Jaco Pastorius: la revoluci¨®n del bajo el¨¦ctrico
Hola, me llamo Jaco Pastorius y soy el mejor bajista del mundo".
Esta frase la repiti¨® John Francis Pastorius III hasta la saciedad. ?l sab¨ªa que era verdad y los que le conoc¨ªan tambi¨¦n pero, no nos enga?emos, no era la frase ideal para abrir puertas en un mundo tan endiosado como el de la m¨²sica. En el caso de Jaco, no era divismo, desde muy joven era conocedor de su realidad como m¨²sico y era el peso de esa realidad el que m¨¢s le marcaba, la responsabilidad de ser el mejor bajista del mundo. Por encima, incluso, de su creatividad desbordante, volc¨¢nica en los a?os de plenitud, pat¨¦tica durante la decadencia.
Jaco Pastorius (1951-1987) marc¨® un antes y un despu¨¦s. Cualquier bajista el¨¦ctrico actual que niegue su influencia est¨¢ enga?ando a su interlocutor o se enga?a a s¨ª mismo. Y lo incre¨ªble es que esa influencia se ejerci¨® con muy pocos a?os de magisterio, de verdadera actividad profesional. Desde el primer momento, Jaco sab¨ªa lo que ten¨ªa que hacer con su instrumento, sab¨ªa ad¨®nde quer¨ªa llegar y c¨®mo enfilar el camino pero, una vez all¨ª, todo se desmoron¨®.
Muchos se han preguntado ?qu¨¦ estar¨ªa haciendo hoy Jaco de haber seguido vivo (el 1 de diciembre cumplir¨ªa 56 a?os) y en plenitud musical? ?El mundo del jazz y de la m¨²sica moderna hubiera dado otro vuelco o Jaco estar¨ªa, como muchos de sus compa?eros de generaci¨®n, haciendo smouth jazz para emisoras de FM destinadas a p¨²blicos adultos? No se sabr¨¢ nunca pero es f¨¢cil imaginar que tal vez Jaco se habr¨ªa alineado en las filas de los experimentadores con ritmos urbanos, en el fondo siempre fue un perro callejero y muri¨® en la calle como un chucho abandonado.
El pasado 21 de septiembre hizo veinte a?os que Jaco Pastorius dej¨® este mundo por la puerta de atr¨¢s. Despu¨¦s de haber estado en lo m¨¢s alto, termin¨® sin casa, ni familia, ni trabajo, ni siquiera instrumento con el que tocar (dejaba su bajo tirado en la calle hasta que se lo robaron), viviendo al aire libre en una cancha de baloncesto, esperando junto a una cabina de tel¨¦fono que alguien le llamara para rehacer su carrera? Vetado en todos los clubes de Nueva York, se termin¨® estrellando contra la puerta de uno de ellos. El responsable de un club lo dej¨® en coma tras una brutal paliza; Jaco morir¨ªa d¨ªas despu¨¦s.
No era la primera paliza, ni el primer desvanecimiento en la calle producto del alcohol y la coca¨ªna. En su libro recientemente reeditado [Jaco Pastorius: la extraordinaria y tr¨¢gica vida del mejor bajista del mundo. Editorial Alba], el periodista Bill Milkowski recoge una buena cantidad de testimonios de esa ¨¦poca tr¨¢gica. Ricky Sebastian, que fue su bater¨ªa durante una ¨¦poca, explica una de las m¨¢s descorazonadoras: "Sab¨ªa que siempre andaba por la pista de baloncesto de la calle Cuatro con la Sexta Avenida, de manera que sol¨ªa pasarme por all¨ª patinando a media tarde y a la una de la noche para ver c¨®mo estaba. (?) Un d¨ªa lo encontr¨¦ tendido en la acera, ten¨ªa muy mal aspecto. Le dije: 'Pero ?qu¨¦ haces, t¨ªo? lev¨¢ntate'. Y me contest¨®: 'Se acab¨®, t¨ªo. Nunca volver¨¦ a ser lo que era. Vivo a costa del pasado".
Enfermedad mental (padec¨ªa un s¨ªndrome bipolar con frecuentes crisis maniacodepresivas), drogas o alcohol, o las tres cosas a la vez, pero la verdad es que se hab¨ªa acabado. El guitarrista Mike Stern comparti¨® grupo con Jaco y tambi¨¦n sus abundantes juergas cocain¨®manas hasta que decidi¨® desintoxicarse definitivamente. "Su comportamiento era tremendamente autodestructivo y durante mi periodo de rehabilitaci¨®n, simplemente no pod¨ªa acercarme a ¨¦l", explicaba Stern. "Jaco estaba totalmente ido y yo, en cambio, intentaba estar limpio. Pero no le gustaba nada que yo me hubiese salido, porque era algo que ¨¦l no pod¨ªa conseguir". Un par de ingresos en psiqui¨¢tricos o en prisiones no lo consiguieron.
Ricky Sebastian estaba con Jaco el d¨ªa en que recibi¨® la paliza final. Jaco hab¨ªa sido expulsado de un concierto de Santana. Posteriormente hab¨ªa intentado romper a pu?etazos un escaparate y cay¨® al suelo llorando agarrado a los pies de Sebastian: "?Nadie me entiende! ?Nadie me entiende!". Horas despu¨¦s le encontraron tirado a las puertas del Midnight Bottle Club, del que hab¨ªa sido expulsado, seg¨²n explica el informe policial, "por provocar a los clientes, robar copas de las mesas y enfrentarse f¨ªsicamente con algunos de ellos". Al parecer Jaco abofete¨® a un cliente y el responsable del local le pidi¨® que se marchara, le acompa?¨® a la puerta de salida y all¨ª Jaco comenz¨® a dar puntapi¨¦s a la puerta. El resto forma ya parte de la tragedia. D¨ªas despu¨¦s Jaco fallec¨ªa sin haber recuperado el conocimiento. Luc Havan, su agresor, pas¨® dos meses en prisi¨®n condenado por homicidio involuntario.
