C¨¦cilia Sarkozy: "Lo intentamos todo, pero ya no fue posible"
La ex primera dama francesa rompe en dos entrevistas el silencio que impuso el El¨ªseo
Fiel a s¨ª misma, usando su libertad, C¨¦cilia Sarkozy ha roto el supuesto pacto que llevaba impl¨ªcita la nota del palacio del El¨ªseo anunciando la separaci¨®n de la pareja presidencial -"no har¨¢n ning¨²n comentario", dec¨ªa- y ha concedido dos entrevistas explicando las razones por las que se divorcia de su marido, el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy. La primera, publicada ayer en L'Est R¨¦publicain al periodista con el que ya se hab¨ªa confiado sobre su misi¨®n en Libia. La segunda se publica hoy en Elle. "Lo intentamos todo, pero ya no fue posible", se?ala en la primera.
Tanto por el tono de la entrevista como por los detalles sobre lo sucedido estos ¨²ltimos d¨ªas que han ido conoci¨¦ndose a trav¨¦s de declaraciones de personas de su entorno, parece claro que durante estas ¨²ltimas semanas, mientras ella presionaba por hacer oficial la separaci¨®n, ¨¦l intentaba frenarla. La periodista de Le Nouvel Observateur que public¨® el mi¨¦rcoles la noticia se?alaba claramente que sus fuentes "quer¨ªan" que se publicara para romper el silencio del El¨ªseo.
En la entrevista de L'Est R¨¦publicain, C¨¦cilia menciona su relaci¨®n con el publicitario Richard Attias, en 2005, como un elemento central de la ruptura. Sin citar su nombre, se?ala que encontr¨® a una persona de la que se enamor¨® y por la que dej¨® "precipitadamente" el hogar conyugal. Luego opt¨® por volver con su marido e intentar salvar su matrimonio. "Lo intentamos todo: intentamos reconstruir, poner la familia por delante, esta familia reconstruida de la que todos hablan en Francia, pero ya no fue posible", explica.
"Un d¨ªa la pareja no es lo esencial de tu vida, no funciona, no va bien. Las razones son inexplicables, le pasa a mucha gente", a?ade C¨¦cilia, que reconoce que est¨¢ atravesando un momento complicado: "Hay cambios radicales en mi vida e intento gestionarlos para que no me superen".
Lo que niega radicalmente es que el desarrollo de los acontecimientos que la han llevado primero a reconciliarse con su marido, despu¨¦s a apoyarle en la campa?a presidencial, y ahora a divorciarse, estuviera de alguna manera pactado. Lo que ha sucedido les pasa a "millones de personas", subraya.
Rechaza de plano la imagen de mujer dominante con gran influencia sobre las decisiones de su marido o sobre los nombramientos pol¨ªticos. "Yo cierro la puerta del despacho y jam¨¢s he querido inmiscuirme en nada", asegura. Y sobre su err¨¢tica presencia en la escena p¨²blica durante los meses en los que ha sido la primera dama, tiene explicaciones concretas. Su ausencia en el G-8 se debi¨® a que consideraba "que su sitio no estaba all¨ª", y no fue a votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales "porque no estaba bien" y no quer¨ªa mostrarse en p¨²blico. "Prefer¨ª no mostrarme, no exponerme, protegerme. Una de las perversiones de mi posici¨®n es que tengo que explicar por qu¨¦ necesito vivir tranquila, escondida", se?ala.
Tiene palabras elogiosas para Nicolas Sarkozy, "que forma parte de esta raza de hombres que pone su carrera y su vida al servicio del Estado sin esperar nada a cambio".
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