Un pie en cada extremo

A Barcelona el tango le sienta bien. Las pasadas euforias por el baile han dado paso ahora a un inter¨¦s m¨¢s centrado en la voz y los nuevos caminos de este estilo musical. El p¨²blico, elemento esencial para que una m¨²sica se implante, existe. En la noche del viernes qued¨® claro cuando la argentina afincada en Barcelona Sandra Rehder pr¨¢cticamente llen¨® la sala peque?a del Auditori.

Rehder no se alinea ni con la tradici¨®n, ni con la modernizaci¨®n del tango. Tiene un pie en cada extremo y mantiene muy bien el equilibrio. Composiciones recientes se enlazan con temas cl¨¢sicos, y de tanto en tanto afloran unas gotas de humor y buenas dosis de poes¨ªa. Tango y poes¨ªa se dieron la mano mostrando que, en el fondo, pueden ser una misma cosa. Los poemas dichos con credibilidad son el puente que une las canciones, dando al espect¨¢culo una continuidad m¨¢s teatral que musical. En ese punto Rehder tambi¨¦n tiene mucho que decir porque sus interpretaciones son muy teatrales, pero sin caer nunca en el histrionismo. Sobre el escenario tiene carisma y utiliza h¨¢bilmente los t¨®picos.

Cuando se solt¨® la melena, pocas veces por desgracia, el espect¨¢culo subi¨® muchos enteros. Faltaron dosis de sana locura, como si Rehder tuviera miedo a dejarse ir.