El d¨ªa del entierro seis personas llevaron a hombros el f¨¦retro. Entre ellas, Joe Zawinul y Wayne Shorter, dos m¨²sicos que hab¨ªan vivido junto a Jaco sus mejores momentos y tambi¨¦n el inicio de los peores. En 1976 Jaco se incorpor¨® a Weather Report, el entonces sumamente popular grupo de Zawinul y Shorter. El acercamiento hab¨ªa comenzado dos a?os atr¨¢s cuando Zawinul oy¨® por primera vez aquello de "hola, soy el mejor bajista del mundo". El vien¨¦s reaccion¨® ante la frase de presentaci¨®n de aquel desconocido con sarcasmo: "?Anda, largo de aqu¨ª!". Pero el bajista tuvo tiempo de darle una cinta y alguien convenci¨® al genial teclista de que la escuchara. A los primeros acordes, Zawinul acept¨® que Jaco era el mejor bajista del mundo y, cuando tuvo oportunidad, le ofreci¨® una plaza en Weather Report. Fue la ¨¦poca de plenitud de Jaco, cuando la responsabilidad del grupo no era eminentemente suya sino de Zawinul y de Shorter, cuando pod¨ªa aportar composiciones, arreglos y hasta producir los discos sin ning¨²n miedo.
El a?o 1976 fue el de su plenitud. Antes de incorporarse a Weather Report, pudo cumplir su sue?o de grabar un disco apabullante que llevaba su propio nombre. En ese primer disco marc¨® ya los caminos por los que iba a caminar el bajo del futuro. S¨®lo oyendo el primer tema, una versi¨®n del Donna Lee de Charlie Parker para bajo y congas (las de Don Alias), ya queda claro que algo est¨¢ cambiando. Ese tema, Donna Lee, es, sin lugar a dudas, una de las grabaciones m¨¢s importantes de la segunda mitad del siglo XX.
En el verano de 1976 aparecieron casi simult¨¢neamente los discos Jaco Pastorius y su primera colaboraci¨®n con Weather Report, Black Market. Y tambi¨¦n inici¨® una colaboraci¨®n corta pero muy intensa con Joni Mitchell. Jaco mantuvo una relaci¨®n amorosa con la cantante canadiense pero, sobre todo, grab¨® a su lado tres discos de estudio formidables y particip¨® en 1979 en una gira que dio pie a otro disco y un DVD. "Cuando le conoc¨ª todav¨ªa no ten¨ªa problemas con las drogas", recordaba Mitchell. "Si uno tiene un ego tan grande, apasionado y jugoso como el suyo y le a?ade drogas, el resultado no puede ser bueno. Jaco ten¨ªa una gran alma antes de su deterioro por los t¨®xicos. Creo que sus ojos eran preciosos antes de que su adicci¨®n los nublara (?) En mi opini¨®n, Jaco pose¨ªa una preciosa sabidur¨ªa animal que yo no calificar¨ªa en absoluto de locura. Se comportaba de forma extra?a, es verdad, pero no creo que estuviera loco. Aunque s¨¦ que al final perdi¨® de verdad la cabeza. No se pod¨ªa ni hablar con ¨¦l. Fue tr¨¢gico. La coca¨ªna potenciaba su lado negativo".
En sus cinco a?os con Weather Report ese genio evolucion¨® de lo m¨¢s brillante a lo m¨¢s oscuro. "Hacia finales de 1980, Jaco estaba siempre cabreado y borracho", recuerda Zawinul. "Jaco llevaba todo eso al exceso. Y entonces su m¨²sica empez¨® a resentirse. Todav¨ªa sonaba perfecta, pero hab¨ªa perdido frescura. Lo suyo se convirti¨® en un n¨²mero de circo. Jaco confiaba demasiado en sus trucos del pasado".
Tras dejar Weather Report (para la historia seis discos memorables), Jaco intent¨® la aventura en solitario al frente de una big band pero los desaguisados se fueron sucediendo uno tras otro. A sesiones de genialidad sorprendente segu¨ªan otras de desastre total. Poco a poco los m¨²sicos tambi¨¦n le fueron dando la espalda, y las discogr¨¢ficas, y los clubes, y los festivales? Una cuesta abajo demasiado empinada para poder poner el freno. Recuerda Bobby Colomby, productor de su primer disco: "Hab¨ªa mucha gente que lo adoraba y le quer¨ªa ayudar pero algo en su cabeza, algo en su interior, no le dejaba ser feliz". El mismo Jaco lo hab¨ªa predicho en momentos de lucidez (lo recuerda Zawinul tras un concierto en Barcelona en 1977): "Soy como Jes¨²s, no voy a llegar a los 35 a?os". Muri¨® con 35 a?os. O
Jaco Pastorius: 20 a?os. Concierto homenaje con Richard Bona y Marcus Miller. 39 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona. L' Auditori. D¨ªa 8 de noviembre. Jaco: la extraordinaria y tr¨¢gica vida del mejor bajista del mundo. Bill Milkowski. Alba. Barcelona, 2007. 512 p¨¢ginas. 27 euros.
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