Ahorro cero por el cambio horario
La modificaci¨®n de la hora oficial en primavera y en oto?o s¨®lo reduce la factura energ¨¦tica un m¨¢ximo del 0,5%. Seis euros al a?o en cada hogar espa?ol
?Para qu¨¦ hemos cambiado la hora? Para ahorrar energ¨ªa. As¨ª lo afirman los Gobiernos que aplican el cambio horario en oto?o y primavera -81 en todo el mundo- y la Comisi¨®n Europea, que obliga a los 27 pa¨ªses miembros de la UE a aplicar la medida. Y, sin embargo, los estudios sobre el ahorro que supone la medida son tan escasos como poco precisos.
El ahorro estimado es de 144 millones en una factura total de 20.000
Bruselas se rige por un estudio holand¨¦s realizado hace una d¨¦cada
"Lo que se ahorra por la ma?ana se gasta por la tarde", dice Manuel Toharia
En el caso de Espa?a, se manejan estimaciones de ahorro en el consumo que apuntan a una reducci¨®n m¨ªnima en el consumo: entre el 0% y el 0,5%. En Bruselas se trabaja con datos bastante antiguos, del a?o 1998, que coinciden con las estimaciones para Espa?a: cambiar de hora supondr¨ªa un ahorro de entre el 0,1% y el 0,5% en el consumo.
En este contexto, el cambio de hora, consolidado con la crisis del petr¨®leo de la d¨¦cada de los setenta, genera cada d¨ªa m¨¢s pol¨¦mica. Nadie discute que provoca molestias, aunque leves, y no est¨¢ claro cu¨¢nto supone de ahorro en la factura energ¨¦tica. La respuesta a esta cuesti¨®n se mueve entre "nada" y "m¨ªnimo".
En el caso de Espa?a, los principales agentes del sector energ¨¦tico, la asociaci¨®n patronal el¨¦ctrica Unesa; el operador del sistema Red El¨¦ctrica de Espa?a; el Instituto para la Diversificaci¨®n y el Ahorro de Energ¨ªa (IDAE) y las propias empresas manejan porcentajes y cifras de ahorro que, significativamente, no var¨ªan a?o tras a?o.
Seg¨²n dichas cifras, el ahorro que supone el cambio de hora, oscila "entre el 0% y el 0,5%" del consumo. Entre la nada y un pellizco. Seg¨²n la patronal Unesa, los hogares ahorrar¨ªan un 5% en el consumo, y las oficinas y empresas del sector servicios, un 3%. Desde el IDAE, la estimaci¨®n de ahorro m¨¢s utilizada -c¨¢lculo en el que coinciden las empresas consultadas- ronda los seis euros al a?o por hogar. Seis euros al a?o, por alrededor de 24 millones de puntos de suministro dan un resultado de 144 millones de euros. Si se tiene en cuenta que la factura el¨¦ctrica anual ronda los 20.000 millones de euros, resulta que el cambio horario, al menos en Espa?a, obtiene unos resultados econ¨®micos m¨ªnimos.
"Lo que se ahorra por la ma?ana [con el atraso de la hora en octubre amanece m¨¢s temprano] se gasta por la tarde" sostiene el f¨ªsico y periodista Manuel Toharia. En su opini¨®n, adem¨¢s, todos los estudios que tratan de justificar el cambio horario en un supuesto ahorro de energ¨ªa son "simples estimaciones". "Est¨¢n hechas a ojo de buen cubero", sostiene Toharia, porque no hay forma de comparar magnitudes de consumo homog¨¦neas puesto que el cambio horario se lleva aplicando d¨¦cadas. Pero si el cambio horario es un asunto econ¨®micamente irrelevante, tambi¨¦n lo son, en opini¨®n del divulgador cient¨ªfico, las molestias que provoca. En cuesti¨®n de d¨ªas, el cuerpo se adapta al cambio. La cartera, por su parte, ni lo nota.
Desde Red El¨¦ctrica de Espa?a (REE), la empresa que registra minuto a minuto c¨®mo evoluciona la demanda el¨¦ctrica, se apunta, adem¨¢s, otra cuesti¨®n interesante. Rosmarie Grafe, de la direcci¨®n de Operaciones de la compa?¨ªa, explica que el ahorro que genera el cambio horario se diluye poco a poco. "En los primeros d¨ªas s¨ª hay ahorro" asegura "pero luego se va perdiendo". REE nota el cambio de horario de oto?o en dos aspectos: La punta de demanda se adelanta -de las 20.15 horas a las 19.00 horas- y las aplicaciones inform¨¢ticas de gesti¨®n tienen m¨¢s problemas que de costumbre.
En todas las conversaciones con t¨¦cnicos y especialistas en Espa?a se maneja tambi¨¦n otra idea sobre el cambio horario: probablemente, sostienen, en otros pa¨ªses de Europa, con menos horas de sol, la estrategia de ahorro se note m¨¢s. Curiosamente, en algunos informes de la Comisi¨®n Europea se sostiene que el cambio horario -especialmente el de verano- beneficia sobre todo a los pa¨ªses del sur.
Y es que jugar con el reloj para ahorrar energ¨ªa es ya una estrategia antigua. Se puso en marcha por algunos Gobiernos a ra¨ªz de la crisis del petr¨®leo de 1973, aunque ya antes la Republica Federal Alemana, Francia y Reino Unido mov¨ªan las agujas en primavera y oto?o. [Antes de eso Espa?a adelant¨® el reloj una hora para tener la misma que los pa¨ªses del centro de Europa].
