?Habr¨¢ que soportar una Europa secreta?
La Comisi¨®n Europea ha abierto un procedimiento contra el Gobierno sueco por haber hecho p¨²blico un documento confidencial de la UE sobre una nueva modalidad de ma¨ªz transg¨¦nico. La batalla llegar¨¢ posiblemente a los tribunales, pero lo que se est¨¢ planteando de verdad no es un asunto relacionado con la agricultura y la biotecnolog¨ªa, sino algo mucho m¨¢s importante: el derecho de los ciudadanos europeos a la transparencia de todas las Administraciones, nacionales y comunitarias. ?Por qu¨¦ protesta la Comisi¨®n? ?Acaso para defender a los ciudadanos europeos? ?Qu¨¦ nos interesa m¨¢s a todos nosotros: la legislaci¨®n sueca, que obliga a la Administraci¨®n de ese pa¨ªs a mantener una s¨®lida pol¨ªtica de transparencia, o la legislaci¨®n europea, mucho m¨¢s secretista y opaca? ?De qu¨¦ nos defiende la Comisi¨®n?
Lo curioso es que, gracias a esta pol¨¦mica, muchos europeos nos hemos podido enterar de que existe una directiva de la UE orientada a productos modificados gen¨¦ticamente, seg¨²n la cual si una empresa pide en un pa¨ªs concreto de la UE la homologaci¨®n de uno de sus productos y ese pa¨ªs decide declarar secretos todos los datos, el resto de los socios europeos est¨¢ obligado a aplicar el mismo tratamiento. En este caso, la multinacional Monsanto present¨® la solicitud en Holanda, donde se declar¨® confidencial. Greenpeace recurri¨® entonces a los tribunales suecos, donde se impuso la legislaci¨®n nacional sobre transparencia informativa.
?Qu¨¦ va a prevalecer al final? ?La peor tradici¨®n europea de secretismo administrativo? Los espa?oles, que sufrimos una de las Administraciones m¨¢s oscuras y una de las legislaciones menos n¨ªtidas de la UE al respecto, deber¨ªamos estar atentos. Nadie puede dudar de que la falta de transparencia es uno de los motivos por los que es tan dif¨ªcil en este pa¨ªs pedir responsabilidades pol¨ªticas concretas cuando algo funciona mal.
?No querr¨ªamos todos saber qui¨¦n es responsable de qu¨¦ cosa? Por ejemplo, el nombre de quien decidi¨® que las ambulancias del Servicio de Emergencias M¨¦dicas (SEM) en la zona del Maresme (Catalu?a) no necesitan llevar un m¨¦dico. Nombre y apellido de quien debi¨® ordenar que no se construyera en los cauces de los r¨ªos de la comarca alicantina de La Marina Alta y que se limpiaran los alrededores de los puentes, y no lo hizo. La identidad de quien opt¨® por correr todos los riesgos que hicieran falta y desquiciar a los usuarios de la red de ferrocarriles de Cercan¨ªas de Catalu?a con tal de que el AVE llegue a Barcelona en una fecha precisa, ni un mes despu¨¦s.
Todo esto lo podr¨ªamos saber, y seguramente corregir, con unas reglas de transparencia m¨¢s parecidas a las ahora denunciadas por Bruselas. El problema, como explica el periodista sueco Anders Olsson, no se soluciona con unas normas que obliguen a la Administraci¨®n a hablar de s¨ª misma (como se creen algunos en Espa?a). Eso suele desembocar en simple y pura propaganda.
De lo que se trata es de obligar a la Administraci¨®n (da igual el color del Gobierno de turno) a trabajar bajo el control y la observaci¨®n de los ciudadanos. "Las actividades p¨²blicas deben estar abiertas, independientemente de lo que las propias autoridades piensen que es lo relevante y lo que no", explica Olsson. Somos los ciudadanos, espa?oles y europeos, los que debemos defender la legislaci¨®n sueca sobre transparencia y los que debemos exigir que se aplique en nuestros pa¨ªses y en la Uni¨®n, y no al contrario.
Si se construye Europa sobre el secreto, ?c¨®mo esperar que los ciudadanos muestren la menor confianza? Derrotada la Europa pol¨ªtica que quiz¨¢s hubiera podido encontrar su camino gracias a la fallida Constituci¨®n, cuya defunci¨®n se firma hoy en la cumbre de Lisboa, ?habr¨¢ que soportar tambi¨¦n una Europa impenetrable y subrepticia?
solg@elpais.es
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