Un barrio dedicado a falangistas
Valencia conserva 28 calles con nombres de fallecidos del bando nacional en la Guerra Civil concentradas en un grupo de viviendas sociales del franquismo
La herencia de la Guerra Civil y la represi¨®n franquista perviven en insignias, escudos y placas de calles de Valencia. ?guilas, yugo y flechas de piedra coronan las fachadas de algunos colegios, y en un patio de la antigua Capitan¨ªa General cabalga a¨²n en bronce el mism¨ªsimo Francisco Franco. Son los s¨ªmbolos m¨¢s reconocibles de la dictadura. No necesitan explicaci¨®n.
Pero Valencia conserva tambi¨¦n una memoria menos visible de aquellos a?os que apenas atrae las miradas. Es el homenaje del franquismo a 28 personas cuyos nombres rotulan las calles de un singular conjunto de un millar de viviendas en el barrio de Tres Forques, el llamado grupo Antonio Rueda. Todos ellos fueron "ca¨ªdos por Dios y por Espa?a", seg¨²n el expediente n¨²mero 92 de la Comisi¨®n de Cultura municipal que propuso en mayo de 1972 sus nombres para calles que en ese momento se identificaban por letras. La moci¨®n la present¨® el teniente de alcalde Mariano Llisterri Vidal, y era alcalde el m¨¦dico falangista Vicente L¨®pez Rosat.
Precisamente a miembros de Falange Espa?ola est¨¢n dedicadas buena parte de esas calles, aprobadas finalmente en junio de 1972. El expediente conten¨ªa originalmente 29 nombres, pero uno de ellos, el del teniente Su¨¢rez de Lezo, ha desaparecido del entramado de calles de la zona de Tres Forques.
La documentaci¨®n destaca la filiaci¨®n pol¨ªtica de los homenajeados -de edades diversas, algunos veintea?eros y de varias provincias-, su papel durante la sublevaci¨®n militar y su muerte a manos del bando republicano. A tres a?os de la muerte del dictador, emplea a¨²n el lenguaje t¨ªpico de la guerra que ensalza a unos y demoniza a los otros. As¨ª, afirma que Vicente Maroto Gonz¨¢lez, natural de Villel (Teruel), fue "asesinado vilmente por los rojos" en septiembre de 1936. Perteneciente a Falange Espa?ola y secretario provincial del SEU (Sindicato Espa?ol Universitario), el "alzamiento le sorprendi¨® en la c¨¢rcel". En el caso de Francisco Dolz, alicantino, se destaca que "con anterioridad al Movimiento" era militar retirado y que su negativa a incorporarse a filas cuando fue llamado "por la horda marxista" le cost¨® la vida el 17 de octubre de 1936 mientras intentaba pasarse al bando nacional en Toledo.
El expediente subraya en un buen n¨²mero de casos la "gran actividad en pro del Movimiento" de los fallecidos, algunos de ellos ya encarcelados al comenzar la Guerra Civil, y en varios casos la participaci¨®n directa en la sublevaci¨®n militar contra la II Rep¨²blica.De Carmen Tronchoni se resalta "la gran actividad en el servicio de espionaje a favor del Movimiento Nacional". Fue juzgada y sentenciada a muerte "por los tribunales rojos" en Montju?c (Barcelona), donde fue fusilada el 29 de marzo de 1938. Arturo Fosar fue asimismo "asesinado por los rojos", relata el expediente, que a?ade que pretend¨ªa unirse al bando nacional en Teruel tras "fracasar el Movimiento" en Valencia, donde "estuvo en la defensa del Cuartel de Caballer¨ªa". Francisco Alegre tambi¨¦n tuvo un papel destacado como uno de los asaltantes a Radio Valencia, tras lo cual fue detenido y fusilado.
El expediente contiene tambi¨¦n nombres de militares fallecidos en distintos frentes, como Luis Sanju¨¢n. Adem¨¢s, incluye a personas de las que no registra ninguna participaci¨®n en el levantamiento, tan s¨®lo su pertenencia a Falange y otras formaciones, como la Derecha Regional Valenciana. El informe municipal relata su "persecuci¨®n y asesinato" a manos republicanas en aquellos a?os tr¨¢gicos. La resoluci¨®n final de aprobaci¨®n de las placas para estas calles en junio de 1972 resalta que todos los homenajeados murieron por "defender sus ideales", seg¨²n recoge Las calles de Valencia y pedan¨ªas. El significado de sus nombres, editado por el Ayuntamiento en 2003. En ese sentido, llama la atenci¨®n la descripci¨®n escueta del matrimonio Alc¨¢ntara R¨ªos, "de excelentes antecedentes pol¨ªticos, sociales y religiosos", que fue "asesinado" el 15 de febrero de 1937, o el caso de Servando Conejero, presidente del Partido Tradicionalista de Valencia, "perseguido al igual que toda su familia" y fusilado en Paterna en 1936.
