FINALISTAS DE LOS PREMIOS FAD
Monumentalidad austera. Las torres de acceso-luminarias del estadio de f¨²tbol en Palencia (en la foto), de Patxi Mangado, construyen una referencia urbana austera y contundente que ilumina a la vez el estadio y la ciudad. Entre los aspirantes m¨¢s ic¨®nicos de este a?o: la sede de Indra en Barcelona de b720, Rubio y ?lvarez-Sala o la remodelaci¨®n de un inmueble de oficinas en Madrid, de Junquera y Obal, con aleros como envolvente ac¨²stica, solar y expresiva.
Ejercicios de prestidigitaci¨®n. El interiorismo espa?ol hace magia. Los montajes retan a la f¨ªsica persiguiendo el don de la ubicuidad. La Fundaci¨®n Pedro Barrie de la Maza en Vigo, de Tu?¨®n y Mansilla, y la entrega de los premios Laos, de BOPBAA, se transforman con un mobiliario que de una manera teatral consigue bajar del techo. Borja Ferrater llev¨® tres dimensiones al universo bidimensional de Escher (en la foto) al montar su exposici¨®n.
Otros huecos. Algunos edificios ilustran c¨®mo jugar con los huecos en una fachada: el Centro C¨ªvico de Custoias
en Matosinhos, Portugal, de Guilherme Machado (en la foto), lo hace, como Franc Fern¨¢ndez, en un bloque
de VPO de Tarrasa, con un planteamiento asim¨¦trico y expresivo. Jon Montero y Alfredo Arribas hacen hablar a
las fachadas de sendos edificios entre medianeras barcelonesas.
Mat¨¦ricos y ligeros.El Centro de Salud de Muros, de Irisarri y Pi?era, aligera su presencia como la Subestaci¨®n
El¨¦ctrica Amate, de Rubi?o y Garc¨ªa M¨¢rquez, con un juego de pieles de malla met¨¢lica. El mat¨¦rico Museo de Escultura
en Valladolid, de Nieto y Sobejano, y la p¨¦trea Sede Judicial en Antequera, de Laguillo y Sch?negger, se asientan
con pieles de piedra o acero cort¨¦n. De fundir ambas opciones surge el CEIP de Jordi Bad¨ªa en Granollers (en la foto).
Geometr¨ªas escult¨®ricas. Los prismas con que Lapuerta y Burgos se han enfrentado a la mediocridad de las
viviendas de Mina del Morro, en Bilbao (en la foto), quieren ser pisos a los que uno desee volver por la noche. Demuestran
que con orden se puede cambiar un paisaje. Cartesianos y precisos son tambi¨¦n los proyectos de Clotet
y Paricio, en Sant Pere de Ribas, Carlos Quintans en Gandario o Ercilla y Campo homenajeando a Terragni.
En el paisaje. Para integrar, construir una identidad. Varios finalistas comparten la voluntad de disolverse en el
lugar con vol¨²menes geom¨¦tricos. La Casa Foriscot-Llorca de Pay¨¢, en Alicante; la ampliaci¨®n de la Biblioteca de
la Universidad de Girona, de Bosch y Tarr¨²s; el Centro de Atenci¨®n a Discapacitados, de Picado y De Blas, en Arganda,
o este Instituto El Ports (en la foto), de Helio Pi?¨®n y Nicanor Garc¨ªa, en Morella.
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