Prodi deber¨¢ cohabitar con Veltroni como l¨ªder del centro-izquierda
El alcalde de Roma subraya que su relaci¨®n con el primer ministro es "a prueba de bomba"
Abrazos, sonrisas, optimismo: el centro-izquierda italiano disfrut¨® ayer del multitudinario nacimiento del Partido Democr¨¢tico. Pese a la alegr¨ªa por el ¨¦xito, por los 3,4 millones de votantes en las primarias y por el abrumador respaldo obtenido por Walter Veltroni, a nadie se le ocultaba la peculiar situaci¨®n creada. Romano Prodi, presidente del Gobierno, se ve¨ªa obligado a cohabitar con un Veltroni todopoderoso que, sin embargo, pensaba permanecer, por tiempo indeterminado, en la alcald¨ªa de Roma.
"Prodi y yo tenemos una relaci¨®n a prueba de bomba", asegur¨® Veltroni. Ambos pusieron la mejor voluntad en escenificar la armon¨ªa: aparecieron juntos en la celebraci¨®n de la victoria, se cedieron mutuamente la palabra y se declararon de acuerdo en todo. Pero Prodi no eludi¨® una menci¨®n a los riesgos que se perfilaban en el futuro: "S¨¦ que habr¨¢ pasajes nada f¨¢ciles, tensiones y tentaciones; s¨¦ tambi¨¦n que no cederemos a ellas porque somos conscientes de nuestras obligaciones y de nuestra responsabilidad", escribi¨® Il Professore en una nota a su nuevo jefe pol¨ªtico.
La situaci¨®n es parad¨®jica. Los democristianos de Democracia y Libertad y los ex comunistas de los Dem¨®cratas de Izquierda, las dos fuerzas que auparon a Romano Prodi coaligadas en El Olivo, se fundieron el domingo en el Partido Democr¨¢tico. Y 3,4 millones de ciudadanos (la cifra est¨¢ hinchada porque un n¨²mero indeterminado de personas vot¨® m¨¢s de una vez, pero es alt¨ªsima en cualquier caso) apostaron por la nueva formaci¨®n, cuyo tama?o supera largamente a la suma de todo el resto del centro-izquierda. Tres de cada cuatro votantes apoyaron a Veltroni como l¨ªder del Partido Democr¨¢tico. Veltroni, pues, es el hombre que domina la situaci¨®n. Pero al frente del Gobierno sigue Prodi, apoyado por las primarias de 2006.
Supervivencia del Gobierno
Prodi ha sobrevivido hasta ahora, al frente de un Gobierno sin mayor¨ªa parlamentaria y con facciones radicalmente enfrentadas entre s¨ª, derrochando paciencia y resign¨¢ndose en muchos casos a la inactividad. Il Professore, que asumir¨¢ el cargo honorario de presidente del Partido Democr¨¢tico, puede permitirse aspirar tan s¨®lo a la supervivencia. Est¨¢ ya en el final de su carrera. La situaci¨®n de Veltroni es muy distinta: tiene que crear un partido que es s¨®lo un nombre; tiene que apostar por una pol¨ªtica concreta, y no puede arriesgarse a defraudar a los millones de ciudadanos que apostaron por ¨¦l.
Walter Veltroni declar¨® ayer que el Partido Democr¨¢tico imprimir¨ªa una "presi¨®n reformista" sobre el Gobierno y establecer¨ªa con ¨¦l "una dial¨¦ctica fisiol¨®gica". Fausto Bertinotti, l¨ªder hist¨®rico de Refundaci¨®n Comunista y presidente de la C¨¢mara de Diputados, fue menos florido y m¨¢s claro: "Todo esto es un recurso, pero tambi¨¦n un desaf¨ªo para el Gobierno". Cualquier "presi¨®n reformista" irritar¨¢ al flanco comunista del Gobierno y contribuir¨¢ a desestabilizar el precario equilibrio en que se mantiene Prodi. Por otra parte, Veltroni est¨¢ obligado a confirmar sus credenciales modernizadoras y a distinguirse de alguna forma de la gesti¨®n prodiana, muy impopular. Walter Veltroni sabe que el Gobierno italiano puede caer pronto, lo que le colocar¨ªa en la situaci¨®n de afrontar unas elecciones sin otro programa y sin otro partido que los te¨®ricamente disueltos.
El proceso constituyente comenzar¨¢ a finales de mes, con una asamblea de compromisarios que ratificar¨¢ la elecci¨®n de Veltroni como secretario general. A partir de ah¨ª, las cosas se complicar¨¢n: habr¨¢ que elaborar unos estatutos y un programa y habr¨¢ que elegir una directiva: los antiguos dirigentes de los partidos fusionados ya dan codazos para recolocarse en el Partido Democr¨¢tico.
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