La propuesta de nombres de 1972 no incluye religiosos, pero s¨ª un beato. Se trata de Jos¨¦ Mar¨ªa Corb¨ªn Ferrer, valenciano perteneciente a Falange, dice el expediente. "El alzamiento le sorprendi¨® en Santander, donde estudiaba con beca en la Universidad Internacional. Fue detenido y pas¨® por varios barcos prisi¨®n, siendo asesinado el 27 de diciembre de 1936". Tambi¨¦n su padre fue fusilado. El informe menciona el proceso de beatificaci¨®n de Corb¨ªn, ferviente cat¨®lico. El Vaticano elev¨® a los altares a 233 espa?oles en una ceremonia en marzo de 2001, entre ellos a Corb¨ªn, pariente indirecto de la alcaldesa, Rita Barber¨¢.
El emplazamiento escogido para los nombres del expediente n¨²mero 92 fue el grupo Antonio Rueda, que naci¨® de la mano de la Obra Sindical del Hogar, una instituci¨®n franquista creada para coordinar la construcci¨®n de viviendas de renta baja. La promoci¨®n figur¨® durante a?os en los planes urban¨ªsticos de Valencia como pol¨ªgono de la avenida de Castilla (hoy del Cid), pero finalizadas las obras, en un lateral de uno de los edificios, junto al yugo y las flechas de Falange, qued¨® grabado: "Organizaci¨®n Sindical Espa?ola. Grupo Antonio Rueda. 1.002 viviendas, a?o 1972". Hab¨ªa ganado la partida frente a ciertas "reticencias" el gobernador civil Antonio Rueda S¨¢nchez Malo, que hab¨ªa insinuado que se pusiera el nombre al ¨¢rea residencial por sus 27 a?os en el cargo, de ellos ocho en Valencia. As¨ª consta en la documentaci¨®n consultada para su tesis doctoral sobre la vivienda p¨²blica del franquismo por el arquitecto Fernando Gaja, que describe la historia de esta zona residencial, en la que se asentaron familias de escasos medios econ¨®micos, funcionarios, profesores y ex guardias civiles, entre otros, por subasta o decisi¨®n del sindicato vertical.
La tramitaci¨®n de la Ley de la Memoria Hist¨®rica, en el Senado tras aprobarla el Congreso con el voto en contra del PP y ERC, ha girado el foco sobre los edificios con s¨ªmbolos franquistas y el callejero. La futura ley prev¨¦ la retirada de "escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltaci¨®n, personal o colectiva, de la sublevaci¨®n militar, de la Guerra Civil y de la represi¨®n de la dictadura". A excepci¨®n de las menciones "de estricto recuerdo privado sin exaltaci¨®n de los enfrentados" o "cuando concurran razones art¨ªsticas y arquitect¨®nicas protegidas por la ley". Mat¨ªas Alonso, ex concejal socialista y coordinador del grupo de la memoria hist¨®rica de la Fundaci¨® Societat i Progr¨¦s, repasa el callejero "para ver c¨®mo est¨¢ en relaci¨®n con la ley". "La primera conclusi¨®n es que Valencia tiene entre 40 y 50 calles dedicadas a personas que fueron falangistas o ca¨ªdos por la patria del r¨¦gimen franquista", afirma Alonso. "Los m¨¢s llamativos ya no est¨¢n, pero s¨ª quedan casos como los 28 del grupo Antonio Rueda", cuyo expediente rescat¨® del archivo municipal. "Hay calles dedicadas a sublevados o gente que particip¨® activamente en el levantamiento m¨¢s all¨¢ de sus ideas, y creo que rendir honores a esas actitudes hoy no tiene sitio", opina.
La ley prev¨¦ que el Gobierno colaborar¨¢ con las comunidades aut¨®nomas y las entidades locales "en la elaboraci¨®n de un cat¨¢logo" de estos vestigios para su eliminaci¨®n. Vicent ?lvarez, miembro del Consell Valenci¨¤ de Cultura por Esquerra Unida y responsable del servicio jur¨ªdico de la Universitat, augura "dificultades" cuando se aborden en detalle los casos concretos, dado el reparto de competencias entre administraciones. El Estado marca con la ley los principios generales, pero su concreci¨®n quedar¨¢ en manos de la Generalitat y los ayuntamientos. En claro desacuerdo con la ley, la alcaldesa de momento s¨®lo ha dejado claro, "como no pod¨ªa ser de otra manera", que acatar¨¢ la norma.
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