Cr¨®nica negra de los Ramones

La muerte de Linda Stein, representante de la banda neoyorquina Ramones, es el pen¨²ltimo eslab¨®n en la tr¨¢gica cadena de acontecimientos que persigue al grupo desde que en 1996 decidieran separarse definitivamente.

Linda fue esposa de Seymour Stein, una de las figuras m¨¢s relevantes de la industria norteamericana del disco y creador de la lista Billboard de los 100 ¨¢lbumes m¨¢s vendidos, y la encargada de los asuntos del grupo en los setenta.

Con la llegada de los ochenta se dedic¨® a ser agente inmobiliaria. Aprovechando los contactos que pose¨ªa en la industria del disco, Stein consigui¨® crear una cartera de clientes en la que se encontraban nombres como Billy Joel, Elton John o Sting.

En el filme Wall Street (1987) aparece un personaje, una modelo que trata de vender un apartamento de lujo al joven yuppie interpretado por Charlie Sheen. Ese personaje est¨¢ inspirado en Linda, encontrada muerta la madrugada del pasado viernes en su apartamento de la Quinta Avenida con varios golpes en cabeza y cuello. Los vecinos de la finca insisten en que la seguridad del inmueble es total. La polic¨ªa todav¨ªa no ha realizado ninguna detenci¨®n.

Nunca se pens¨® que Agatha Christie podr¨ªa tener un plan para este grupo. Pero los hechos conducen hacia una conclusi¨®n diferente. La tragedia se ha cebado con los Ramones, y adem¨¢s siempre ha llegado coincidiendo con celebraciones del legado de la banda, provocando momentos de casi insoportable iron¨ªa dram¨¢tica. As¨ª, hace menos de un mes se editaba un DVD en directo del grupo con el t¨ªtulo de It's alive (Est¨¢ vivo).

La banda que invent¨® el punk antes de que el movimiento siquiera tuviera nombre fue uno de los catalizadores de la escena musical neoyorquina de los setenta, estructurada alrededor del tristemente desaparecido CBGB, local en el que actuaron grupos como Television o Talking Heads y en cuya esquina se encuentra el lugar de Joey Ramone (cantante de la banda), perfectamente se?alizado con una placa con el famoso logo del grupo.

Meses antes de su disoluci¨®n en 1996, a Joey le diagnosticaron un c¨¢ncer linf¨¢tico. Ni el yoga, ni la vida sana, ni siquiera la sustituci¨®n del rock and roll por la especulaci¨®n financiera lograron mantenerle vivo. Falleci¨® el 19 de mayo de 2001, d¨ªa de Joey Ramone, como decret¨® tiempo despu¨¦s el Congreso norteamericano. Durante sus ¨²ltimas horas escuch¨® una vez tras otra el tema In a little while (En un ratito) de U2 y pocos meses antes hab¨ªa terminado con tres a?os de ardua grabaci¨®n de un disco, Don't worry about me (No os preocup¨¦is por m¨ª), que se edit¨® de manera p¨®stuma.

Un a?o despu¨¦s, la banda entraba en el Rock and Roll Hall of Fame, una suerte de cementerio de elefantes que en realidad funciona como gran ceremonia de adoraci¨®n de egos y atracci¨®n tur¨ªstica para fans del rock algo despistados.

A los pocos meses, Dee Dee (el bajista) fallec¨ªa de sobredosis de hero¨ªna. Johnny, el guitarrista, quien hab¨ªa bendecido a la Administraci¨®n de Bush durante la ceremonia de entrada en el Hall of Fame, mor¨ªa el 15 de septiembre de 2005, el mismo d¨ªa en que se estrenaba End of the century (Fin de siglo), el primer documental sobre la carrera de los creadores de Rockaway beach.

El t¨ªtulo del documental coincide con el del ¨¢lbum que el m¨ªtico Phil Spector produjo para la banda en los ochenta, durante cuyas tormentosas sesiones de grabaci¨®n el creador de Be my baby lleg¨® a perseguir a la banda con una pistola. Ese mismo 15 de septiembre se inauguraba en Berl¨ªn el ¨²nico museo dedicado a la vida y milagros del cuarteto de Queens.

El ¨²nico miembro de la formaci¨®n que grab¨® el disco debut del grupo (Ramones, 1976) que sigue con vida es Tommy Ramone, quien pas¨® de manager a bater¨ªa del grupo. En la actualidad, se dedica a girar por el circuito de bares de Nueva York y Connecticut con su banda de bluegrass. Parece que goza de buena salud.

Lo mismo que Marky Ramone, su sustituto a la bater¨ªa en 1978 y quien m¨¢s descaradamente sigue aprovechando el legado de la banda, consistente en canciones de tres minutos, pantalones pitillo, chaquetas de cuero negro y el inconfundible grito de guerra Hey ho let's go! Sigue girando con sus Ramones de juguete, haciendo de disc jockey y conduciendo un programa de radio en su Nueva York natal. En cuanto a J, el ¨²ltimo bajista del legendario combo -y que se uni¨® a la banda tras desertar de los marines-, tambi¨¦n sigue vivo. Como rezaba el cartel promocional del filme Los Inmortales: s¨®lo puede quedar uno.