Todo por el poder
El pensador de la izquierda dem¨®crata norteamericana George Lakoff, ling¨¹ista cognitivo, tendr¨ªa verdaderas dificultades para explicar la bronca que se ha montado desde que el ex ministro Jordi Sevilla supo que Joan Ignasi Pla ten¨ªa en la cocina de su casa una encimera cori¨¢n m¨¢rmol glaciar. Pero ya se sabe que el PSOE-PSPV se inventa d¨ªa a d¨ªa una lucha de intereses para justificar la derrota final al margen de ideolog¨ªas y pol¨ªticas. ?Una encimera! ?Menudo signo de poder!
Lakoff se quedar¨ªa alucinado de ver cu¨¢les son las prioridades reales de los socialistas valencianos, encelados en matarse unos a otros como buenos borgianos. No importa el devenir de la historia o de las elecciones. Ahora Pla languidecer¨¢ una temporada de sus heridas sevillistas por la lucha por el poder, a la espera de sacar a pasear los cad¨¢veres del otro; un divertimento muy del PSOE desde los tiempos de Besteiro, Largo Caballero e Indalecio Prieto. En fin. Ya se sabe que en el seno del PSOE creen que eso del PIB es una medida para contar los grados de poder que tiene una familia pol¨ªtica sobre la otra. Solo pura pelea por el poder. Por eso Camps ya no sabe qu¨¦ hacer con tanto votos como le llevan los socialistas a capazos. Con Z de Zapatero no con Z de Zaplana. ?Lo entiende usted, se?or Lakoff?
Pero el poder para conseguir el poder es todo un arte borgiano. Lo dec¨ªa Sastre: "Seamos realistas y pidamos lo imposible...", aun a costa de utilizar le encimera cor¨ªan blanco de Pla. Los pasillos quedar¨¢n ba?ados de sangre porque la venganza se extender¨¢ a lo largo de generaciones, como entre jud¨ªos y palestinos. Cualquier excusa ser¨¢ buena. Porque hay ejemplos en este campo y hasta en las riadas. ?C¨®mo puede Cristina Narbona responsabilizar de las inundaciones a la pol¨ªtica urban¨ªstica actual, si lo que est¨¢ ocurriendo en Calp o D¨¦nia con el agua fue pertrechado por los gobiernos de Lerma, con Rafael Blasco y Eugenio Burriel de consellers? Pero hay que llegar al poder desde China o desde el marketing viral.
Pero en esta misma semana hay otro caso de lucha por el poder casi tan sonado como el de la encimera de Pla. Es el que se formaliza en el campo de operaciones de la gesti¨®n y control del abastecimiento de aguas urbanas en las capitales valencianas. Hasta ahora la tesis avalada por todos era "valencianizar" las empresas que gestionan el abastecimiento. As¨ª ocurre en gran parte de la provincia de Castell¨®n. Igualmente en Alicante, pese a su parcial incorporaci¨®n a Agbar. Y hace a?os se inici¨® una dura lucha entre accionistas franceses y valencianos por el control de Aguas de Valencia. Ahora toca otra.
Porque he aqu¨ª que vuelven a aparecer unos franceses (Suez Environnement) que pagan a precio de oro las acciones de Aguas de Valencia (208,37 euros sobre 90 que era el precio anterior) para acceder poco a poco al control de la compa?¨ªa. Por detr¨¢s circulan el Canal de Isabel II (que abastece y gestiona Madrid) e incluso Aguas de Barcelona, con pactos puntuales con urbanizadoras de Castell¨®n (Marina D'Or) para sustituir a FACSA en el abastecimiento de zonas tur¨ªsticas.
Esta es una guerra por el poder de la gesti¨®n del agua que deja en mantillas los movimientos estrat¨¦gicos de Sevilla y Joan Navarro en el PSPV-PSOE. A Montilla esto no se lo hacen, pero aqu¨ª... Porque pese a blindajes entre las acciones valencianas o aspiraciones de expansi¨®n del nuevo presidente de esta compa?¨ªa, Eugenio Calabuig (sin relaci¨®n actual con FACSA, la suministradora de agua en Castell¨®n, y enemistado con Boluda), lo cierto es que a 208 euros la acci¨®n desde el naviero hasta el propio Banco de Valencia pueden optar por realizar activos y quitarse de en medio de la batalla que se avecina. Y Suez y quien haya dise?ado la operaci¨®n (?hay Z por el medio?) no estar¨¢n quietos. De Valencia pasar¨¢n a Castell¨®n y hasta a desnaturalizar el servicio mixto en Alicante. Esta guerra del agua vale un poco m¨¢s que la encimera de la cocina de Pla, pero en Ferraz no aprietan a nadie, como con la gasificadora de Vinar¨°s. Cuesti¨®n de los intereses del poder.
(*)www.jesusmontesinos.es
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