Los secretos de los leones de la Alhambra
La restauraci¨®n de la m¨ªtica fuente del monumento granadino desvela apasionantes detalles de su historia
Carmen Tienza limpiaba con su bistur¨ª la Fuente de los Leones de la Alhambra la semana pasada, et voil¨¢: apareci¨® un peque?o graffiti del escritor rom¨¢ntico brit¨¢nico Richard Ford, datado en 1831. "Cre¨ªa que estaba viendo visiones, m¨¢s de la cuenta. Los restauradores estamos un poco obsesionados...", relata mascando las palabras, acorde con su paciente labor.
Gratas sorpresas que da escarbar en el pasado. El del hispanista londinense ha sido el ¨²ltimo de una serie de misterios y secretos que encierran los leones m¨¢s famosos de Granada. Enigmas que este a?o desvelan un equipo de nueve personas, encargado de su restauraci¨®n.
El m¨¢rmol de Macael est¨¢ en un "perfecto estado de conservaci¨®n"
Hab¨ªa hongos negros, algas, bacterias y l¨ªquenes incrustados
Para quitarles la costra acumulada desde el siglo XIV hacen falta dos a?os. Tras nueve meses desde que los t¨¦cnicos se llevaron 11 leones (uno ya estaba restaurado) a un edificio cercano a los Jardines del Generalife, los liftings, presupuestados en 550.000 euros, van viento en popa. Los t¨¦cnicos intentan disimular los efectos del clima y la cal del agua.
El edificio est¨¢ protegido por estrictas medidas de seguridad, pero los restauradores le quitan solemnidad a una compleja operaci¨®n que se lleva gestando desde hace 40 a?os. Les han bautizado: F¨¦lix, Melanie, Olivia, rey Gud¨², Calimero... Cada uno tiene diferentes gestos, con m¨¢s o menos fiereza. Son de una factura ¨²nica y representan el poder pol¨ªtico del segundo mandato de Mohamed V (1362-1391). Estos d¨ªas descubren sus rostros ocultos.
La costra acumulada soporta hasta 15 capas de carbonato c¨¢lcico de un cent¨ªmetro y medio. El trabajo requiere infinita paciencia y meticulosidad. Debe hacerse a mano con peque?os tornos y bistur¨ªs para respetar el m¨¢rmol de Macael (Almer¨ªa), que ha logrado mantenerse en un "perfecto estado de conservaci¨®n" despu¨¦s de seis siglos. "La funci¨®n es preservar de la intemperie, pero la edad debe permanecer. No somos limpiadores asesinos que tiramos de la qu¨ªmica", r¨ªe Tienza.
La taza de la fuente no cab¨ªa por ninguna puerta y no se traslad¨®. Se construy¨® entonces una cabina para protegerla mientras los restauradores de la empresa Tarma pulen la gran taza.
La fuente representa el mayor s¨ªmbolo escult¨®rico de la sensibilidad nazar¨ª en Al-?ndalus y los restauradores pulen desde las garras hasta el pelaje del abdomen y el resto de la melena de los animales. Hab¨ªa hongos negros, algas, bacterias y l¨ªquenes incrustados.
La taza de la fuente comparte esa peculiar colecci¨®n de seres microsc¨®picos, pero su decoraci¨®n es a¨²n m¨¢s llamativa. Hay un poema rode¨¢ndola. "Habla de la bendici¨®n de Mohamed V al crear el palacio y de c¨®mo reparte favores a sus s¨²bditos a trav¨¦s de ellos. De la belleza de los leones y su transparencia, que se confunde con el agua. Son como l¨¢grimas de un amante que esconde el silencio", explica la restauradora Beatriz Mart¨ªn, mientras se afana en pulir unos versos.
Junto al graffiti de Ford, la taza de la fuente alberga muchos otros (PPM, LMF, NY). En el interior, hay zonas ros¨¢ceas y viol¨¢ceas formadas por las algas, y que la tradici¨®n atribuye a la matanza de los abencerrajes. "Desalojamos leyendas", apunta Tienza.
La compleja intervenci¨®n, dirigida por el Patronato de la Alhambra, est¨¢ asesorada por los Institutos de Patrimonio Hist¨®rico, espa?ol y andaluz, que han formado una comisi¨®n t¨¦cnica para supervisar los trabajos. Se han corrido muy pocos riesgos para evitar dolorosos traspi¨¦s.
Tras la documentaci¨®n hist¨®rica y fotogr¨¢fica y la protecci¨®n de zonas vulnerables como rostros y patas, se produjo el desmontaje de los leones. A continuaci¨®n, se sucedieron seis estudios cient¨ªficos: Escaneado de los leones y la taza, estudio fotogram¨¦trico, microbiol¨®gico, de gammagraf¨ªa y de ultrasonidos y endoscopia.
Junto a ambos institutos, en la representaci¨®n digital y tridimensional con esc¨¢ner l¨¢ser, estuvo involucrado el Grupo de Investigaci¨®n en Inform¨¢tica Gr¨¢fica de la Universidad de Granada. "El traslado de los leones hasta quedarse el patio m¨¢s y m¨¢s solo fue emocionante", recuerda Francisco Lamolda, jefe del servicio de conservaci¨®n.
