Andaluc¨ªa tiene un millar de puntos de riesgo de riadas en zonas urbanas

Andaluc¨ªa es una de las regiones europeas con m¨¢s probabilidad de sufrir inundaciones: tiene precipitaciones muy intensas con crecidas r¨¢pidas y violentas, est¨¢ desprotegida forestalmente (la mitad del territorio se encuentra afectado por la erosi¨®n) y, sobre todo, cuenta con elevadas concentraciones demogr¨¢ficas en torno a los cauces. La Agencia Andaluza del Agua ha localizado 1.099 puntos de riesgos de inundaciones en tramos urbanos -que afectan a unos 400 municipios-, de los que 115 son de alta peligrosidad al estar en juego vidas humanas.

Los r¨ªos en sus tramos urbanos est¨¢n casi todos tapados y alterados

Algunos de estos problemas (68) se encuentran en v¨ªas de soluci¨®n tras declararse de inter¨¦s general de la comunidad, pero, en general, seg¨²n el director de la agencia, Juan Corominas, la situaci¨®n ha ido a peor por el exacerbado desarrollo urban¨ªstico. Su departamento est¨¢ actualizando los datos de la franja costera, la de mayor vulnerabilidad, con una nueva tecnolog¨ªa llamada Lidar que permite delimitar con precisi¨®n los terrenos inundables. Los ¨²ltimos estudios son de 2002, y se?alan a la Andaluc¨ªa suroriental como la de mayor riesgo: Granada, Almer¨ªa y M¨¢laga acumulan el 66% de los puntos.

Frente a lo ocurrido a lo largo de la historia, el problema de las inundaciones en Andaluc¨ªa se ha desplazado de los grandes r¨ªos a los peque?os, incluso a las ramblas, torrentes y arroyos, invadidos por el avance implacable del ladrillo. Ejemplos de las consecuencias de esta marea de construcci¨®n son las espectaculares riadas de Rinc¨®n de La Victoria (M¨¢laga) en 2004 o la m¨¢s reciente de Almu?¨¦car (Granada). En las fotos ¨¢reas de esta localidad se ve c¨®mo la salida natural al mar de sus r¨ªos Verde y Seco est¨¢n recubiertas de una tupida malla urbana que hizo de laberinto para conducir el agua a las puertas del casco hist¨®rico.

La agencia del Agua ha reconstruido de manera virtual c¨®mo se produjo el desbordamiento del r¨ªo Verde: el agua no encuentra por d¨®nde expandirse parapetada por edificios y muros, va rebotando de un sitio a otro, se topa en su cauce con veh¨ªculos aparcados que se amontonan como una represa y se produce el desastre. "Es como un callej¨®n estancado que explota", apunta Corominas.

La ley b¨¢sica del Estado s¨®lo permite actuar a las administraciones en las zonas de dominio p¨²blico hidr¨¢ulico (el cauce y los m¨¢rgenes de cinco metros de anchura). Junto a estos se extiende otra franja llamada de polic¨ªa, cuyos usos se puede condicionar puntualmente, aunque los problemas se suelen producir en las zonas de inundabilidad.Los informes que emiten sobre estos terrenos tanto la Agencia Andaluza del Agua (que gestiona las cuencas atl¨¢nticas y mediterr¨¢neas, m¨¢s las del Guadiana y Segura) como la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir (CHG) no son vinculantes. De todas formas, con la nueva ley del Suelo andaluza, las comisiones de urbanismo de la comunidad s¨ª est¨¢n teniendo en cuenta los estudios de inundabilidad.

El comisario de Aguas de la CHG, Javier Serrano, pone tambi¨¦n de ejemplo a Almu?¨¦car para explicar la necesidad de respetar el espacio de libertad de los r¨ªos. Asegura que pr¨¢cticamente todos los tramos urbanos de la cuenca del Guadalquivir (que tiene 4.254 r¨ªos entre afluentes, ramblas, vertientes, arroyos) est¨¢n tapados, alterados o canalizados. "Cuando se producen avenidas, el r¨ªo funciona como una manguera a presi¨®n -no tiene por d¨®nde expandirse- que se lleva todo lo que encuentra por delante con una fuerza incre¨ªble", a?ade.

Desde hace un par de a?os, cuenta Juan Corominas, la directriz es no tapar ni canalizar los r¨ªos, arroyos o torrentes, tendencia que se ha seguido siempre con los r¨ªos mediterr¨¢neos, que no tienen aguas cristalinas como los del norte y pasan grandes temporadas secos. Las poblaciones de Andaluc¨ªa han vivido hist¨®ricamente de espaldas a ellos y cuando los n¨²cleos urbanos se han expandido, lo habitual ha sido ocultarlos. "Es necesario un cambio cultural, y no s¨®lo de los pol¨ªticos, porque el ciudadano siempre prefiere que le tapen el cauce feo y seco con un parquecito, un banco, unos jardines", dice.