Un gesto amistoso tras fuertes roces

Los socialistas nunca se han sentido c¨®modos cuando Roma beatifica a m¨¢rtires de la Segunda Rep¨²blica y de la Guerra Civil. En aquella ¨¦poca, con Gobiernos de izquierdas pero tambi¨¦n de derechas -con Lerroux y Gil Robles a la cabeza-, los obispos sostienen que se produjo "la mayor persecuci¨®n religiosa de la historia".

Esta vez la situaci¨®n es especial. Desde su llegada a la presidencia, a Rodr¨ªguez Zapatero los obispos no han dejado de mortificarlo achac¨¢ndole un fundamentalismo laicista rayano, otra vez, en la persecuci¨®n. El cardenal Ca?izares ha dicho incluso que existe hoy un plan "de eliminaci¨®n de la Iglesia".

Espa?a tiene relaciones de amistad con la Santa Sede, un estado extranjero. Es l¨®gico que mande representaci¨®n al Vaticano cuando all¨ª se honra a ciudadanos espa?oles. Ha ocurrido siempre. Pero esta vez el Gobierno se ha esmerado, para que no le acusen de excepcionalidad diplom¨¢tica. Pese a reconocer que, por tratarse s¨®lo de beatificaciones, pudo despachar el compromiso enviando a un simple secretario de Estado, ir¨¢ el ministro de Exteriores. Es el mismo nivel de representaci¨®n que durante las presidencias de Su¨¢rez y Calvo Sotelo (UCD), y de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (PP). Felipe Gonz¨¢lez casi siempre rebaj¨® el nivel de la representaci¨®n, con enfado de Roma.