Econom¨ªa y pol¨ªtica

La Confederaci¨®n Empresarial Valenciana tiene casi la edad del Informe Hite, el temperamento industrial de la provincia de Valencia y, ante s¨ª, la obligaci¨®n de afrontar el horizonte incierto de una sociedad cambiante y sacudida por la globalizaci¨®n. Pero m¨¢s all¨¢ de sus l¨®gicas repercusiones en el mundo de la econom¨ªa, ha tenido profundos impactos pol¨ªticos.

Su origen fue un pulso entre las diferentes tendencias en las que se asociaba el empresariado valenciano en 1977, en el que se impuso Vicente Iborra. La organizaci¨®n sent¨® bases y cohesion¨® al empresariado en la defensa de sus intereses, pero en su interior, a principios de los ochenta, cuaj¨® un movimiento de alternativa a Iborra sin el que resulta imposible entender la epopeya fabril y pol¨ªtica valenciana: la fundaci¨®n de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE), impulsada por Luis Espinosa, que se convirti¨® en un contrapoder creciente, mientras Iborra se hund¨ªa en un esc¨¢ndalo de irregularidades por las liquidaciones de la Sociedad An¨®nima Valenciana de Estacionamientos.

En 1986, el entonces presidente de AVE, Pedro Agramunt, tom¨® las riendas de la CEV coincidiendo con uno de los momentos m¨¢s bajos de Alianza Popular. Espinosa, nuevo secretario general, concibi¨® la CEV como un instrumento pol¨ªtico. La organizaci¨®n afil¨® su perfil reivindicativo y sus constantes fricciones con la Generalitat cristalizar¨ªan en la denominada Cumbre de Orihuela, que acabar¨ªa lanzando a Agramunt al liderato del Partido Popular.

Tambi¨¦n con Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez de Laiglesia como presidente, en 1995, la CEV propici¨® que el PP y UV se avinieran a pactar para gobernar la Generalitat en un episodio que pas¨® a la historia como El pacto del pollo, por celebrarse en el despacho del empresario av¨ªcola y presidente de AVE Federico F¨¦lix. Desde entonces, la sinton¨ªa de la organizaci¨®n con la pol¨ªtica del Consell no s¨®lo estuvo fuera de toda duda, sino que entre ambas instituciones a menudo se crearon interacciones y sorprendentes ecos.

Sin embargo, la llegada de Jos¨¦ Vicente Gonz¨¢lez en 2005, con el prop¨®sito expreso de que la organizaci¨®n fuera independiente, ha quebrado una tendencia que solapaba a la CEV bajo la sombra del Palau de la Generalitat y ha centrado a la organizaci¨®n en su ¨¢mbito.