El cantautor Quique Gonz¨¢lez lleva a los escenarios su rock de la experiencia

Ha cumplido el trato. El madrile?o Quique Gonz¨¢lez ha vivido para cantarlo. Ha perdido 16 aviones, ha tenido una dram¨¢tica ruptura sentimental, se ha ido al monte con la ¨²nica compa?¨ªa de su perro Samuel y ha dormido en el suelo entre dos coches. Todo ello est¨¢ incluido en las 17 canciones que forman su s¨¦ptimo disco de rock confesional, Aver¨ªa y redenci¨®n #7, que presenta hoy, a las 20.00, en el Auditorio Pilar Bardem de Rivas-Vaciamadrid, donde inicia una gira de m¨¢s de 20 conciertos.

"Mi m¨²sica est¨¢ conectada con mis vaivenes emocionales", explica sobre un ¨¢lbum impregnado por la una idea: la fragilidad humana. "Cuando m¨¢s fuertes nos sentimos, m¨¢s vulnerables somos a que la vida te pegue un sartenazo", reflexiona. As¨ª, la primera frase que suena en el disco ("Las primeras horas del d¨ªa, me ca¨ª con todo el equipo") y la ¨²ltima ("... ya me derribaron muchas tardes m¨¢s, cuando me cre¨ªa indestructible") est¨¢n hiladas por sus canciones m¨¢s expl¨ªcitas y sangrantes. Unas emociones que se mueven c¨®modas en un fodo de rock y folk ac¨²stico.

Al igual que su adorado Neil Young, Quique se fue a vivir a una casa en el monte, donde crecieron estas canciones. "Es un gran sitio para echar un cable a tierra. Hay menos distracciones y estoy muy tranquilo. Y cuando quiero rock and roll me voy a Santander o a Madrid". Cualquier sitio es bueno para componer: "Tras un concierto de Calamaro y Ariel Rot no encontr¨¦ hotel para dormir y lo hice en la calle, entre dos coches aparcados en doble fila". All¨ª germin¨® Doble fila, una canci¨®n sobre el amor hacia alguien que, a su vez, tiene otra relaci¨®n.