Un centrocampista total

"Bang! Welcome to England!". El Arsenal recibi¨® a Cesc F¨¢bregas con sonido a huesos rotos. Ocurri¨® en octubre de 2003. Ten¨ªa 16 a?os y debutaba en un entrenamiento del primer equipo. No sinti¨® llegar a Kolo Tour¨¦ hasta que se golpe¨® con el suelo. "Bang! Welcome to England!", recuerda que sinti¨®. Fue una entrada "terrible". El primer mordisco y la primera patada con aroma a Premier League: el tackle, le llaman. Nadie se disculp¨®. Nadie dijo nada. Y as¨ª se empez¨® a formar el medio ofensivo m¨¢s decisivo de Inglaterra.

Cuatro a?os despu¨¦s, Cesc pasa, quita y marca, como el s¨¢bado ante el Manchester United. Es el hombre de moda. Juega precedido por un t¨ªtulo reservado a unos pocos: todocampista. Es la estrella del Arsenal. Y el hombre que hace palidecer a cualquier futbolista de la Liga inglesa: ni Gerrard ni Lampard, sus prestigiosos hom¨®logos del Liverpool y el Chelsea, igualan sus n¨²meros.

Cesc lleva marcados once goles; Lampard, siete, y Gerrard, cuatro

Cesc lleva 11 goles esta temporada, seis de ellos en s¨®lo 11 partidos en la Premier League. Siempre fue un jugador distinguido por el talento ofensivo. Nunca, hasta ahora, un goleador en la ¨¦lite. Ars¨¨ne Wenger, su entrenador, revis¨® un v¨ªdeo con sus mejores momentos en el Arsenal y este verano le exigi¨® m¨¢s presencia en el ¨¢rea contraria. El reto, en realidad, ten¨ªa nombres: deb¨ªa superar la producci¨®n de Gerrard o Lampard, dos centrocampistas que han hecho carrera como llegadores y que en Inglaterra van a biograf¨ªa por temporada. Los dos ya est¨¢n por detr¨¢s del espa?ol en casi todos los aspectos del juego: el centrocampista de los reds ha marcado cuatro tantos en lo que va de campa?a -dos en la Liga inglesa- mientras el del Chelsea ha logrado siete -cuatro en la Premier-.

Cesc, sin embargo, se ha hecho grande gracias al m¨¦todo Tour¨¦. Aguantando lo que Reyes, hoy en el Atl¨¦tico y antes su compa?ero en el Arsenal, no soport¨®. El sevillano, seg¨²n los analistas ingleses, se perdi¨® para el f¨²tbol de la Premier en un partido: Manchester United-Arsenal.

Octubre de 2004. A Reyes le cosieron a patadas. Hubo puntapi¨¦s por todas partes. El Arsenal, en un partido de infausto recuerdo para sus aficionados, perdi¨® entre coces y ejemplific¨® a ojos de los cr¨ªticos lo que un pelot¨®n de veteranos puede hacerle a un grupo de imberbes talentosos. Cesc, recluido en el banquillo y alejado de la batalla, reaccion¨® contra toda l¨®gica: sinti¨® celos. "Fue el partido m¨¢s duro que vi nunca", cont¨®; "algo fant¨¢stico de ver. Se pod¨ªa sentir que no se gustaban los unos a los otros. Sent¨ª celos. Mis compa?eros estaban ah¨ª fuera luchando por cada bal¨®n y yo quer¨ªa ayudar". Hoy, Cesc golea y asiste -lleva cinco pases de gol, como Lampard, por los tres de Gerrard-, lo que le ha valido la comparaci¨®n con Michel Platini, uno de los mejores nueves y medio de la historia.

El espa?ol es un futbolista hiperactivo, que entra duro y roba balones. Un adolescente que destila f¨²tbol de toque y pierna fuerte. Un jugador que no tiembla ante nada. Y el mismo chico sin miedo: un d¨ªa Tour¨¦ le dio una patada y ¨¦l sigui¨® entren¨¢ndose como si nada.