El valor de los leones es incalculable y lo convierte en "la joya de la corona" del monumento nazar¨ª, seg¨²n la directora del patronato, Mar Villafranca. A medida que son examinados, brotan m¨¢s detalles de su fisonom¨ªa: Una cabeza m¨¢s gruesa, un pecho m¨¢s henchido... Los relieves est¨¢n diferenciados y tres de ellos poseen un tri¨¢ngulo enigm¨¢tico sobre el que existen diferentes teor¨ªas. Los m¨¢s expuestos al sol tienen m¨¢s deteriorado el rostro.
El hielo de los d¨ªas m¨¢s fr¨ªos tambi¨¦n les ha afectado, as¨ª como la contaminaci¨®n del agua que les ca¨ªa por las patas delanteras. El dise?o del patio se debe al arquitecto Aben Cencind, seg¨²n los expertos. Hoy el talento de Cencind es remozado con esmero. Cent¨ªmetro a cent¨ªmetro.
40 a?os de debate
Las claves de la metodolog¨ªa seguida en la restauraci¨®n de la Fuente de los Leones detallan su importancia. Despu¨¦s de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de arduo debate y decisiones encontradas, el Patronato de la Alhambra se decidi¨® a acometer la restauraci¨®n. "El plan global posee estudios previos que han debido madurar con el tiempo", apunta la directora del patronato, Mar Villafranca.
La triple intervenci¨®n sobre la fuente, las esculturas y el sistema hidr¨¢ulico contar¨¢ a partir de ahora con un peculiar seguro de vida: Un protocolo recoger¨¢ variables y datos a trav¨¦s de una estaci¨®n de control de conservaci¨®n, que se ubicar¨¢ en una sala contigua al Patio de los Leones. Esta estaci¨®n contar¨¢ con ordenadores y una estaci¨®n rob¨®tica asociada al centro de control de riesgos para determinar alertas como peque?os sismos, o por si la humedad se dispara.
"Ser¨¢ nuestra garant¨ªa de que las inversiones p¨²blicas en conservaci¨®n no se abandonan. Asimismo, es una respuesta a los que nos precedieron, porque queremos un agua controlada que no hipoteque el proceso de conservaci¨®n", afirma Villafranca.
El Patronato ya ha andado parte del camino y cuenta con las variables de temperatura y humedad de los ¨²ltimos seis a?os en el vigilado Patio de los Leones.
La importancia esencial del agua
La restauraci¨®n del Patio de los Leones tiene un elemento que lo vertebra y decisivo en la recuperaci¨®n de su estado original: El agua. La intervenci¨®n se propone regenerar el sistema hidr¨¢ulico para conectar la fuente principal con otras seis fuentes menores, sin que la contaminaci¨®n sea protagonista. Ya llueve sobre mojado. Desde el siglo XVI hasta el XX se han realizado m¨¢s de 20 intervenciones para alterar el recorrido del agua, obtenida del r¨ªo Darro hasta que sale entre los dientes de los 12 leones.
El arquitecto Pedro Salmer¨®n est¨¢ al frente de esta delicada intervenci¨®n. Espera que sea la operaci¨®n definitiva tras el futuro tratamiento del agua, y evitar as¨ª que la restauraci¨®n resulte en vano dentro de varias d¨¦cadas. "Del sistema original ya no quedaba mucho. El proyecto nuestro busca restituir el sistema original de distribuci¨®n del agua y los restauradores dir¨¢n d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites", explica Salmer¨®n. A¨²n no est¨¢ decidido si los alrededores de la fuente tendr¨¢n vegetaci¨®n o estar¨¢n libres de ella, porque los t¨¦cnicos deber¨¢n decantarse por las decoraciones establecidas en una ¨¦poca u otra.
El agua es extra¨ªda de la Acequia Real y tras pasar por la Huerta del Generalife llega al palacio gracias a un peque?o acueducto. Durante el siglo XX las infraestructuras para salvar los barrancos crecieron y los problemas de la acequia se multiplicaron. La estructura de unos cinco kil¨®metros era cada vez m¨¢s precaria y la contaminaci¨®n aumentaba. Finalmente, se construy¨® un gran dep¨®sito-t¨²nel en los a?os setenta, pero las demandas de agua desde la Alhambra fueron cada vez mayores. "Si despu¨¦s de la restauraci¨®n el agua no llega tratada, mejor no abrimos la espita, porque todo habr¨¢ sido en balde", a?ade Salmer¨®n. "Siempre es delicada una intervenci¨®n as¨ª, pero ah¨ª est¨¢ su atractivo. En tener la sensibilidad necesaria para hacerlo en las condiciones m¨¢s seguras para su conservaci¨®n", concluye Salmer¨®n.
La restauraci¨®n del sistema hidr¨¢ulico ha estado precedida de una investigaci¨®n basada en el archivo de la Alhambra y que data las diferentes intervenciones a lo largo de seis siglos. "La conclusi¨®n es que del circuito original queda muy poco", precisa Salmer¨®n. La fuente siempre ha estado en uso. "De otra manera no se explicar¨ªa que desde el mismo siglo XIV haya habido reparaciones documentadas", se?ala. Bronce, lat¨®n, cobre y, sobre todo, plomo han sido los materiales usados por la veintena larga de arquitectos empe?ados en conservar el complejo sistema de conducciones para alimentar las siete fuentes.
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