Britney halla el ¨¦xito entre el desastre

Por primera vez, Britney Spears ha sacado un disco, Blackout, sin hacer ning¨²n tipo de promoci¨®n. Ni entrevistas, ni paseos por los programas de variedades de la televisi¨®n, ni portadas en las revistas de moda. Nada. Claro que su presencia continua en tabloides y publicaciones rosa en las que se analiza al detalle su catastr¨®fica vida privada basta para cubrir con creces el espacio que deber¨ªa dedicarse a su vida profesional. Pero, curiosamente, lo uno no afecta a lo otro.

Antes de perder la cabeza (y la melena rubio platino bajo una cuchilla de afeitar), la custodia de sus hijos y hasta la dignidad con una esperp¨¦ntica actuaci¨®n en los premios de la MTV, Britney, de 25 a?os, era una de las artistas pop de m¨¢s ¨¦xito, habiendo vendido 75 millones de discos.

Uno podr¨ªa pensar que tanto trastorno vital podr¨ªa salpicar sus negocios, pero a juzgar por los primeros resultados de cr¨ªtica y ventas, Blackout no va a resentirse con las desgracias de su int¨¦rprete. El disco, su quinto trabajo de estudio, acaba de llegar a las tiendas de todo el planeta, y aunque a¨²n es pronto para conocer cifras, si sigue la estela de Gimme more, su primer single, prome-te volver a llenarle los bolsillos.

Ante la llegada de Blackout la cr¨ªtica ha sido un¨¢nime: se trata de un buen disco. Desde The New York Times a la BBC han proclamado su devoci¨®n por un disco de pop contagioso con el que quiz¨¢s Britney espere borrar el mal sabor de boca de sus desaguisados personales.