Negacionismo episcopal

El papa Benedicto XVI pidi¨® ayer, en el coraz¨®n de la cristiandad romana, "reconciliaci¨®n, misericordia y convivencia pac¨ªfica". Son palabras que deber¨ªan hacer reflexionar a los cardenales y obispos espa?oles. Siempre se negaron a pedir perd¨®n -y a perdonar- por la actitud de gran parte de sus predecesores durante la espantosa guerra incivil que asol¨® Espa?a tras el golpe militar del 18 de julio de 1936 y durante la larga cruzada nacionalcat¨®lica del caudillo Franco.

La jerarqu¨ªa espa?ola es la ¨²nica de las mezcladas en guerras fratricidas el siglo pasado que no lo ha hecho. S¨ª se han manifestado arrepentidos los obispos argentinos y chilenos, los austriacos, tambi¨¦n los franceses por colaboracionismo con el r¨¦gimen filonazi del mariscal P¨¦tain. Y pidi¨® disculpas, sobre todo, el papa Juan Pablo II, nada menos que en 90 ocasiones, por los suplicios inquisitoriales a Galileo, Jan Hus y tantos otros, pero tambi¨¦n por no haber sido "testigos de reconciliaci¨®n".

Los obispos tienen todo el derecho a elevar a los altares de la memoria a miles de sus v¨ªctimas en aquel terrible conflicto. Demuestran poco esp¨ªritu misericordioso, en cambio, reprochando que otros -partidos, sindicatos u otras religiones, pero sobre todo familiares de otras v¨ªctimas, muchas tambi¨¦n cat¨®licas como los sacerdotes fusilados por las tropas de Franco en el Pa¨ªs Vasco- quieran hacer lo mismo, mucho m¨¢s si, demasiadas veces, s¨®lo se trata de buscar los restos de decenas de miles de los asesinados, tirados a¨²n, sin piedad, como perros, en las cunetas de Espa?a. Es sobremanera indecente afirmar que la recuperaci¨®n de esos restos y su entierro en un cementerio civil o eclesi¨¢stico suponga revanchismo y af¨¢n de reabrir heridas de la Guerra Civil. Lo han escrito los obispos en su Instrucci¨®n Pastoral del 23 de noviembre de 2006.

"Convivencia", aconseja el Papa. No predica lo mismo quien, desde la columna primada de Toledo, dice que hay en Espa?a ahora "un proyecto para eliminar a la Iglesia". Asusta que el cardenal Ca?izares tenga una percepci¨®n semejante, pese al comportamiento del Gobierno socialista, pr¨®digo en la financiaci¨®n de la Iglesia y generoso enviando ayer al Vaticano una nutrida y ministerial delegaci¨®n. Menos mal que el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Bl¨¢zquez, pone siempre sentido de la realidad. Ayer lo volvi¨® a hacer, en plural. "Comprendemos que otros quieran hacer por el estilo de lo que nosotros hacemos", dijo en alusi¨®n a la Ley de Memoria Hist¨®rica.