Pintar el poema
"(...) // Noche pasada ciudad encima / un pie nieve // Alba conducir carb¨®n carreta / rodar helado carril // (...)". ?Un texto de Samuel Beckett? No, la traducci¨®n literal de un fragmento de un poema de Bo Ju-yi. Por supuesto, cuando accedemos a la traducci¨®n de poemas chinos, no nos encontramos con una traducci¨®n literal, sino con una versi¨®n o interpretaci¨®n de la misma. Tales versiones, como es sabido, vierten y convierten el texto a un formato que no s¨®lo es l¨¦xico, sino tambi¨¦n cultural. Pero hacen algo m¨¢s: despojan al poema de esa cualidad por la que H?lderlin pod¨ªa decir que el poema funda nuestra morada. Si nos detuvi¨¦semos por un momento en la contemplaci¨®n del poema en su presentaci¨®n ideogr¨¢fica nos quedar¨ªamos sorprendidos de la manera en que respira, de la manera en que sus elementos expresan un universo de relaciones.
LA ESCRITURA PO?TICA CHINA
Fran?ois Cheng
Traducci¨®n de Juan Luis Delmont y Eugenio Montero
Pre-Textos. Valencia, 2007
322 p¨¢ginas. 23 euros
En ning¨²n lugar como en China y Jap¨®n han estado tan relacionadas la pintura y la poes¨ªa. Si Arist¨®teles entend¨ªa que la palabra po¨¦tica "pinta" debido a la utilizaci¨®n que hace de la met¨¢fora, ?qu¨¦ no habr¨ªa dicho si hubiese visto aquellas representaciones significativas estilizadas en el papel o en la seda? Pero nosotros no estamos acostumbrados a leer im¨¢genes. Diferenciamos ambos ¨¢mbitos hasta el punto de que sean dos funciones las que activamos: "leemos" la escritura y "contemplamos" la pintura. Para "leer" un poema chino deber¨ªamos lograr unificar ambas cosas (algo que Mallarm¨¦ intent¨® decirnos, a su manera). ?sta es la experiencia que nos brinda Fran?ois Cheng con este trabajo dividido en dos partes: un minucioso estudio de los elementos que intervienen en el poema, y una antolog¨ªa de poemas de la ¨¦poca Tang (siglos VII-IX).
Fran?ois Cheng es miembro
de la Academia Francesa desde 2002, traductor y ant¨®logo de renombre y autor de numerosos ensayos sobre est¨¦tica y pensamiento chinos. En este libro, su objetivo es aprehender la poes¨ªa china en tanto que lenguaje espec¨ªfico y hacernos entender c¨®mo, en el lenguaje po¨¦tico, los signos liberados de la rigidez sint¨¢ctica recuperan su naturaleza polis¨¦mica. Cheng analiza con destreza las formas, las prosodias y se detiene a considerar la formaci¨®n de las im¨¢genes simb¨®licas y su intervenci¨®n en la elaboraci¨®n de una mitolog¨ªa colectiva. Su an¨¢lisis nos lleva a la comprensi¨®n de las elaboradas formas inventadas por los poetas Tang, y su deuda con el pensamiento cosmol¨®gico tao¨ªsta y pretao¨ªsta: los grandes opuestos, la plenitud del vac¨ªo y la idea de un aliento vital del que todos los entes participan.
Deteng¨¢monos solamente en dos cosas. En primer lugar, el ritmo. El ritmo es la esencia de las cosas. La esencia es siempre din¨¢mica en las culturas orientales. Por ello ha de captarse mediante el gesto, y su expresi¨®n, tanto pict¨®rica como po¨¦tica, es el trazo. El trazo ha de conseguir reproducir el gesto del aliento primordial, su curso. A ello se debe que los artistas chinos hayan sido los primeros en realizar esas obras a las que denominamos "abstractas" y que son, sencillamente, la expresi¨®n esencial, la que todo lenguaje y toda graf¨ªa explicita en sus inicios.
En segundo lugar, el vac¨ªo. La po¨¦tica china distingue entre palabras plenas (sustantivos y verbos) y palabras vac¨ªas (pronombres, adverbios, preposiciones, conjunciones). De estas ¨²ltimas, el poeta prescinde para dar lugar al verdadero vac¨ªo. Al encontrarnos con un lenguaje que suprime los usuales enlaces y complementos y que atiende a principios de composici¨®n en vez de a reglas sem¨¢nticas, de repente se nos abre un universo de significaci¨®n, un espacio inmensamente rico en el que, entre signo y signo, respiran las ideas. "Noche pasada ciudad encima / un pie nieve // Alba conducir carb¨®n carreta / rodar helado carril /...". Por supuesto que encontraremos m¨¢s f¨¢cil la lectura si recurrimos a la versi¨®n/interpretaci¨®n: "Esta noche ha nevado en la ciudad, // y desde el alba va con su carreta por el camino helado". Pero si se entiende "bien" es porque reduce, comprime en un hilo delgado y un¨ªvoco lo que los ideogramas ensanchan. Entenderlo "bien" es entenderlo tal y como se supone que ha de entenderse, pero no es ¨¦sa la funci¨®n del poema. La funci¨®n del poema es la de activar la imaginaci¨®n del lector para la intuici¨®n de un significado mucho m¨¢s complejo.
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