Los Kirchner deciden en familia el nuevo Gobierno argentino
El mandatario y su esposa, la presidenta electa, se recluyen en la Patagonia para elegir el equipo y el plan de acci¨®n
Reunidos a solas y a casi 3.000 kil¨®metros al sur de Buenos Aires, el matrimonio Kirchner ha tratado durante este fin de semana de despejar una ecuaci¨®n con tres inc¨®gnitas que marcar¨¢ la senda del pa¨ªs en los pr¨®ximos a?os: Las tres X son qui¨¦nes formar¨¢n del Gabinete de la primera presidenta electa de la historia de Argentina, cu¨¢l ser¨¢ el papel del ex presidente una vez que su mujer alcance la m¨¢xima magistratura del Estado el pr¨®ximo 10 de diciembre y cu¨¢les ser¨¢n las l¨ªneas maestras de la transici¨®n del Gobierno de ¨¦l, N¨¦stor, a ella, Cristina.
Cristina contar¨¢ con ministros de su marido, N¨¦stor, para su propio Gabinete
En un claro mensaje de que todo el poder de decisi¨®n recae en el todav¨ªa presidente y en la presidenta electa, los Kirchner no han admitido a ning¨²n consejero ni persona de su entorno al c¨®nclave matrimonial que desde la Casa Rosada ha sido calificado simplemente como una "reuni¨®n familiar". Ni los colaboradores m¨¢s estrechos que siguen la aventura pol¨ªtica de la pareja desde hace casi 20 a?os en Santa Cruz ni el c¨ªrculo cercano en Buenos Aires han tenido acceso a la cumbre familiar.
Aunque la pasada semana N¨¦stor Kirchner bromeara diciendo que cuando deje de ser presidente piensa dedicarse a matar el tiempo en "un caf¨¦ literario", el futuro ex mandatario se prepara para hacerse con las riendas nominales del Partido Justicialista (PJ). Es cierto que los Kirchner controlan de hecho la maquinaria peronista, tal y como qued¨® demostrado en las recientes elecciones presidenciales, pero el PJ permanece oficialmente descabezado desde que un tribunal ordenara su intervenci¨®n por la incapacidad de sus miembros para elegir una comisi¨®n directiva. Adem¨¢s, por primera vez en los 60 a?os de historia del partido, sus siglas y escudo han estado ausentes de una elecci¨®n presidencial.
La presidencia del hist¨®rico partido no es, por tanto, s¨®lo una salida honrosa para un presidente que, m¨¢s en serio, el d¨ªa de las elecciones asegur¨® que "ama la pol¨ªtica", sino tambi¨¦n un poderoso factor de poder pol¨ªtico que ha marcado el d¨ªa a d¨ªa de la historia de Argentina durante seis decenios. Con su marido al mando del PJ, Cristina Kirchner no tendr¨¢ que preocuparse de las complejas batallas pol¨ªticas del oficialismo y podr¨¢ centrarse en la gesti¨®n de los asuntos de Estado cuyas dos premisas ya ha anunciado; la lucha contra la pobreza y la formaci¨®n de un "pacto social" entre empresarios, sindicato y Estado.
Una de las caracter¨ªsticas del in¨¦dito traspaso de mando matrimonial es que la presidenta electa contar¨¢, por lo menos durante unos meses, con ministros de su marido para su propio Gobierno. Las miradas se?alan al ministro de Planificaci¨®n, Julio de Vido, y al jefe del Gabinete, Alberto Fern¨¢ndez.
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