Preguntas a Carod
He seguido con extraordinario inter¨¦s la intervenci¨®n televisiva del vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Llu¨ªs Carod-Rovira, en el programa Tengo una pregunta para usted y en el transcurso de la misma me he sentido como si, por primera vez en mi vida, se me hubiera dado la oportunidad de o¨ªr a un independentista explicar p¨²blicamente, para todo el pa¨ªs, las razones de su independentismo y sus convicciones democr¨¢ticas. Es terrible. Hace m¨¢s de 30 a?os que hemos enterrado al dictador -a aqu¨¦l con el que tan pl¨¢cidamente vivieron tantos espa?oles como Jaime Mayor Oreja-, hemos superado nueve legislaturas en democracia y hoy me he sentido igual que cuando compareci¨® por primera vez en televisi¨®n espa?ola Santiago Carrillo para hacernos ver que los comunistas no llevan cuernos.
Las respuestas de don Josep Llu¨ªs a los invitados del programa se me antoja que habr¨¢n sido para muchos ciudadanos de este pa¨ªs algo as¨ª como una ristra de verdades reveladas que, sin embargo, para muchos catalanes y otros muchos espa?oles no nacionalistas nos parecen antiguas y dolorosas obviedades. ?Qu¨¦ se puede decir de unos espa?oles que desprecian el idioma catal¨¢n y quieren obligar al pueblo catal¨¢n a seguir perteneciendo a Espa?a? ?Qu¨¦ se puede decir de unos espa?oles que acusan falsamente al vicepresidente de la Generalitat de Catalunya de liderar movimientos antimon¨¢rquicos violentos? ?Qu¨¦ se puede decir de unos espa?oles que acusan al vicepresidente de la Generalitat de Catalunya de secesionismo antidemocr¨¢tico?
El se?or Carod-Rovira puso en evidencia a esos nacionalistas espa?oles que no quieren una Espa?a libre y plural -la real y actual- sino una Espa?a nacional, castellana y mon¨¢rquica por la gracia de Dios -la oficial en la ¨¦poca de Franco-. Son los mismos espa?oles que vivieron pl¨¢cidamente el infierno del franquismo. Son los mismos espa?oles que blanden la Constituci¨®n hoy como ayer el catecismo del padre Ripalda. Son los espa?oles que hablan el catal¨¢n en la intimidad. Son los espa?oles de la FAES. Son los h¨¦roes de Perejil. Son los espa?oles de Franco.
Hay otra Espa?a en la que muchos espa?oles y catalanes nos sentir¨ªamos mucho m¨¢s a gusto. Por ejemplo, la Espa?a en la que desde primaria se estudiara tambi¨¦n la lengua catalana.- Mario L¨®pez Sell¨¦s. Madrid.
La otra noche tuvimos de nuevo un programa de inter¨¦s, "fresco" en su modo de entrevistar y que proporciona un cauce interesante para la participaci¨®n ciudadana: Tengo una pregunta para usted.
Los se?ores Llamazares y Duran me dejaron un buen sabor de boca, porque m¨¢s all¨¢ de sus respuestas concretas con las que pude estar de acuerdo o no, fue su estilo respetuoso y cercano que invitaba a la reflexi¨®n y al debate sin rupturas, un debate democr¨¢tico que incluso pudiera acercarnos un poco a los pol¨ªticos y viceversa.
Pero lleg¨® el turno del se?or Carod-Rovira... Dir¨ªa que con interlocutores sencillos, no profesionales de la pol¨ªtica (alguna con intervenci¨®n poco afortunada, lo reconozco), y en lugar de dar altura pol¨ªtica a sus contestaciones, hizo un ejercicio de independentismo duro en el fondo y en la forma, fuimos incluidos en el "nacionalismo espa?ol con el que no vale la pena convivir...". Ni siquiera permiti¨® castellanizar su nombre, aunque tengamos una lengua com¨²n y estuvi¨¦ramos en un programa en castellano. Fue un ejemplo de "quien no piensa como yo est¨¢ en mi contra", un ejemplo de pol¨ªtico que separa, que rompe, que marca distancias y que al comentario que no comparte, lo manipula de tal forma que justifica su victimismo generaliz¨¢ndolo, agrand¨¢ndolo. En alg¨²n momento pens¨¦ que actuaba de cara a ser visto y o¨ªdo por los m¨¢s radicales de su partido...
Pienso, ojal¨¢ que est¨¦ equivocada, que personas como ¨¦l necesitan esa confrontaci¨®n permanentemente, sin esos argumentos que marcan una y otra vez las diferencias se les termina el discurso principal.
Seg¨²n transcurr¨ªa el programa, pensaba, honestamente, que a m¨ª, como a muchos, nos gusta la pluralidad de Espa?a, estimamos a los catalanes, ?por qu¨¦ no?, y a los gallegos, y a los vascos, y a los andaluces, y a los navarros, y a los...
Lamento que tengamos pol¨ªticos que, olvidando la historia de este pa¨ªs, repleta de conflictos, vuelven una y otra vez a sembrar dificultades. El buen sabor de boca del comienzo del programa dio paso a una profunda tristeza...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.