El 'Che' de las camisetas
Una exposici¨®n refleja la difusi¨®n y manipulaci¨®n de la m¨ªtica foto de Korda
"?sta no es una exposici¨®n sobre el Che, ni sobre su vida ni sobre su historia o ideolog¨ªa". Lo aclara Jordi Mart¨ª, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, sorprendido por la protesta del PP por el hecho de que el Palau de la Virreina dedique una exposici¨®n a Ernesto Che Guevara. "Pensaba que por la tem¨¢tica tendr¨ªamos protestas de la embajada cubana y, mira, vienen del otro extremo", coment¨®. Efectivamente, CH€! Revoluci¨®n y mercado, que hasta el 20 de enero puede verse en este espacio municipal dedicado a la imagen, no se inmiscuye en el actual debate sobre su papel hist¨®rico, sino que se centra en su cara que es, casi, la ¨²nica imagen que se ve en la exposici¨®n.
Es l¨®gico porque no en vano es la fotograf¨ªa m¨¢s reproducida del mundo, la m¨¢s copiada y seguramente tambi¨¦n la m¨¢s manipulada. Todo a partir del retrato que realiz¨® Alberto Korda D¨ªaz a Ernesto Che Guevara el 4 de marzo de 1960 en el funeral masivo por las v¨ªctimas de la explosi¨®n del barco La Coubre (Fidel, que en los negativos aparece en plena arenga, sospechaba que era obra de la CIA) en el cementerio de La Habana. Aquel semblante serio y determinado, con la mirada perdida en el futuro, ha dado la vuelta al mundo. Y 47 a?os despu¨¦s sigue estando en todas partes.
De esto va esta exposici¨®n fruto de una investigaci¨®n de la cr¨ªtica inglesa Trisha Ziff que ha recopilado decenas de im¨¢genes -algunas de artistas, otras an¨®nimas y una buena selecci¨®n de la cultura m¨¢s popular- y que ya ha podido verse en otras ciudades, aunque en Barcelona se han incorporado nuevas obras y se ha editado un nuevo cat¨¢logo en castellano, muy recomendable, que completa un montaje que, como se?al¨® Iv¨¢n de la Nuez, responsable del centro de exposiciones, es entretenida y no le falta "sentido del humor". Aunque se abra el recorrido con la frase del comandante: "Un guerrillero es una fr¨ªa y selectiva m¨¢quina de matar".
La historia de la fotograf¨ªa, los inicios de su difusi¨®n y posterior popularizaci¨®n tras su muerte, los posters, bebidas, camisetas, obras de arte, anuncios, v¨ªdeos, grafittis o tatuajes con su imagen van llenando las diferentes salas organizadas en aspectos tem¨¢ticos. "La imagen refleja la cara de un hombre que muri¨® por sus ideas, se est¨¦ o no de acuerdo con ellas, por eso los j¨®venes que no saben qui¨¦n es llevan la camiseta, porque saben que significa rebeld¨ªa", coment¨® Trisha Ziff. "No hay nada sagrado en nuestra cultura. Tal vez el ¨²nico icono que nadie se atreve a tocar es la esv¨¢stica, pero todo los dem¨¢s es moldeable. El Che es una marca, una franquicia, y cada vez m¨¢s esta faceta mercantil es la dominante".
En la calle, a pocos metros del Palacio de la Virreina, en tres tiendas de souvenirs de la Rambla est¨¢ la clara demostraci¨®n. "Diez euros", comenta el vendedor pakistan¨ª mostrando la camiseta, roja y negra con la cara del Che seguramente de fabricaci¨®n china. "Para usted, ocho euros, mire, puro algod¨®n". Los pins valen euro y medio. Es el Che de las camisetas.
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