Desde entonces, el argumento energ¨¦tico se ha convertido en un t¨®tem al que rinden tributo Gobiernos e instituciones comunitarias si bien, dentro de la escasez de datos fiables, la contabilidad ofrece resultados que no se corresponden con las altisonantes declaraciones. Un estudio realizado para la Comisi¨®n Europea en 1998-1999 y elevado tambi¨¦n a los Gobiernos reconoc¨ªa que los ahorros energ¨¦ticos eran parcos y que se mov¨ªan entre el 0,1% y 0,5% en los pa¨ªses del sur de Europa.
La directiva, vigente desde 2001, es heredera de la que entr¨® en vigor veinte a?os antes para uniformar y armonizar los cambios, convertidos desde 1996 en obligatorios en la UE. La actual directiva fija en los ¨²ltimos domingos de marzo y de octubre el momento de adelantar y retrasar, respectivamente, los relojes, y establece que, antes de que concluya este 2007, la Comisi¨®n Europea debe informar al Parlamento, al Consejo (los Gobiernos de la UE) y al Comit¨¦ Econ¨®mico y Social de la incidencia de la aplicaci¨®n del r¨¦gimen del cambio horario.
Fuentes de la Comisi¨®n reconoc¨ªan ayer desconocer cu¨¢l ser¨¢ la orientaci¨®n final del informe, realizado a partir de los datos aportados por los distintos pa¨ªses. El Ejecutivo comunitario se rige por un estudio, realizado hace casi una d¨¦cada por el consultor holand¨¦s Research voor Beleid, centrado en los efectos del cambio de hora veraniego. El informe echaba ya entonces por tierra el argumento del gran ahorro energ¨¦tico. Seg¨²n sus autores, hab¨ªa que reconocer que el ahorro era "relativamente modesto" y que donde m¨¢s se notaba era en los pa¨ªses del sur, donde en el mejor de los casos no superaba el 0,5%. "Todo ahorro energ¨¦tico, por peque?o que sea, es bienvenido", se?alaba ayer una fuente comunitaria, conocedora de las fuertes reservas presentadas por algunas asociaciones ciudadanas de Francia y B¨¦lgica contra el cambio horario.
Por cuestiones geogr¨¢ficas, el cambio horario veraniego es muy apreciado en el norte y el sur del continente (lo que hace pensar que el efecto es el contrario en invierno), de acuerdo con el trabajo holand¨¦s, donde se subraya que ese cambio sienta peor cuanto m¨¢s al oeste de Europa, que no ve la hora de que se ponga el sol en verano. El gran beneficiario de la prolongaci¨®n de la luz estival es el sector de ocio y turismo, al que el recorte invernal no perjudica tanto al ser temporada baja.
Si el efecto -se supone que beneficioso- del cambio horario sobre la econom¨ªa no est¨¢ claro, menos lo est¨¢n los perjuicios que se le atribuyen sobre la salud. La principal prueba de ello es que "se ha estudiado muy poco", se?ala el presidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, Ildefonso Hern¨¢ndez.
El problema, si existe, "no es excesivo", coincide el vicepresidente de la Sociedad de Pediatr¨ªa de Madrid y Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Garc¨ªa Sicilia, quien trabaja como coordinador con Atenci¨®n Primaria del Hospital Infantil de La Paz (Madrid). "Es m¨¢s un problema sociocultural", por tener que atrasar o adelantar los horarios de comidas o de sue?o, dice Garc¨ªa Sicilia.
La clave del posible efecto del cambio horario sobre la salud -o, mejor dicho, sobre el bienestar temporal- est¨¢ en los llamados ciclos circadianos. En la naturaleza, la luz act¨²a como gran regulador de los procesos c¨ªclicos, desde la vigilia y el sue?o a los alimenticios, hormonales o incluso los defecativos. Por eso, cuando se cambia la hora se produce un peque?o desajuste, que notan m¨¢s quienes tienen un horario m¨¢s estricto.
Es frecuente, por ejemplo, que los beb¨¦s y los ni?os cambien su hora de comida al principio, o que tengan sue?o antes, afirma la psic¨®loga cl¨ªnica Beatriz Azagra, aunque lo diga "por propia experiencia" con su hija, y no porque tenga que tratar en su consulta alg¨²n tipo de consecuencia, afirma esta profesional que ha ejercido m¨¢s de 15 a?os en un centro educativo.
Tampoco el psiquiatra infantil y juvenil Mariano Trillo ha notado que haya un aumento de brotes o trastornos entre sus pacientes por el cambio de hora. "Lo que de verdad afecta es el oto?o", afirma. "La luz del Sol pone en marcha la producci¨®n de la melatonina, que es un antidepresivo. Cuando las horas de luz disminuyen, aumentan los casos de depresi¨®n, ansiedad y regulaci¨®n del sue?o", explica Trillo.
El investigador del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), Ricardo Mart¨ªnez, tambi¨¦n descarta efectos en la salud. "Es parecido a un jet lag [el trastorno de sue?o que sufren los viajeros de vuelos transoce¨¢nicos], pero mucho m¨¢s leve. Entonces, ?por qu¨¦ hay gente a la que le sienta mal el cambio de hora? El miembro de la Junta del Colegio de Psic¨®logos de Madrid, Pedro Rodr¨ªguez S¨¢nchez, lo explica: "El malestar o el bienestar tambi¨¦n es subjetivo. Si una persona est¨¢ pasando por alguna vicisitud, es posible que estos cambios les tengan un poco m¨¢s alterados".
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