Espacios protegidos bajo presi¨®n

La ocupaci¨®n urban¨ªstica se ha cebado en los ¨²ltimos a?os en las playas del norte y el sur de la provincia de Valencia y amenaza los escasos tramos v¨ªrgenes que sobreviven en los 126 kil¨®metros de litoral. Parad¨®jicamente, han sido la autov¨ªa V-21, que discurre a escasos metros del mar, y el parque natural de la Albufera los que han mantenido a raya el avance de apartamentos en algunos puntos del litoral. Aun as¨ª, en la costa de Valencia, con el 29% de su primer kil¨®metro urbanizado y cinco espacios naturales protegidos, resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil hallar lugares donde el mar tiene su frontera en suelo libre de cemento.

La idea de la Estrategia para la sostenibilidad de la costa -el gran estudio oficial sobre las agresiones al litoral, al que ha tenido acceso EL PA?S- es evitar que la construcci¨®n invada los escasos tramos v¨ªrgenes del litoral con la compra de fincas en una docena de municipios y preservar espacios protegidos como los Marjales dels Moros, en Sagunto, y de Pego-Oliva o L'Albufera . La retirada de la l¨ªnea de la costa que plantea Medio Ambiente supone en la pr¨¢ctica la condena de cientos de construcciones que invaden el dominio p¨²blico mar¨ªtimo y obliga al traslado hacia el interior de la autov¨ªa V-21 entre Valencia y Sagunto. El plan del litoral de la Generalitat Valenciana, en tr¨¢mite cerca de a?o y medio, describe muy gr¨¢ficamente la situaci¨®n del litoral: casi todo el suelo que se ten¨ªa que desarrollar ya es urbanizable o se reclasificar¨¢ a corto plazo y el suelo de primera l¨ªnea que se ten¨ªa que proteger, ya lo est¨¢.

Costas comprar¨¢ 3,5 millones de metros cuadrados del Marjal des Moros

El litoral de Valencia es un eje sobrecargado de infraestructuras viarias, paseos mar¨ªtimos, puertos, apartamentos y chal¨¦s. El plan de choque de Medio Ambiente quiere dejar adem¨¢s fuera de ordenaci¨®n toda la l¨ªnea de costa desde el puerto de Sagunto hasta el norte de la ciudad de Valencia. Tambi¨¦n se pide que se frene la construcci¨®n en la zona residencial de la Pobla de Farnals y la demolici¨®n de varias hileras de casetas en la playa del Puig, situadas en los 20 metros de dominio p¨²blico y, en su mayor¨ªa, levantadas antes de la ley de Costas de 1988.

Costas comprar¨¢ el frente costero (3,5 millones de metros cuadrados) del Marjal dels Moros, ¨¢rea protegida presionada por urbanizaciones del entorno, y plantea el traslado al interior del Pol¨ªgono Industrial del Mediterr¨¢neo, en Albuixech, y de la antigua autopista, ahora V-21, entre Valencia y Sagunto. Medio Ambiente se propone la compra de cerca de dos millones de metros cuadrados de suelo r¨²stico contiguo a la costa para preservar la fachada mar¨ªtima en los municipios de Massamagrell, Albalat, Foios y Meliana, as¨ª como al sur de la macrourbanizaci¨®n Port Saplaya, en Alboraia.

A pocos metros de esta zona, ahora ocupada por un gran parque comercial, est¨¢ prevista una urbanizaci¨®n de lujo, con 800 nuevas residencias y una nueva marina. Para el realojo del parque comercial, el consistorio reclasific¨® millones de metros de huerta pr¨®xima a la costa.

Si la declaraci¨®n de la Albufera y el Saler como parque natural ha salvado de la urbanizaci¨®n un amplio tramo del litoral cercano a la capital, el puerto de Valencia, uno de los m¨¢s grandes del Mediterr¨¢neo, ha condicionado la fachada costera de la ciudad de Valencia, sobre todo sus playas. El informe de impacto ambiental sobre la nueva ampliaci¨®n prevista, reci¨¦n elaborado por Medio Ambiente, ya advert¨ªa de las consecuencias que las obras tendr¨¢n sobre las playas al sur del puerto, desde el Perellonet hasta casi Cullera.

El plan de choque propone en este punto la retirada de costa en las playas del Saler y Pinedo, sacrificadas por las sucesivas ampliaciones portuarias. Costas ya ha actuado en algunos puntos de este frente, con la adquisici¨®n de una antigua f¨¢brica de pl¨¢sticos, Plexi, situada a pocos metros del mar, para derribarla y dar continuidad a una v¨ªa litoral. Un plan de remodelaci¨®n de toda esta fachada, con la adquisici¨®n de 800.000 metros cuadrados, servir¨¢ para proteger el parque natural de L'Albufera y su Devesa, cord¨®n litoral que separa el lago del mar, donde est¨¢ el Parador Nacional, el campo de golf del Saler y varias torres de apartamentos.

El envite urbanizador en la fachada litoral al sur de la desembocadura del J¨²car, una zona con alto riesgo de inundaci¨®n marina, es preocupante. Adem¨¢s del conocido como Manhattan de Cullera, una macrourbanizaci¨®n con 4.800 casas, distribuidas en 33 torres de 25 alturas, otros dos proyectos, el Brosquil y el Marenyet, suponen la reclasificaci¨®n de 10 millones de metros cuadrados de suelo no urbanizable al sur de la desembocadura, con la edificaci¨®n de 15.000 nuevas casas y varios campos de golf y hoteles. El plan de choque alerta de que la presi¨®n urban¨ªstica, especialmente entre Cullera y Tavernes de la Valldigna, es un peligro por la falta de permeabilidad territorial. En Tavernes se present¨® hace meses un proyecto urban¨ªstico sobre 4,5 millones de metros cuadrados de suelo r¨²stico, con otras 4.500 viviendas, dos campos de golf y una marina deportiva. El proyecto se paraliz¨®, pero no est¨¢ descartado. Un segundo plan en este municipio de La Safor prev¨¦ la transformaci¨®n de otros dos millones de metros de suelo r¨²stico para edificar 1.500 casas y un campo de golf.

La proliferaci¨®n de puertos deportivos -una media de 10 por cada 100 kil¨®metros- tambi¨¦n se se?ala en el plan de Medio Ambiente como un peligro para el litoral, por lo que piden un plan de ¨¢mbito auton¨®mico, sin el que no podr¨¢ construirse ninguna nueva instalaci¨®n.