pero el mensaje est¨¢ claro. Hay que entender lo que est¨¢ pasando ah¨ª fuera. Hace falta ser escuchados en medio del ruido. Hay que mantener los principios y los criterios de calidad que han hecho de un medio lo que los lectores aprecian y valoran, y a partir de ah¨ª hay que arriesgar, hay que experimentar. Hay que cambiar.
PRIMERA
EL GRAN OBJETIVO del cambio se ver¨¢ ya en la primera p¨¢gina del peri¨®dico: mantener los elementos b¨¢sicos que le han hecho l¨ªder incorporando modificaciones que realcen su elegancia y recojan la diversidad que encierran las secciones. EL PA?S estrenar¨¢ acento y adaptar¨¢ su lema, incorporar¨¢ nuevos elementos gr¨¢ficos y m¨¢s opini¨®n y contar¨¢ lo m¨¢s importante y lo m¨¢s interesante que ocurra en Espa?a y en el mundo. Esta p¨¢gina quiere ser a la vez el lugar al que se asoma el esp¨ªritu del diario y el espejo en el que se reflejan sus lectores.
INTERNACIONAL, NACIONAL, ECONOM?A
EN 1976, EL PA?S decidi¨® que Internacional fuera la secci¨®n de apertura del peri¨®dico para situar su salida a la calle en el contexto de la Europa democr¨¢tica como prioridad y para evocar el desbordamiento de fronteras estrechas y su af¨¢n de vocaci¨®n global. En el redise?o, el diario mantiene la apuesta, y la informaci¨®n internacional sigue ocupando las primeras p¨¢ginas. Internacional consolida sus grandes ejes informativos y marca la agenda del panorama exterior, pone al servicio del lector la mejor red de corresponsales de la prensa espa?ola y sigue reforzando la informaci¨®n latinoamericana.Inmediatamente despu¨¦s, una de las novedades del redise?o: las p¨¢ginas de Espa?a, una secci¨®n que es el n¨²cleo central en un diario claramente pol¨ªtico como EL PA?S, una referencia diaria gracias a sus exclusivas, a su capacidad de trascender la din¨¢mica de declaraciones y reacciones para informar m¨¢s y mejor a los lectores y ofrecerles contexto, ideas, an¨¢lisis y opiniones. La secci¨®n de Espa?a es la m¨¢s numerosa del peri¨®dico y aporta un porcentaje muy elevado de las informaciones que EL PA?S destaca y lleva a su primera p¨¢gina.La secci¨®n de Econom¨ªa, ahora situada despu¨¦s de Deportes, se une a esta primera parte del peri¨®dico en la que domina la informaci¨®n en todos sus g¨¦neros: noticias, cr¨®nicas, reportajes, entrevistas... Adem¨¢s de repartir su potencia informativa entre la econom¨ªa nacional e internacional, las empresas y el consumo, la secci¨®n refuerza sus an¨¢lisis de bolsas y mercados de valores. Al mismo tiempo, y sensible al papel de Internet, selecciona con un criterio m¨¢s exigente las tablas de comportamiento de los valores burs¨¢tiles y otros indicadores.
OPINI?N
EL NUEVO peri¨®dico afianza su secci¨®n de Opini¨®n, porque las reflexiones, los debates y el juego de las ideas marcan la diferencia de la prensa escrita con respecto a otros medios de comunicaci¨®n. EL PA?S, adem¨¢s de exponer sus puntos de vista editoriales para cumplir esa funci¨®n cr¨ªtica y vigilante de los poderes que es propia de la prensa independiente y de calidad, invita a la conversaci¨®n a otras voces de dentro y fuera de Espa?a y recoge la diversidad de una sociedad plural con la mejor selecci¨®n de firmas. Nuevos ilustradores y renovados vi?etistas aportan el componente de humor, de acidez y de s¨¢tira de la realidad. Y desde luego, los lectores mantienen su di¨¢logo con el peri¨®dico a trav¨¦s de las cartas al director.
SOCIEDAD, CULTURA, DEPORTES
TRAS LA OPINI?N, se agrupan los contenidos de Sociedad, Cultura y Deportes. Ni se reduce ni se les resta importancia. Al contrario, se ampl¨ªa su profundidad con una doble p¨¢gina inicial que servir¨¢ de transici¨®n entre Opini¨®n y las citadas secciones. Este espacio plantear¨¢ un asunto concreto, tratado en detalle, que d¨¦ pie al debate: ser¨¢ un lugar que buscar¨¢ las preguntas que se hace el lector e intentar¨¢ ofrecer respuestas. Un instrumento para alentar la controversia.La secci¨®n de Sociedad fijar¨¢ el list¨®n muy alto en todas las exigencias ciudadanas: la informaci¨®n que afecta al consumidor, a su paisaje, a su nutrici¨®n o a sus derechos. Los temas que inciden de manera m¨¢s punzante en la vida de cada uno cada d¨ªa: desde la salud hasta la educaci¨®n; desde la ciencia hasta el consumo o el medio ambiente.Cultura acoger¨¢ las tendencias y todas las novedades de la creaci¨®n, atendiendo a los criterios de solidez y relevancia que han acompa?ado la andadura de este peri¨®dico desde sus inicios. Incluir¨¢ tambi¨¦n disciplinas como la gastronom¨ªa, el dise?o y la moda, que ya se han fusionado con el concepto de arte del siglo XXI.Deportes profundizar¨¢ en las grandes competiciones que mueven las pasiones del p¨²blico y en los desaf¨ªos humanos que se esconden detr¨¢s.Una nueva secci¨®n, Pantallas, nace para ofrecer la informaci¨®n y el entretenimiento que el lector encuentra ya, cada vez con mayor intensidad, en su tel¨¦fono m¨®vil, en su reproductor MP3 o MP4, en su ordenador personal o en su televisor.Es el final de una zona creada para el ciudadano.
LOCAL
LAS P?GINAS de informaci¨®n local -urbana o regional-, que ahora se sit¨²an despu¨¦s de la informaci¨®n de Espa?a, vuelven a agruparse en forma de cuadernos centrales del diario. El formato independiente permite hacer propuestas informativas y gr¨¢ficas m¨¢s claras y audaces, ganar visibilidad y latir m¨¢s cerca de las preocupaciones y los problemas de los ciudadanos y ofrecerles mejores propuestas de entretenimiento, ocio y enriquecimiento cultural. Es el espacio de lo hiperlocal, donde se escucha el sonido de las calles y se realzan las particularidades y diferencias de las diversas partes del pa¨ªs, y que no choca, sino que complementa la visi¨®n global que ofrece el peri¨®dico.
?LTIMA
LOS COLUMNISTAS de referencia seguir¨¢n sacando punta a la realidad en la ?ltima, esa p¨¢gina por la que muchos comienzan el peri¨®dico cada d¨ªa. Y con ellos, EL PA?S ofrecer¨¢ un encuentro pausado con personajes que merezca la pena conocer. Pueden ser famosos -a los que buscaremos su lado m¨¢s desconocido- o desconocidos -a los que buscaremos el lado que hay que conocer-. A trav¨¦s de ellos intentaremos enhebrar el relato m¨¢s agudo de la sociedad.
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