Un ecologista en el lineal

Desembarc¨® en Alcampo Espa?a hace una d¨¦cada, procedente de la empresa matriz en Par¨ªs, como jefe de explotaci¨®n de la cadena de hipermercados y, a partir de este mes de noviembre, asumir¨¢ la presidencia de la misma sustituyendo al fundador de la filial, Francis Lepoutre.

Patrick Coignard, parisiense de poco m¨¢s de 50 a?os, se puede decir que, tanto en el seno del grupo Auchan como en la cadena Alcampo, ha sido cocinero antes que fraile y que conoce los entresijos de la firma. Desde que, en 1978, se incorpor¨® a la misma, ha pasado por casi todos los puestos en una carrera que va desde ser jefe de secci¨®n, jefe de divisi¨®n y mayores responsabilidades.

Este conocimiento a fondo de la cadena, dentro de la estrategia global del grupo, se ha traducido en el desarrollo de nuevas actividades, como la implantaci¨®n de 24 gasolineras, servicios de seguros, agencias de viajes o la oferta del self disccount en el seno de los 48 hipermercados. Pero, junto a esa estrategia de crecimiento, desde la pura perspectiva financiera, Patrick Coignard ha imprimido al grupo un nuevo sello, impulsado por su compromiso social y ecol¨®gico.

"Alcampo", se?alaba el hasta ahora director general, "es una empresa de ciudadanos que trabaja con empleados solidarios y para clientes solidarios". En esa l¨ªnea, Patrick Coignard promovi¨®, por un lado, los servicios de las cajas amigas, las bolsas ecol¨®gicas o bolsas sin titanio en el marco de un desarrollo sostenible. Por otra parte, puso en marcha una pol¨ªtica de responsabilidad social corporativa que, entre otras cosas, se ha traducido en contar en su plantilla con un porcentaje de personas discapacitadas superior a lo exigido por la normativa y por lo que, en 2006, recibi¨® el premio Empresas con Coraz¨®n.

Hombre que se hecho a s¨ª mismo desde abajo, no ha olvidado sus primeros pasos. Tiene fama de afable y es considerado por sus colaboradores como cercano, muy activo y con una gran capacidad emprendedora. Gusta de trabajar con equipos, conf¨ªa en su gente y es partidario de que todos asuman sus responsabilidades. No pone puertas al campo. Ocupa un despacho de cristales transparentes y mantiene siempre su puerta abierta.

No se sabe si lleg¨® a Alcampo Espa?a de paso por exigencias de su carrera profesional, pero se ha convertido en un enamorado del pa¨ªs, desde su gastronom¨ªa a sus tradiciones. Le gusta veranear en Espa?a. Casado y con dos hijos, es aficionado al tenis, al golf y, sobre todo, al mar.