La liberaci¨®n de Lorenzo

Jorge Lorenzo se cay¨® durante el Gran Premio de Gran Breta?a tras un toque con ?lvaro Bautista. El motociclista mallorqu¨ªn se levant¨® de una volada, lanz¨® un par de pu?etazos al cielo fruto del calent¨®n y arranc¨® su Aprilia del barro como si fuera una bicicleta. La mayor¨ªa de sus rivales habr¨ªan necesitado la ayuda de dos o tres comisarios para poner de pie la moto, que pesa unos 100 kilos, 50 menos que la Yamaha M1 con la que disputar¨¢ el Mundial de MotoGP en 2008.

Cuando Dani Pedrosa se subi¨® por primera vez a la Honda de la categor¨ªa pesada, hace dos a?os, en los primeros ensayos parec¨ªa una marioneta agarrada a un b¨²falo desbocado. Entre Pedrosa, que entonces med¨ªa 1,61 metros y pesaba 48 kilos, y la moto hab¨ªa una diferencia de 100 kilos. Para compensar esa carencia, el catal¨¢n sigui¨® un estricto protocolo de preparaci¨®n f¨ªsica y alimentaci¨®n que le ha permitido ganar cinco kilos, b¨¢sicamente de m¨²sculo, para dominar una m¨¢quina que triplica su peso, rinde m¨¢s de 210 caballos y arrastra unas inercias tremendas.

Con vistas a 2008, Lorenzo, una roca maciza de 1,72 metros y 61 kilos, todo fibra, apenas deber¨¢ variar el programa de ejercicios que le confecciona Marcos Hirsch, su entrenador. De hecho, el principal problema con el que se hab¨ªa encontrado hasta ahora el preparador era tenerle controlado en el gimnasio. Ten¨ªa que contenerle para que no se pasara. "Me encantan el gimnasio y las pesas. Estar¨ªa horas entren¨¢ndome", explica el bicampe¨®n del mundo de dos y medio, que a?ade: "Me gusta tener un buen cuerpo".

Lorenzo es un presumido, pero, aparte las cuestiones est¨¦ticas, las horas que ha echado en los gimnasios -Hirsch le confecciona unas tablas de entre tres y cuatro horas- le ir¨¢n al pelo en 2008, cuando se pelee con su nueva MotoGP.

"Jorge tiene m¨¢s fuerza de la normal en un piloto de 250cc. Es una bestia. Hasta ahora ten¨ªamos que pararle para que no ganara demasiada masa muscular. Este a?o ha sido muy duro para ¨¦l, sobre todo en cuanto a la alimentaci¨®n porque le hemos controlado mucho el peso", dice Hirsch. "En 2008 podr¨¦ comer m¨¢s", comenta Lorenzo. "El salto a MotoGP nos permitir¨¢ ser un poco m¨¢s flexibles con Jorge en el peso", respira Dani Amatriain, su m¨¢nager; "ser¨¢ un alivio porque ya podremos liberar a la bestia en el gimnasio. Que ganara masa muscular era un problema porque las motos notan mucho el peso de los pilotos. En MotoGP ya no".

Lorenzo fue ayer el m¨¢s r¨¢pido en los ensayos de Cheste, fin a una temporada que debe decidir a¨²n el campe¨®n en 125cc: Faubel o Talmacsi.