Condena ejemplar a siete menores por insultar y pegar a un compa?ero

Los castigos al acoso escolar empiezan a endurecerse y se hacen m¨¢s ejemplares. Un juzgado de menores de Lleida ha condenado a un alumno de secundaria a tres meses de internamiento por ser el instigador de un delito contra la integridad moral y una falta de lesiones a un compa?ero al que llamaban "mendigo". Otros seis alumnos de tercero del mismo curso, tercero de ESO, han sido condenados a realizar tareas socioeducativas por un delito contra la integridad moral de la misma v¨ªctima.

Los hechos se remontan a los inicios del curso escolar 2005-2006, cuando los padres de un ni?o de 14 a?os denunciaron ante los Mossos d'Esquadra que siete compa?eros de clase del IES Guind¨¤vols, de 14 y 15 a?os, insultaban y vejaban a su hijo constantemente hasta el punto de hacerle la vida imposible dentro y fuera del centro escolar. La v¨ªctima explic¨® que los presuntos acosadores le pegaban en la cabeza y aprovechaban cualquier ocasi¨®n para ridiculizarle o robarle sus pertenencias de uso escolar.

La sentencia considera probado que la v¨ªctima fue sometida a continuas situaciones vejatorias y de infravaloraci¨®n personal, con descalificaciones continuas, d¨¢ndole collejas habitualmente y dedic¨¢ndole otras expresiones ofensivas no concretadas. En una ocasi¨®n le metieron, en contra de su voluntad y en presencia de otros alumnos, en una caja de cart¨®n que hallaron en el pasillo del instituto. Otro d¨ªa, fuera del centro, el menor acosado recibi¨® un pu?etazo en la cara por parte de uno de ellos que le caus¨® un hematoma y un edema en el labio superior.

Estos hechos provocaron al menor acosado "una situaci¨®n de desasosiego y angustia" que le llev¨® a denunciar el acoso ante los profesores en varias ocasiones y a solicitar el traslado a otro instituto en pleno curso.

La Fiscal¨ªa de Menores de la Audiencia de Lleida, que intervino en este caso y orden¨® a los Mossos d'Esquadra que identificaran a todos los escolares que participaron en los episodios denunciados, constat¨® en su memoria de 2006 un incremento de la conflictividad y violencia en los centros escolares de la provincia.

Once expedientes abiertos por acoso en el ¨¢mbito escolar se tramitaron como casos de persecuci¨®n escolar, que se acabaron convirtiendo en ocho faltas de lesiones, dos faltas de vejaciones y una falta de insultos y amenazas. La mayor¨ªa de los casos no llegaron a juicio porque se resolvieron en el propio ¨¢mbito escolar mediante los procedimientos de mediaci¨®n o conciliaci¨®n previstos entre las partes enfrentadas.

?sta es la primera sentencia que se hace p¨²blica en Lleida por acoso escolar. Seis de los menores implicados tendr¨¢n que aprender normas y pautas de convivencia y respeto hacia los dem¨¢s. El instigador de los hechos, Josep Maria G. G., pasar¨¢ tres meses de internamiento en r¨¦gimen semiabierto, dividido en un primer per¨ªodo de dos meses de internamiento y un segundo per¨ªodo de un mes de libertad vigilada. Esta ¨²ltima condena se suspender¨ªa durante el plazo de un a?o si el menor cumple un a?o de libertad vigilada con la obligaci¨®n de asistir a programas de tipo formativo laboral.

Cerca de 100.000 estudiantes de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO) pegan a sus compa?eros de colegio, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Defensor del Pueblo sobre este asunto. Este estudio, de febrero de 2007, se?ala tambi¨¦n que el fen¨®meno ha disminuido en los ¨²ltimos siete a?os. En 1999 se observaba esta conducta en el 4,8% de los estudiantes espa?oles de esta etapa educativa (entre 12 y 16 a?os), la m¨¢s conflictiva, mientras que en 2006 se registraba en el 3,9%.