"No me averg¨¹enzo de Polonia, sino de lo que est¨¢ sucediendo"
Lech Walesa, el electricista de los astilleros de Gdansk que se convirti¨® en l¨ªder de las protestas que derribaron el comunismo en Polonia en 1989, ha perdido la paciencia. El fundador del sindicato Solidaridad, y primer presidente democr¨¢tico de su pa¨ªs, arremete en su primer libro en 16 a?os contra los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski (jefe de Estado y primer ministro, respectivamente), a quienes considera unos populistas cuyo ¨²nico objetivo es acaparar poder. "?No quiero ni pensar qu¨¦ pasar¨ªa si gobernaran unos quintillizos!", bromea durante una entrevista que se celebra en el instituto que lleva su nombre en el centro de Varsovia.
Sigue luciendo el mostacho que tanto le caracteriza y, en la solapa de la chaqueta, lleva una imagen de la virgen de Czestochowa, patrona de Polonia. La contribuci¨®n de Walesa (Popowo, 1943) a la ca¨ªda del comunismo en Europa, que puso fin a la guerra fr¨ªa, se compara con la del papa Juan Pablo II y el dirigente sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov. Por ello, recibi¨® el Premio Nobel de la Paz.
"?No quiero pensar qu¨¦ pasar¨ªa si llegaran quintillizos al poder!"
"Lo ¨²nico que pido a los polacos es que no voten a los gemelos Kaczynski"
"Se habla de una Europa unida y ?qu¨¦ hace Polonia? Interferir"
Pregunta. Su enemistad con los Kaczynski es conocida desde hace tiempo, ?por qu¨¦ ha publicado este libro, Mi III Rep¨²blica: he perdido la paciencia, a pocos d¨ªas de las elecciones parlamentarias que pueden costarle el puesto al primer ministro?
Respuesta. He perdido la paciencia al ver c¨®mo por culpa de los demagogos populistas , muchos de los logros que hab¨ªamos alcanzado tras a?os de lucha est¨¢n siendo destruidos. Polonia no se merece eso.
P. ?En los dos a?os de los gemelos en el poder se ha perdido parte de lo que se hab¨ªa conseguido desde 1989?
R. El problema es que un grupo de idealistas creamos un sistema democr¨¢tico que se olvid¨® de algunos controles. Ahora, los demagogos-populistas aprovechan esas lagunas para ganar poder. Por ejemplo, jam¨¢s pensamos que una persona con una sentencia condenatoria en firme pudiera llegar a ser viceprimer ministro [fue el caso de Andrzej Lepper, socio del Gobierno hasta el verano]
. Tampoco se nos hab¨ªa pasado por la cabeza que los servicios secretos podr¨ªan utilizarse para perseguir intereses partidistas [la oposici¨®n acusa al Gobierno de hacerlo]. Ni tampoco pensamos que unos gemelos ser¨ªan jefe de Estado y primer ministro al tiempo, coincidencia que nos ha llevado a un sistema presidencialista fuerte que no quer¨ªamos. ?No quiero ni pensar qu¨¦ pasar¨ªa si alg¨²n d¨ªa llegaran quintillizos al poder!
P. ?Habr¨ªa que reformar las leyes entonces?
R. Todos los partidos tendr¨ªan que dejar aparcadas sus diferencias, que son muchas, y alcanzar un pacto para acabar con las lagunas del sistema y evitar que el Gobierno de turno eche abajo lo que han hecho sus predecesores.
P. Usted asegura que Polonia est¨¢ haciendo el rid¨ªculo en la escena internacional.
R. Viajo por el mundo y oigo lo que se dice de nuestro pa¨ªs. No me averg¨¹enzo de Polonia, sino de lo que est¨¢ sucediendo en Polonia. Hay propuestas para crear una Europa unida y, ?qu¨¦ hace Polonia? Interferir. No nos sumamos al proceso de construcci¨®n europea, sino que nos limitamos a luchar contra el pasado, a mirar atr¨¢s. No digo que no haya que saldar cuentas por lo que sucedi¨® a?os atr¨¢s [dictadura comunista, ocupaci¨®n nazi...], pero no tiene que ser la prioridad. Por eso el mundo no nos entiende. Nos toma por oportunistas. Y lo que pasa es que los gobernantes, con su falta de diplomacia, son incapaces de llevarnos por la direcci¨®n correcta.
P. ?Est¨¢n en peligro las libertades en Polonia?
R. Vivimos en la ¨¦poca de Internet, de los tel¨¦fonos m¨®viles, de la apertura de las fronteras... Limitar las libertades no es f¨¢cil. Se pueden poner obst¨¢culos, pero no como lo hizo el r¨¦gimen comunista.
P. ?Qu¨¦ le parece la pol¨ªtica de limpieza de los ex comunistas de la vida p¨²blica?
R. Lo que no se puede hacer es utilizar la polic¨ªa pol¨ªtica. Hay que fijar una tregua y llegar a un pacto, tambi¨¦n con los comunistas; despu¨¦s ya retomaremos el debate pol¨ªtico normal. Pero, por favor, sin que intervenga la polic¨ªa pol¨ªtica.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ si vuelve a ganar Kaczynski?
R. Los polacos estamos acostumbrados a no identificarnos con los Gobiernos de turno, porque nos han traicionado bastantes veces. As¨ª que seguiremos viviendo sin Gobierno y ya nos las apa?aremos. Aunque creo que si ganan los Kaczynski, la situaci¨®n ir¨¢ a peor.
P. ?Y no va a pedir el voto por nadie?
R. No. Lo ¨²nico que pido a los polacos es que no voten a los Kaczynski.
P. ?Qui¨¦n cree que ganar¨¢?
R. No hago apuestas. Lo que espero es que el pa¨ªs se normalice tras las elecciones. En el siglo XXI, los pol¨ªticos deben aclarar a la ciudadan¨ªa qu¨¦ pa¨ªs quieren construir, a qu¨¦ Europa aspiran, y han de hacerlo de un modo claro... De momento, Polonia se encuentra en una situaci¨®n poco clara. Los pol¨ªticos carecen de argumentos para un debate de contenidos, porque muchos asuntos ya han pasado a ser competencia comunitaria, mientras la econom¨ªa se desarrolla de modo aut¨®nomo. As¨ª que los pol¨ªticos buscan temas para lucirse y recurren al populismo. Pero esta situaci¨®n tiene un l¨ªmite y, cuando ya no sea posible seguir como hasta ahora, los populistas tendr¨¢n que salir de escena.
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